domingo, 19 de septiembre de 2021

Les elles



Hace aproximadamente un mes, días más o días menos, participaba de un webminar internacional organizado por la UNESCO, se abordaba temas ligados a la educación y la vuelta a clases, entre ellos, “Violencia de Género” en la comunidad educativa.

En los foros o grupos en los que había participado, tenía a personas miembros de la comunidad LGTBIQ+ que trabajan con estudiantes de Educación Básica Regular (primaria y secundaria) y que, de alguna u otra forma palpan de cerca los diversos problemas, sobre todo ligados a la discriminación, de las cuales son víctimas la población estudiantil LGTBIQ+, porque sí, existen estudiantes que son parte de esa comunidad y que están exigiendo que sus derechos les sean reconocidos.

La discusión sobre ¿qué derechos es que se están vulnerando? es amplia y seguirá siendo amplia e interminable mientras no tengamos predisposición a hablar abiertamente y sin prejuicios sobre ello. Pero, además, debemos ser consiente, como ya lo dije líneas arriba, que existen, que son reales, que piensan, que sueñan, que tienen problemas, que quieren aportar para cambiar sus sociedades, es decir, están allí, peleando porque sean visibilizadxs.

Durante el segundo día del evento, me topé con una persona no binaria quien, en su nickname, colocó su nombre completo y, entre paréntesis, el pronombre “Elle”. Ya de por sí el pronombre ha sido incluido por la RAE en su observatorio de palabras (RTVE, 2020), además, ha indicado que si esa persona quiere que se le identifique de esa manera pues entonces hagámoslo.

Debo reconocer que, al principio, utilizar el pronombre “elle”, en medio de mis intervenciones, sí, me “sacaba de honda”, me descuadraba, no lo concebía como algo necesario, pero, de manera inmediata me autocorregí y empecé a hacer uso de “e” para indicar: niños, niñas, niñes, por ejemplo; y no porque sea una cuestión “moda”, sino más bien, por una cuestión de respeto frente a un grupo poblacional que por años ha venido pidiendo sean visibilizados en la sociedad, con todo lo que ello implica.

Curiosamente, en esos días, une estudiante en México, se hacía viral al exigir, entre lágrimas, a su compañero que “no le llame compañera sino compañere” pues, a decir de dicha persona, es un no binario. Sobre dicho incidente, surgieron varias versiones, por un lado, personas que afirman que no había necesidad de hacer esa “aclaración” pues el tema en discusión era otro y, por otro lado, personas que decían que sí era necesario hacerla.

Pero ¿quién es una persona “no binaria”? Según el Centro Nacional para la Igualdad Transgénero, las personas del género no binario —también conocido como genderqueer, agénero o bigénero— son aquellas que no se identifican ni con hombres o mujeres, sino que más bien cumplen con características tanto del género masculino y femenino (MILENIO, 2021).

Durante todo este tiempo se ha hablado mucho sobre el lenguaje inclusivo afirmando que lo que se está haciendo es un atropello del buen uso del lenguaje, que estamos fraguando nuevos términos solo por complacer a un determinado grupo de personas berrinchudas que si queremos ser inclusivos entonces debemos aprender braille o lenguaje de señas o similares; pero, ¿por qué nos cuesta tanto usar estos nuevos términos? ¿Por qué cuando una persona te pide le digas “elle”, lejos de respetar su decisión, optas por hacer burlas y memes al respecto? ¿tan difícil es?

Aunque no se crea, el usar ciertos términos visualiza un tema en particular, hoy por hoy, la población LGTBIQ+ están pidiendo a la sociedad que ya es tiempo de que sean consideradxs como parte de esta, que no son un adorno o un grupo estadístico más, sino que, al ser parte, adquieren derechos y recuperan ciertos derechos, ello, sin olvidarse, claro está, que también tienen responsabilidades. 

Hablan de que debemos respetar las normas de escritura para que el mensaje sea entendible, pero, nos olvidamos de que el lenguaje, como tal, es evolutivo; tal como lo menciona la revista digital Escritura Feminista, “La lengua es una adquisición cultural. Todo lo cultural es añadido y, por lo tanto, modificable por la voluntad de las personas. La lengua refleja la realidad y también la crea” (COMERCIO, 2021).

De manera que, en una próxima ocasión, antes de rasgarte las vestiduras o de optar por una actitud burlesca, mejor opta por respetar y por llamar a la persona como esta pide le llames sea “él”, “ella” o “elle”.

Simplemente KAJOVEPI

viernes, 20 de agosto de 2021

Adiós ciclovía


Creo que más de uno de ustedes sabe que el suscrito es un crítico empedernido de la actual gestión municipal, lidera por el Sr. Gastelo Huamán Chinchay; en más, hasta hace poco, fui uno de los que apostó por la revocatoria y rogué porque esas firmas se recolectaran pues, como se ha dicho hasta el cansancio, esta actual gestión, a parte de ser pésima, es desastrosa.

Sin embargo, en las últimas semanas, la puesta en marcha de una obra en particular ha levantado mi interés, ha logrado que haga a un lado mi lado criticón y empiece a felicitar la acción, pero, además, ha logrado que defienda la ejecución de tal obra, ¿cuál?, pues la implementación de las ciclovías, en gran parte del catastro urbano.  

Lamentablemente, dicha obra, se ha visto paralizada o en todo caso, será implementada de otra forma, es decir sin los bolardos de metal que inicialmente se estaban colocando; esto, gracias a la intervención de terceros y de continuas campañas de boicoteo de la obra, bajo fundamentos, razonables, sí, pero que no justifican la paralización, anulación o cambio de la mencionada obra pues ello afectaría a un gran grupo de la población.

Vayamos al meollo del asunto, a decir de los opositores, no es posible implementar una ciclovía pues: 1. Las calles son muy angostas, la implementación de la ciclovía traería problemas en el tráfico dado que hay calles en donde la mitad de esta es utilizada como estacionamiento. 2. No podemos colocar bolardos de metal, pues estos sería un peligro para los ciclistas, así como para los motociclistas y demás. 3. Las calles no se encuentran en óptimas condiciones para una ciclovía, es necesario que primero estas sean reparadas. 4. Moyobamba ya cuenta con una ciclovía, en el sector Punta de Doñe, si quieren manejar su bicicleta, vayan por allí. 5. En Moyobamba, el uso de las bicicletas, sólo se da durante los fines de semana, entre semana no hay quienes las usen.

Los tres primeros puntos mencionados en el párrafo anterior son razonables, sí, pero, también son posibles de corregirse; por ejemplo: 1. Podemos empezar por sensibilizar a la población respecto del uso de las calles, estas han sido diseñadas para tránsito y no para estacionamiento; al no tener vehículos estacionados en la calle, como debería de ser, entonces las calles ya no serían angostas. 2. En el periodo del exalcalde Oswaldo Jiménez, se habían colocado ojos de gato, como señalización para la ciclovía en todo el jirón Reyes Guerra; la idea fue buena pero los resultados no tanto, pues, algunos conductores de vehículos motorizados (motos, motocares, autos) no respetaban dicha señalización e invadían (e invaden) la ciclovía; la colocación de los bolardos es un acto drástico, sí, pero, se ajusta a nuestra realidad. 3. Si bien es cierto que las calles no se encuentran en óptimas condiciones, sin embargo, ello no puede ser limitante para la delimitación de una ciclovía; es necesario que la población se vaya adecuando a esta nueva ruta de tal forma que, cuando dicha calle sea reconstruida, ya se tiene costumbre de que parte de esta es para bicicletas y otra para otro tipo de vehículos. 4. Esta es una justificación por demás, ridícula, ¿cómo es posible que se nos mande a manejar bicicleta en una sola ruta o en unas cuantas cuadras? ¿acaso todos(as) quienes usan bicicleta viven en esa zona? ¿acaso no tenemos libertad de movilizarnos por toda la ciudad?; justamente porque los ciclistas se ubican en toda la ciudad, es necesario contar con más ciclovías, que se conecten entre sí. 5. Quienes afirman esto, definitivamente no conocen la historia del uso de bicicleta en Moyobamba, pero, además, están invisibilizando a un gran grupo poblacional.

Para hacer algo de memoria, hace veinte años, o un poco más, Moyobamba era una ciudad ciclista; los garajes de las escuelas, oficinas, colegios, e incluso de la universidad, estaban invadidas de bicicletas; incluso esa práctica siguió en pie hasta el año 2005, a partir de esa fecha, el uso de esta ha ido disminuyendo, pero, no ha desparecido; esto debido al crecimiento automotriz de Moyobamba. Crecimiento que se debe al ingreso de motocares y motocicletas de bajo costo y con grandes facilidades de pago, para quienes la adquirieran.

A partir del año 2012, aproximadamente, Richard Dobson, junto a otros activistas, entre ellos el abogado José Ricse, empiezan a promover el uso [retorno] de las bicicletas, y crean el grupo “Ciclismo Moyobamba”; este grupo no sólo ha promovido el uso de la bicicleta, sino que su práctica se ha ido recuperando; fueron ellos quienes promovieron los famosos “un día sin auto” en la ciudad, así como los paseos de aventura a Yantaló, Rioja, Pacasmayo y otros lugares, y los paseos nocturnos de los jueves.

Adicional a ello, han participado y organizado encuentros nacionales sobre el uso de las bicicletas, por lo que, conocimiento del tema, tienen. Y resalto ello pues, uno de los principales opositores a la implementación de las ciclovías, ha insinuado que la Municipalidad no tendría por qué atender el pedido de dicho grupo (ciclismo Moyobamba), ni mucho menos del abogado Ricse (como si él estuviese dirigiendo la implementación).

Lo curioso de esta campaña de boicoteo es que se ha promocionado por personajes que no usan una bicicleta para su movilidad diaria, claramente se ve que su interés para la oposición es netamente personal; además, han aprovechado el poder que tienen frente al Municipio y su espacio en los medios de comunicación para lograr que dicha obra se paralice o cambie su forma de implementación. Incluso, se han mostrado reacios frente a quienes sí usamos una bicicleta para nuestra movilidad diaria y, nos tildan de ignorantes, de fanáticos y de tercos, sólo por el hecho de pedir que la ciclovía siga su rumbo.

Esta campaña de boicoteo me recuerda a cuando Moyobamba inició con la colocación de semáforos en las calles; daba la casualidad de que, en ese entonces, el uso de vehículos motorizados iba en aumento, por lo que colocar semáforos era necesario. Cuando el municipio empezó a colocarlos, las reacciones fueron similares, la gente se oponía a ello pues decían que les quitaría tiempo, que las calles de intersecciones en donde se estaban colocando no estaban debidamente pavimentadas, que sólo deberían colocarse en el centro de la ciudad y similares.

Aun así, la municipalidad insistió en colocarlos; ahora vemos que la gente se ha acostumbrado a ellos (a los semáforos); reclama cuando estos no funcionan y, en algunas ocasiones, han realizado campañas para colocar un semáforo, en una intersección en particular.

Se ha indicado que la implementación de las ciclovías sólo será pintada, es decir, un saludo a la bandera, pues, no la respetan. Esta vez, ese revanchismo y disgusto por una autoridad en particular, el boicoteo de esta ciclovía nos está costando caro, nos están obligando a nosotros los/las ciclistas, a seguir inseguros/as en las calles. Es una pena.

Simplemente KAJOVEPI

sábado, 24 de julio de 2021

covIDIOTAS



Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), un covidiota es “aquella persona que se niega a cumplir con las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio de la COVID-19, exponiendo así, al resto de personas”. Este término, que nació en Estados Unidos allá por marzo de 2020, poco a poco ha ido usándose con más fuerza para hacer referencia a los/las insensatos/as.

Seguramente, más de uno de ustedes recordará el suceso del 22 de agosto de 2020, en donde 13 personas, la mayoría mujeres, murieron asfixiadas en medio de una estampida; estampida que se produjo a raíz de una mala intervención policial en la discoteca “Thomas Restobar”, esto a raíz del reporte de varias llamadas por parte de los vecinos que indicaban que en dicho lugar había una fiesta, que estaba prohibida, y que, además, perturbaba su tranquilidad.

De las 13 personas fallecidas, 11 habían dado positivo a las pruebas COVID-19; así mismo, de las 23 personas arrestadas, 15 tuvieron el mismo resultado, esto, sin contar a las más de 80 personas que lograron escapar en medio de tanto alboroto.

Este lamentable hecho, lejos de llamarnos a la reflexión y por ende a los cambios de actitud respecto del cumplimiento de las normas de bioseguridad, simplemente a quedado y quedará como “un recuerdo amargo” del tiempo de pandemia pues, desde aquel día hasta la fecha se han seguido reportando una serie de celebraciones y fiestas entre privadas y públicas. Nadie, absolutamente nadie, respeta a cabalidad las normas exigidas.

Desde simples ciudadanos de a pie, que lo único que quieren es “mantener vivas su cultura” y por ende organizan fiestas populares, hasta autoridades que, aprovechándose de la investidura de su cargo, solapan, participan y promueven concurridas reuniones; pasando por grupos de organizadores de “fiestas COVID”; o de dueños de hoteles y restaurantes que han convertido sus hall o salones de comida en amplias salas de bailes; y ello sin olvidar a grupos familiares que optan por “pequeñas celebraciones” de regocijo; esto, sin olvidar a las iglesias (de toda denominación) que, confiados en su pase al cielo, olvidan usar la mascarilla durante los cultos.

Al parecer ni las multas, ni las condiciones de los hospitales, ni las listas de fallecidos (algunos de ellos quizás sus familiares) ni las variantes, ni nada, va a impedir este tipo de actitudes. Ya de por sí, el ser humano es un ser social, ello es una característica nata, lo cual no es problema; el problema radica en que, al parecer, no aceptamos esta “nueva normalidad”; pues todo parece indicar que existe una gran necesidad por volver a esa “normalidad” de la que gozábamos antes de que el bicho ese inicie su gira mundial indeterminada.

Es necesario que empecemos a pensar, aunque ya debimos haberlo pensado antes, en nuevos escenarios, en nuevas formas de celebrar, de reunirnos, de visitarnos; convencernos, de una vez por todas, que la mascarilla, pese a estar vacunados(as), seguirá siendo parte de nuestro outfit, seguiremos con el protector facial y con el distanciamiento social. Nuestra característica asociativa no puede suprimirse, es cierto, pero, no por ello vamos a exponer a los demás. Por el contrario, debemos seguir respetando esas medidas de bioseguridad, y evitar ser un covIDIOTA más.

Simplemente KAJOVEPI

viernes, 2 de julio de 2021

¿Cuál verdad?

 


Recuerdo que cuando estaba en quinto de secundaria, en el curso de comunicaciones, no habían dado como tarea armar una serie de exposiciones sobre temas diversos, todos estos relacionados a medios de comunicación. A uno de los grupos se le asignó que su exposición sea sobre “la noticia”, como tema.

El grupo hizo una exposición prolija, no me voy a quejar, hablaron sobre el concepto, qué significa, cómo es que esta se difunde y cosas por el estilo; hasta ahí, todo bien. Sin embargo, en la rueda de preguntas, posterior a la exposición, plantee una pregunta que hoy, 16 años más tarde, me la vuelvo a plantear “¿quién determina o cómo es que se determina que un determinado hecho, suceso, situación, etc., sea considerado relevante para que adquiera la categorización de noticia? ¿de quién depende?”

El grupo solo me decía que “la noticia se da” y que se “comunica cualquier situación relevante”, y en parte esta respuesta es cierto, pero, mi interrogante no iba por ese lado; entonces insistí y puse el siguiente ejemplo: “imaginemos que hoy, el dueño de un medio de comunicación “x” (radio, televisión, prensa), al momento de despertarse se cayó de la cama y ese incidente le provocó moretones en el cuerpo, ese, les decía, es un hecho o suceso del día; si tomamos el concepto ligero de que cualquier suceso del día puede convertirse en noticia, entonces el dueño de este medio podría exigir a sus relatores o periodistas armen toda una nota informativa sobre ¿cómo es que se cayó de la cama? y ¿cómo va su proceso de recuperación?; y ustedes me podrán decir: -pero este no es un hecho relevante-, y yo les respondería: -quizás para nosotros no, pero, bajo sus criterios puede que sí y como adicional a ello, es dueño de un medio de comunicación, puede informar lo que a él le venga en gana-…”.

Cerrado el ejemplo mi pregunta seguía vigente y se mantiene vigente hasta ahora, no porque no me hayan dado una respuesta en ese momento, sino porque es necesario que tengamos bien claro, al menos esa es mi definición, que: “es la coyuntura, es decir el contexto sobre el cual se están desarrollando los hechos los que determinan el nivel de relevancia del mismo [el hecho]; a esto, claramente, se puede sumar: el criterio de cada periodista, la postura del medio de comunicación, la neutralidad, el tipo de información (política, deportiva, social, farándula, policial, cotidiano…), la fuente sobre la cual proviene dicha información y otros factores”.

Durante los últimos días, se ha hablado mucho sobre la postura que los medios de comunicación han tomado en este proceso electoral y en particular en la segunda vuelta; se ha criticado hasta el cansancio como es que algunos medios, lejos de ser imparciales, como corresponde, se han inclinado hacia un partido en particular; y, aparentemente, han vendido su credibilidad a intereses económicos; tirando a la borda el prestigio de sus medios, sus programas y sobre todo su equipo humano.

Lo curioso es que este hecho no sólo se ha evidenciado en los medios nacionales, sino que también se ha evidenciado a nivel local, haciendo la salvedad que, en lo local, no tanto han sido los medios los que se han hipotecado, sino algunos periodistas y comunicadores sociales; puede que la hipoteca de ellos, en comparación con los medios nacionales, no esté ligado a beneficios monetarios, sino que responde más a criterios personales y a su conciencia.

¿Cómo es posible, por ejemplo, que, durante la semana pasada, luego de que el señor Fernando Olivera haga público unos audios en las que se escucha al señor Vladimiro Montesinos coordinar posibles sobornos para voltear los resultados electorales, a favor de la candidata Keiko Fujimori, y luego de que los hechos ocurridos a nivel del Jurando Nacional de Elecciones coincidan con lo que allí se dice; ningún medio de comunicación nacional, salvo algunos programas así como programas independientes, haya hecho eco al respecto, sino que por el contrario se insista en la idea del fraude?.

¿Qué tanta libertad están teniendo los y las periodistas para hacer bien su trabajo de informar con la verdad de manera clara y oportuna? Creo que quién ha sido el mejor ejemplo del nivel de incomodidad sobre el actual contexto informativo ha sido la periodista Mávila Huertas y sus diversos rostros de desconcierto y descontento; y no es para menos, ninguno de nosotros podría sentirse tranquilo, sabiendo que lo que se está diciendo en televisión es falso y sólo se hace por un interés en particular.

Se está manipulando la información de una manera tan descarada que, ese séquito de noticias falsas nos está generando inestabilidad social y, como lo dije en otra columna, ello trae consigo inestabilidad política y económica, afectando así a la sociedad, pero, en particular, a las poblaciones más vulnerables. 

Hace poco, en un conversatorio “privado”, se nos decía que los dueños de los medios, al saber del nivel de influencia que los mismos tienen sobre la población, lejos de optar por brindan información certera han optado por mercantilizar (negociar) sus líneas editoriales (la información) a favor del mejor postor, por eso que de pronto, noticias que deberían ser relevantes no lo son.  

Es muy probable que este circo informativo continúe, pero, dependerá de ustedes si logran que la función acabe ya y para ello, es necesario recurrir a fuentes informativas alternas, que existen muchas, pero, también es necesario que nosotros mismos tengamos criterio al momento de elegir y difundir determinada información.

Simplemente KAJOVEPI

viernes, 25 de junio de 2021

Denuncia la Trampa


Llevamos ya dos semanas desde que los comicios para la elección del nuevo presidente del Perú han terminado y, hasta ahora, pese a que ya se conoce el conteo final de votos al cien por ciento de la ONPE, la candidata por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, no acepta, lo que sería, su tercera derrota.

Por el contrario, ella y compañía, vienen inventando una serie de argumentos sobre un supuesto “fraude”; al respecto, y hasta el momento, no hay nada que pruebe tal acusación; por el contrario, frente a cada suposición de los hechos, los/las acusados/as han salido a desmentirlos, ejemplos, tenemos un montón.

Entonces, al ver que sus argumentos son inexactos, poco creíbles o simplemente inexistentes, ahora se optado por tirar esa pelota de la duda hacia la ciudadanía, y han empezado a solicitar, mediante el hashtag #DenunciaLaTrampa, que cualquier ciudadano(a) que haya sido testigo, o que mejor aún, tenga “pruebas sólidas”, de esto que ellos llaman “fraude”, pues lo publiquen en sus redes y uses dicho símbolo de referencia, para que así, la “denuncia” sea tendencia.

Ahora, Fuerza Popular, a través de esta estrategia, nos está dando un solo mensaje: “no tengo pruebas, pero, igual seguiré denunciando”; su misma lideresa lo dice a través de su cuenta de twitter (@KeikoFujimori), y lo cito: <<…ya sabemos lo que hicieron para voltear la elección. Hoy necesitamos saber cómo lo hicieron…>>. Con esta sola declaración, no es necesario ser un experto en derecho electoral como para darnos cuenta de que el tan mentado “fraude”, no existe. Surge entonces la pregunta ¿cuánto tiempo más vamos a seguir dando cabida a una denuncia insustentable?

El detalle de esta estrategia no es la tira de mentiras alrededor de ella, sino ¿cómo es que estas se están transmitiendo? ¿quiénes son los aliados o voceros, responsables de difundirlas? pero además ¿quiénes se la están creyendo?; y valgan verdades, pero, a estas alturas del partido, estoy convencido de que existen personas que, pese a no creer la existencia del fraude, están empezando a dudarlo, no porque se ha probado, sino porque tal acusación se ha repetido hasta el cansancio.

Y claro ¿cómo no podrían dudar? Si los principales medios de comunicación nacional (escrita, hablada y televisada) brindan enormes coberturas, sin ningún tipo de cuestionamiento, a cuanto personaje sale a denunciar el fraude, incluso a desconocidos que sólo salen a gritar, porque piensan que así les van a creer, como el criptólogo de Cuarto Poder, de este último domingo. Pero eso no es todo, sino que gran parte de la prensa local (periodistas de profesión o por afición), muchas veces llevados por sus apasionamientos, repiten aquello sin ningún tipo de análisis o investigación para contrapesar.

¿Cómo no podrían dudar? Si uno de los principales magistrados del Perú, Javier Villa Stein, se ha tomado la molestia de plantear un amparo para que este proceso se declare nulo, aun sabiendo que el único efecto que dicho acto producirá es una afectación a su bolsillo por haber gastado papel, tinta, tiempo y movilidades en vano, pues no procederá.

¿Cómo no podrían dudar? Si ahora incluso han presentado un Habeas Data para acceder al padrón de electores y verificar si efectivamente los que votaron son los que dicen que son; un procedimiento que de por sí, ya pone en riesgo y vulnera nuestra información personal, pues de darse el caso, no sólo accederán a tus nombres y apellidos, sino que podrán acceder a tu número de DNI, a verificar tu firma, tu huella dactilar; lo bueno es que existen opiniones favorables a la no entrega de dicha información. Y uno podría preguntaría, una organización que está acusada de haber falseado información de aportantes a su campaña ¿para qué quiere nuestros datos personales? ¿pretende acaso ponernos como sus nuevos aportantes?

¿Cómo no podrían dudar? Si un grupo de militares en retiro, han enviado una carta al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas exigiéndoles que tomen el poder, y se respaldan en malas interpretaciones y descontextualizaciones de varios artículos de nuestra Carta Magna; al respecto, el presidente Sagasti, ha respondido de una forma elocuente, precisa, concisa y firme y ha pedido, lo cual es aplaudible, se investigue a estas personas, pues se estaría configurando el delito de sedición.

Y así podemos tener más casos, cuyo efecto inmediato, es sembrar la duda en la población; de hecho, el uso de este hashtag #DenunciaLaTrampa, es una carta abierta a una masiva invasión, sobre todo en las redes sociales, de noticias falsas o pretenciosas, y que cuyo único fin es desestabilizar no sólo el proceso, sino sembrar dudas y temores sobre el próximo gobernante, Pedro Castillo, a fin de deslegitimizar su gobierno y sentar las bases necesarias y suficientes para una pronta vacancia, ¿caerás en la trampa?

Simplemente KAJOVEPI

miércoles, 16 de junio de 2021

Hay que saber perder

Cafecines, ¿cómo les va?, supongo que, sorprendidos con el saludo inicial y con estas primeras líneas, y tienen razón, yo también me sorprendería de leer a alguien, después de un prolongado tiempo, más aún cuando su silencio no se avisó ni se avizoró.


Pero, vamos, les explico así rápido, como lo mencioné en mi artículo de la semana pasada (publicado sólo y exclusivamente en mi blog personal), por motivos de la segunda vuelta y teniendo una abierta inclinación a una de las dos candidaturas, decidí guardar silencio durante toda esa campaña, a fin de evitar filtrar mis posiciones políticas, evitándote así una influencia de mi parte, en tu voto.  

La segunda vuelta ya pasó, aunque al parecer la campaña electoral se mantiene, al menos eso es lo que percibo cuando veo las manifestaciones que a diario se dan, por parte de ambos grupos; de momento, y según las proyecciones, es posible que Pedro Castillo sea declarado el ganador de esta contienda, aunque el margen de diferencia sea muy ajustado. De hecho, ya algunas autoridades, escritores, politólogos, estadísticos, reporteros y otras personalidades, ya han empezado a saludarlo y a mostrar su predisposición para un trabajo en conjunto (ojalá y no sean saludos apresurados).

Puedo identificar o en todo caso sumarme a al menos tres de las razones por la cuales se intuye que Castillo ha ganado; la primera, porque según el histórico de las proyecciones de IPSOS (conteo rápido ONPE) siempre han sido similares al resultado oficial; la segunda, y aunque puede parecer muy contradictorio pero, es interesante como Keiko Fujimori ha salido a denunciar supuestos fraudes en algunas mesas de votación, y como les decía, esto puede ser muy contradictorio pero, según algunos entendidos en este tipo de contiendas, este tipo de declaraciones, por parte de la candidata Fujimori, sólo demuestra que está aceptando su derrota, de una mala forma, sí, pero lo está aceptando; y la tercera razón va ligada con la segunda, frente a las declaraciones de supuestos fraudes, se han presentado solicitudes de nulidad de actas (de votos contabilizados), y, nuevamente las proyecciones indican de que el margen que tiene Pedro Castillo le da la chance de resistir estas impugnaciones, pero, adicional a ello, los organismos internacionales (observadores), la OEA, los mismo organizadores del proceso y otros, ya han indicado que no pueden dar crédito a tales acusaciones pues el proceso se ha llevado con la máxima transparencia y legitimidad.

Ahora bien, como dije hace un momento, pareciera que aún seguimos en campaña política; la candidata Fujimori no solo no está aceptando su derrota, sino que adicional a ello, con las denuncias de los supuestos fraudes, está pretendiendo desacreditar tanto el proceso como a las mismas instituciones convocantes (ONPE, RENIEC, JNE), pero además, está poniendo en tela de juicio la honorabilidad de quienes cumplieron con su roll de ser miembros de mesa, a quienes incluso, de ser admitidas estas impugnaciones, se les podría abrir procesos judiciales.

Lo curioso de estas impugnaciones y como ya se ha mencionado en más de una ocasión (no está demás recordarlo), es que sólo se han observado, al milímetro, aquellas actas en donde el contendor, Pedro Castillo, tiene un mayor número de votos e incluso todos los votos de esa mesa; otro de los hechos curiosos es que las impugnaciones presentadas fueron o a destiempo o sin adjuntar los baucher de pago de los aranceles correspondientes, haciendo que el proceso sea una pérdida de tiempo pues se estaría declarando improcedentes ipso facto; adicional a ello, varios de los y las miembros de mesa, cuyas identidades han sido violentadas públicamente, ya han salido a desmentir dichas acusaciones, a demostrar cómo es que firman, a demostrar que no son familia (pese a tener el mismo apellido) pero además, a pedir una pizca de disculpas públicas, caso contrario, amenazan con poner denuncias por difamación contra Keiko Fujimori, un hecho que me parece justo, sin embargo, dudo mucho que estas denuncias prosperen, de la misma forma en que dudo que se les pida disculpas. 

Una de las cosas que no me queda claro es ¿cómo podría haber fraude sólo en determinadas mesas y no en todo el proceso? ¿por qué sólo se observan aquellas actas en donde Pedro Castillo tiene mayor número de votos e incluso todos y no se aplica la misma lógica para con las actas en donde es Keiko Fujimori la ganadora? ¿es imposible entender que los votos tienen el mismo valor sea cual sea el lugar dónde se emitieron? ¿es imposible entender que hay zonas en donde uno de los dos candidatos no va a tener ningún tipo de aceptación? ¿por qué denunciar fraude sólo en segunda vuelta y no en la primera, si los electores, los y las miembros de mesa y los organismos organizadores son los mismos?

Esta denuncia también ha traído una serie de manifestaciones en redes sociales, y que se concretizaron en marchas públicas; tenemos por un lado a quienes dicen defender la democracia y están en contra del comunismo, pero que sin embargo sus actitudes son grotescas, insultantes, matonescas, fascistas, deliberativas, racistas, discriminatorias, que no aceptan los resultados, que no aceptan el voto de las mayorías (así el margen sea de un voto, igual son mayoría), en pocas palabras, totalmente antidemocráticas; y por el otro lado, a quienes juran que son de izquierda, pero no comunistas y que exigen se les respete sus votos, aquellos que con discriminados y acusados de terroristas pero que están haciendo vigilias pacíficas, aquellos que no tienen los recursos suficientes para contratar a los mejores staff de abogados de Lima a fin de que les ayuden a defender sus votos, aquellos que son acusados de que nos quieren quitar todo, pero que están sobreviviendo con donaciones y que lo poco que tienen (de comida) lo comparte con ese policía que saben, en cualquier momento los pueden reprimir.

Lo malo no es protestar, de hecho, estamos haciendo uso de uno de los tantos derechos que nos resguardan, lo malo es que las protestas (por ambos grupos) están generando una inestabilidad política, social y hasta económica; y aunque ambos grupos son responsables de esto, sin embargo, ello no nos va a limitar ser franco, es el fujimorismo, al no aceptar la derrota, el que tiene mayor grado de responsabilidad de la situación.

Ya de por sí, la campaña electoral nos ha dejado enormes heridas de tipo social, cuya restauración será uno de los principales retos para el nuevo gobierno; no podemos seguir enfrascándonos en que determinado grupo es malo o peor, tampoco podemos seguir bajo la lógica insultante o amenazante; existe una sociedad de por medio que requiere de nosotros y nosotras y que mientras nuestras rupturas no se restauren no podremos conseguir progreso comunal (les prometo que en mis próximos artículos profundizaré sobre esto).

Considero que Keiko Fujimori, ya debería dejar a un lado toda esta lógica berrinchuda y aceptar, de buena fe, como lo prometió y firmó en más de un juramento, que una vez más ha perdido. Pedro Castillo debe seguir mostrando esa actitud pacificadora pero vigilante y esperar, con calma pero alerta, los resultados finales. Y Cerrón, que también tiene vela en este entierro, debería ya dar un paso al costado, entender de una vez por todas que, al igual que a Keiko, a él no lo elegimos y que, por lo tanto, no puede seguir poniendo condiciones para la gobernabilidad de nuestro amado Perú.

Simplemente KAJOVEPI

viernes, 4 de junio de 2021

No, no soy estúpido

 

Desde que nos mandaron a una cruel campaña de camino al segundo balotaje para elegir, por fin, a quien será el o la responsable de llevar las riendas del país por los ¿próximos? Cinco años; he tomado la decisión de enfriar este café, y ello básicamente porque, como le decía a uno de mis lectores [y primo], lo que menos quería era utilizar este espacio para, de alguna u otra forma, condicionar o direccionar tu voto, aprovechándome de ese nivel de influencia que esta modesta columna tiene.

Discúlpenme, pero, creí, creo y seguiré creyendo que la función de los medios de comunicación (hablado, televisado, escrito o digital), en este tipo de situaciones debe ser, por sobre todas las cosas, absolutamente neutral. Y ello no solamente compete al responsable de línea editorial o a los dueños, si acaso su intención no es comercializar con la información, no; compete también a quienes desde nuestros espacios nos hemos convertido en colaboradores (reporteros, redactores, editores, presentadores, analistas, etc.).

Sin embargo, en esta ocasión y dadas las circunstancias en donde la mayoría de los medios locales y nacionales [en especial los “gigantes” del gremio] han enfilado, descaradamente y sin reparo alguno, a favor de Fuerza Popular; intentaré pues, apelar a mi derecho a la libertad de expresión y pensamiento para mostrar mi postura frente a este proceso. Aclaro, que el uso de este derecho, no me da la facultad de obligarte a pensar como yo, ni mucho menos a que emitas tu voto por quien yo lo haré, no; tú, eres libre y lo seguirás siendo.

Pero, sí debo hacer una denuncia de tipo pública; y es que medio de todo, este proceso ha levantado lo más vil y cruel que sociedad teníamos o escondido o aguantando; y esas brechas que nos han dividido por años, por década diría yo, hoy se han profundizado al punto tal de llegar a un abismo enorme.

De pronto, el decir que vas a votar por Pedro Castillo, ha sido la puerta abierta para que recibas insultos de todo tipo; defender tu voto, un hecho que no debería ser necesario en medio de una sociedad que se jacta de ser democrática, ha sido una batalla desgastante que ha multiplicado los niveles de ansiedad, propios del diario vivir; en mi caso, han cuestionado mi trabajo, y me llamado comunista, terrorista, resentido social, insensato, mal padre, bruto, ignorante, animal e incluso estúpido. Y no, no lo soy, no soy estúpido.

Pero carambas, ¿qué tan estúpidos nos ven los hermanos Fujimori, para hacernos creer que durante todo este tiempo estuvieron peleados y ahora, oh sorpresa, en el marco de esta segunda vuelta, se han reconciliado, porque quieren, según ellos, salvar al país?

¿Qué tan estúpidos cree Kenji que somos, al asustarnos con el alza de la cerveza? ¿Acaso cree que somos todos unos borrachos empedernidos y que no podemos vivir sin ella? Y nos asusta diciendo que las importaciones de las “placas madre” para los juegos en línea ya no se darán y por lo tanto ya no podremos jugar dota o fire free o lo que sea ¿acaso pretende insinuar que no tenemos otra cosa más que hacer que jugar?, y se jacta de analista político y te dice que si “el comunismo” llega al poder, vine para quedarse, para destruir la democracia, para saquear las instituciones del Estado rompiendo así la libertad de los poderes y la institucionalidad, pero, se olvida que fue su padre el que hizo todo eso de lo que nos advierte.

Y viene Keiko y nos dice, desde su lujosa cocina, que el “Plan de Castillo va a afectar nuestros bolsillos”, que con él en la presidencia el precio del pollo se triplicará, pero, nosotros responderemos: “no sólo de pollo vivirá el hombre”. Viene y te asusta diciéndote que “el comunismo” se va a llevar tus casas, te vas a quedar sin ahorros, sin tu carro, que van a confiscar tu AFP; y la situación será tan terrible que vas a verte en la necesidad de migrar a otros países para vender tus papas rellenas en medio de sus plazas principales; pero ¿de qué casas habla?, si conseguir una nos cuesta una vida, y cuando la conseguimos corremos el riesgo de que sea el banco la que nos la quite, cuántas familias se han quedado en las calles porque, literalmente, no han podido cubrir los altos intereses.

¿A qué ahorros se refiere?, si ya lo perdimos todo por esta maldita pandemia en donde nuestro precario sistema de salud pública no ha sabido responder y en donde los privados se han aprovechado de la situación; he visto con dolor como más de un compatriota ha sido capaz, incluso, de ofrecer sus órganos a cambio de una cama UCI para sus familiares; ayer mismo, una familia denunciaba que una clínica privada no le permitía sacar el cuerpo de su familiar, porque antes deben pagar su deuda de más de un millón de soles.  Y ahora de preocupan de tu jubilación, cuando la ONP te da una miseria y las AFPs se enriquecen con tu dinero.

Y han sido capaces, de comprarse líneas editoriales, de poner y sacar a periodistas a su antojo, se han creado medios periodísticos que no son otra cosa más que panfletos; han manchado la camiseta y ahora dicen que los discursos de los seleccionados han sido “iniciativas ciudadanas”; afirman que los paneles deshonrosos e insultantes que invadieron la capital y otras ciudades, también son iniciativas ciudadanas; los grandes empresariados, los que están acostumbrados a explotar y coaccionar a sus trabajadores, ahora los reúnen en asambleas para insinuarles [obligarles] a votar a favor de Keiko, que si gana se llevaran bonos de hasta 500 soles o de lo contrario, van a cerrar la empresa y los van a despedir, y sí, se están jugando cruelmente con el sustento familiar, pero, a ti te venden el humo de que serás el “héroe de la democracia”; se han aprovechado de un lamentable hecho de sangre que ha enlutado el país para armarte todo ese psicosocial de que con Castillo los “coches bomba” van a volver, y ese ha sido el discurso más miserable que he escuchado hasta ahora.

Nos creen estúpidos y pretenden comprarnos el voto ofreciéndonos jugosos bonos, bonos que al final de cuentas son préstamos personales; y te dicen que no te debes preocupar, que tenemos una economía lo suficientemente rentable, como para endeudarnos hasta el cuello, y claro, si lo hacen, tú, tus hijos, tus nietos y quizás hasta tus bisnietos, van a tener que pagarlo con el sudor de su frente ¿no que les importaba la familia?. Se han aliado con la farándula, con esos programuchos de quinta que sólo embrutecen a los televidentes, y sus protagonistas creen que amenazándote que dejarán el país, si acaso Castillo llegase a ganar las elecciones, tu vas a cambiar tu voto.

Voy a votar por Castillo, sí, y no soy ningún estúpido; voy a votar por él, porque en medio de todas mis dudas, albergo una luz de esperanza; y me uno al grito de los que piden un cambio estructural, aún siendo consciente de que ello no lo lograremos de la noche a la mañana, pero, estoy convencido de que esto puedo ser el inicio para ello; de momento, Castillo ya ha demostrado que puede ser moderado, que puede dialogar, tiene un equipo técnico que apuesta por el cambio.

Finalmente, afirmo que votar por Keiko no te hace un defensor de la democracia, de la misma forma en que votar por Castillo no te vuelve terrorista.

Simplemente KAJOVEPI

jueves, 15 de abril de 2021

Final inesperado

 ¿Cómo están mis queridos cafecines? la verdad es que he querido escribir estas líneas como una reacción inmediata al famoso flash electoral, sin embargo, aquella foto, casi inesperada por la mayoría, me ha dejado atónito, al punto tal, que he preferido acomodar mis ideas y apasionamientos, antes que lanzarme al teclado de mi computador.

Creo que la mayoría de nosotros, sino todos, no esperaba ver esos resultados en la pantalla; salvo aquellos han podido acceder a las famosas “encuestas secretas”, de la última semana, que son diseñadas exclusivamente para la prensa extranjera, en donde ya se veía que ese era el destino de nuestro querido Perú.

¿Qué pasó para llegar a ese nivel? Nada, simplemente la gente se fue a las urnas y dio a conocer su parecer, ¿debemos juzgarlos por ello? No, ¿debemos crucificarlos? Tampoco, ¿debemos insultarlos, humillarlos, menospreciarlos? Menos. Porque esto es parte de una sociedad democrática, la diversidad de pensamiento, de pareceres, de propuestas; y, si estos, no alteran o violan nuestros derechos, pues va bien.

Nos han dejado, sí, una segunda vuelta un tanto complicada, entre dos extremos (derecha e izquierda); no les voy aconsejar que vicien su voto o que no vayan a votar, porque, de llegar al 66.6% de votos nulos o blancos, que es la nueva propuesta que está saltando últimamente, se vuelve sí a llamar a nuevas elecciones pero, los candidatos serán los mismos, es decir Pedro Castillo y Keiko Fujimori; dado que lo que se estaría declarando desierto es la segunda vuelta, más no la primera; así que, dejen de fomentar la irresponsabilidad.

Si no quisiste llegar a esta situación, entonces, hubieses sido un poco más analítico en este primer proceso, te hubieses informado, leído los planes de gobierno, analizado cada punto y luego ya te ibas a las urnas; pero, si acaso has ido a ellas sin haber investigado y sólo marcaste por marcar, o porque tal candidato te parece simpático, o porque, en teoría, te ofrecía lo que quería escuchar (es decir sólo discurso), o porque viste sus videos en tiktok, entonces no hay por qué quejarse; menos aún, si no te has aparecido a tu centro de votación.

En función de estos resultados, se ha hablado mucho sobre la función de la prensa, en espacial de la prensa nacional, acusándoles de haber intentado manipular el voto popular; y yo sigo creyendo que ello no es así, es cierto que tienen cierto nivel de influencia, pero, también es cierto que nosotros, los consumidores, tenemos la opción de cambiar de canal o de dial, de ubicar prensa alternativa y neutral, de contrastar la información, y sobre todo tenemos capacidad de raciocinio; por lo tanto, los votos siguen siendo personales.

También se ha cuestionado la credibilidad de las encuestadoras; se ha dicho que, al igual que la prensa, han intentado manipular la información, han inflado las cifras y sólo en la última semana, en especial en la semana de las encuestas prohibidas (prensa extranjera), se empezaron a mostrar los resultados reales, que son los que finalmente la ONPE ha confirmado; pero, de ser cierto esto, entonces ¿por qué Castillo pasó a segunda? Si en teoría las encuestadoras están a favor de la derecha, en ese caso, los que estarían disputando la presidencia ahora, serían dos candidatos de derecha. Ahora bien, dependerá de ¿cuándo, dónde, cómo y a quienes se hicieron las encuestas?

También nos preguntamos ¿cómo es posible que luego de más 20 años de haber derrotado el régimen fujimorista, la gente aún sigue creyendo en Fujimori?; es probable que no crean en Keiko, por todo lo que ella tiene encima pero, sí en el apellido, en el legado que su padre nos dejó; después de todo esa imagen de: estabilidad económica; de atención en salud y educación (construcción de postas y escuelas); de una nueva constitución, aparentemente más democrática; de haber derrotado el terrorismo, porque, aunque no fue él, él se llevó el crédito y otros similares; aún se mantiene vigente y se sigue alimentando, pese a toda la lucha antifujimorista de años.

Creo, en el caso Castillo, que su posición privilegiada, primer lugar, se debe a años de construcción de un partido a pie; de caminar junto al pueblo, de escuchar sus necesidades y de prometerles que, de llegar a la presidencia, él los va a atender; de hecho, algunas de sus propuestas, responde a ese clamor: un cambio de la constitución; la nacionalización del gas de Camisea; la renegociación de algunos contratos mineros; decir No a Conga y Tía María, por mencionar algunas.    

Frente a este nuevo proceso, sólo nos queda investigar y elegir, otra vez, al mal menor, ojalá y algún día aprendamos de ello.    

Simplemente KAJOVEPI

sábado, 10 de abril de 2021

¿Por quién vas?

 


Esta es, quizás, la pregunta más frecuente que nos hemos hecho en los últimos días; nos ha interesado saber, por curiosidad o por otros detalles, por quién es que, mi amigo, amiga, vecino, familiar, etc., va a emitir su voto en los comicios de este domingo; entonces, nuestras conversaciones se han resumido a ello ¿por quién vas a votar? Seguido de un ¿por qué?

Valgan verdades, pero, luego de haber escuchado las diversas propuestas en el Debate Presidencial, organizado por el JNE, y después de haber escuchado y leído las 18 propuestas presidenciales, sí que tenemos una difícil tarea.

No pretendo usar estas líneas para indicarte por quién debes votar, esa es y debe ser una decisión absolutamente personal que, además implica un alto grado de responsabilidad, pues, tu voto y el mío, elegirán una nueva administración nacional; entonces, debemos tener mucho cuidado por quién vamos; después de todo, es la implementación de sus políticas de gobierno las que nos afectará, para bien o para mal, a todos y todas.

Lo que sí debemos tener en claro, en el marco del actual contexto, es: primero, evaluar cuál de todas esas propuestas son realmente viables; segundo, verificar si responde adecuadamente al contexto; tercero, evitar que sean alternativas populistas, que pueden parecer buenas, pero que al final son malas.

Para el actual contexto, nuestra principal atención debe ser sobre políticas en Salud (respuesta a la pandemia), en Educación (acceso universal) y Económicas (reactivación); los otros ejes también son importantes, pero, estás requieren atención inmediata.

Te animo entonces, a utilizar estos últimos días para que pienses y repienses tu voto antes de ir a las urnas; para que, si no lo has hecho aún, leas sus propuestas de gobierno y elijas a tu mejor opción; no te dejes llevar ni por lo que digan las encuestas, o por lo que diga el vecino, o por lo que te diga tu jefe, ni mucho menos por los discursos llenos de odio que se predican desde la Catedral de Moyobamba.

Recuerda que este proceso electoral es importante para el futuro del país, por lo tanto, tu voto también es importante; pero, al mismo tiempo, ten presente que este proceso no nos puede ni nos debe separar como amigos o familia, entonces, que nuestras discusiones sean sin apasionamientos, sino que se enmarquen en el respeto mutuo y bajo fundamentos sólidos. Finalmente, no botes tu voto.   

Simplemente KAJOVEPI

sábado, 3 de abril de 2021

Feliz aniversario

Como no recordar la fecha en que nos vimos por primera vez, jamás podría olvidar aquel día en que nuestras miradas se cruzaron y nuestros seres de inmediato hicieran clic, cual si estuvimos destinados el uno para el otro; probablemente algunos dirán que me hiciste brujería, en cambio yo, yo podría afirmar que no, pues nunca antes te vi, no, en esta ocasión creeré en el destino y diré, que fue él, el destino, quién quiso juntarnos, y, aunque no sé cuánto tiempo más durará nuestra relación, al menos por ahora, te agradezco por estar conmigo todo este año, sí, gracias por cuidarme siempre, no sabes cuánto es que te debo.

¿Te acuerdas de nuestra primera cita?, las cosas no iban tan bien que digamos, no, definitivamente no; salir de casa era un tanto complicado, de hecho, hasta ahora lo es, la diferencia es que hoy tenemos menos restricciones que antes; pero, en aquellos días, no podías salir por cualquier cosa, no, debías salir sólo y únicamente si era necesario; salir era peligroso, lo era menos si tú me acompañabas, una vez más, gracias por no permitir que salga sin ti nunca, aunque esto suene algo “tóxico”.

Lo lindo de esos primeros días, o meses, en que iniciamos lo nuestro, era contar con seguridad por todos lados, sí, te acuerdas de que el ejército y la policía rondaba por nuestra casa y calles aledañas o cuando los cruzábamos por el banco o el súper ¿te acuerdas?, cómo no acordarse, si era (y lo sigue siendo) obligatorio salir contigo, ya que si salía sin ti, y por las calles ellos me encontraban, eso significaba hacer una parada obligatoria en la comisaría, gracias, nuevamente gracias, por no dejar que caiga en la tentación.

Ahora, lo malo de esos primeros días, era que no habían muchos motocares disponibles, y subir a los pocos que había significaba un alto riesgo, aparte de que abusaban con los pasajes; entonces, teníamos que hacer largos tramos a pie, a veces sin nada y otras veces jalando todo el peso de las compras de la quincena; créeme que muchas veces he sentido que me asfixiabas, sí, sentí tu presión y sentí que estaba por desmayar, quería tirarte al próximo tacho pero no, tenía que tragarme esa asfixia y seguir.

Después, decidí romper los estereotipos y empecé a manejar mi bicicleta rosa (o bueno, mi hija dice que es morada, créanle a ella), mis únicas paradas: la casa de mi madre, que se convirtió en una bodega; el banco para retiro de fondos; la fachada de la oficina para robar la señal de wifi y actualizar mis aplicaciones; la tienda de mi amigo David para recoger unas boletas y hacer otros pagos; y, en una que otra ocasión, la casa de mi jefe para entregar o recoger unos cuantos documentos. Pero, esa bicicleta es pequeña y no le sirve a mis piernas, así que, me vi obligado a comprar una bicicleta clásica alta, sí, una Monark de esas antiguas y de la que enamoré desde el primer momento en que la vi, estoy tan enamorado de ella que incluso la personalicé con una placa, sí, ese fue otro amor de estos tiempos, tranquila, hay corazón para las dos.

¿Sabes? Yo quería mucho a tu primera versión, sí, me gustaba por lo suave y simple que era, pero, ese era tu problema, ser simple y débil y yo, yo necesitaba algo más grueso y tosco, ser parte de un grupo de alto riesgo, te obliga a ello; así que, tuve que recurrir a Marlith, una amiga que te confecciona, para buscar la ideal (en diseño y tamaño) para mí, complicada tarea; a veces incluso, he tenido que usar dos al mismo tiempo, otras veces me he tenido que poner un plástico protector en la cara, hubo ocasiones en que necesité una quirúrgica o una más sofisticada como, tus amigas, las pitucas KN95; ahora último, estoy usando las que me regalaron en la oficina, y otros días uso las que yo mismo diseñé; eso es lo interesante en ti, que eres multifacética.

Sí, yo sé que a ti te molesta que algunos no te usen bien, pero, déjalos, que mi chamba y la del resto, que sí te sabemos usar, seguirá siendo la de sensibilización en ello, en tu buen uso; mientras tanto, quiero agradecerte por acompañarme todo este año, feliz aniversario mi adorada mascarilla, de este, tu querido usuario.    

Simplemente KAJOVEPI

sábado, 20 de marzo de 2021

Mi casa, mi escuela

Hace un poco más de una semana, junto a una compañera de trabajo, visitamos, por razones de trabajo, una Institución Educativa de Moyobamba ciudad; allí, una larga cola de: algunos adolescente, padres y madres de familia (algunos acompañados junto a sus hijos e hijas); había quienes usaban bien sus mascarillas, pero otros no, es más, algunos niños ni siquiera las llevaban puestas; y qué decir del distanciamiento social, ello, era letra muerta.

Había, en la entrada, un personal que, en teoría, debería tomar la temperatura a todo quien ingrese al recinto, y digo en teoría pues, cuando nosotros llegamos, no nos dijo ni pío. se encargaba de tomar la temperatura a quienes ingresaban al recinto, o al menos, esa era su función, pero, cuando nosotros llegamos no nos dijo ni pío.   


Al principio, no sabía cuáles eran las razones por las cuales el colegio tenía a tanta gente dentro; luego, vimos que la mayoría llevaban en manos las famosas “carpetas de recuperación”, impresas y anilladas. Sí, esas asignaturas/cuestionarios, que se repartieron a inicios de año a los y las estudiantes que, por diversas razones, no pudieron llevar las clases del “Aprendo en Casa”; las mismas que deberían desarrollarlas y luego devolverlas para así, garantizar ser promovidos de grado, caso contrario, se aplazarían.

Mientras esperábamos nuestro turno de atención, mi compañera me comentó que durante las vacaciones había hecho un voluntariado virtual, para asesorar a 02 estudiantes con sus carpetas; me emocionó saber ello, pero, luego me comentó las razones por las cuales estos 02 niños, fueron a recuperación. “Los chiquitos eran bueno, es decir, no habían ido a recuperación porque no sabían, no; sino que, uno de ellos, no pudo llevar las clases porque, en su casa, sólo tienen un celular y ellos eran cuatro, y a veces el papá llevaba el celular al trabajo; el otro era porque el celular que tenía, era de esos chanchitos”.

Entramos a nuestra cita, hicimos lo que teníamos que hacer y, de pronto, tocamos el tema de la conectividad y las clases y la propuesta de que el tema sea presencial y la incertidumbre que ello generaba. Nuestra conversa cerró con una revelación que me asombró más “aquí joven, aquí más del 40% de estudiantes han ido a recuperación, básicamente por problemas de conectividad”.

Pensé muchos en aquellas respuestas; pensé mucho en aquellos y aquellas estudiantes que, cuando los contactaba para hacerles una encuesta o pedirles se conecten a un zoom, me decían “no puedo”, “estoy trabajando”, “no tengo megas”, “no tengo señal”, “está lloviendo” y cosas por el estilo; pensé en aquellos y aquellas docentes que, cuando les llamaba o escribía me comentaban que estaban preocupados porque uno de sus alumnos desistió de seguir estudiando o porque simplemente uno de ellos no se conectó o no está enviando las tareas.    

Hace, exactamente un año y algunos días más, y sin que se inicie el año lectivo 2020, el MINEDU decidió suspender “temporalmente” el servicio educativo presencial, como una forma de contrarrestar la propagación del COVID19 y como una medida de bioseguridad para los y las estudiantes. Nadie nos dijo que esta “temporalidad” duraría todo el año lectivo 2020, y tampoco nos dijeron que se extendería al 2021. Simplemente nos dijeron, vayan a casa, ya luego les diremos cómo haremos para que sus hijos e hijas sigan estudiando, no se preocupen, que no van a perder el año.

Han pasado un año desde que se declaró la pandemia mundial de la COVID19; un año desde que nos mandaron al confinamiento; un año desde que hemos podido ver y vivir de cerca las falencias y lo obsoleto que está nuestro servicio de salud, pero, también, el servicio educativo; un año en que algunas de las empresas de telecomunicación privada, antes que poner sus servicios a disposición del Estado para llegar a la mayor población estudiantil posible, decidieron poner sus facturas por servicios de transmisión; un año desde que nos prometieron tablets con conectividad satelital y con cargadores solares, a fin de que nadie, sí, nadie deje de estudiar, ya sabemos que las tablets recién están llegando.

Es preciso preguntarnos, en todo este año ¿qué tanto hemos aprendido? ¿qué tanto hemos avanzado? ¿qué tanto hemos hecho? Es cierto que la pandemia nos agarró desprevenidos y reveló lo pobre de nuestros servicios; pero, también es cierto que la pandemia ya de por sí nos dijo “te acompañaré un par de añitos más, así que, es mejor que mejores y potencialices tus servicios”; y, sin embargo, vemos que no, que esos servicios no se mejoraron y menos se repotenciaron, por el contrario, hemos visto una serie de vicios, actos de corrupción y de aprovechamiento, alrededor de ella.

En tanto la cartera de Educación, ponga en orden sus ideas y planes; nuestros hijos e hijas están destinados a pasar un nuevo año con la escuela en casa, con todo lo que ello significa; y son conscientes que quizás, esos porcentajes de desertores aumentarán conforme los días pasen; son conscientes, de que la brecha educativa y digital se seguirá calando más la sociedad; son conscientes de que un estudiante sin acceso a red puede vivir en la misma cuadra que otro que tiene todas las facilidades del caso; son conscientes de que el servicio no es de calidad, pero, lo peor, es que no hicieron nada por mejorarlo.

Simplemente KAJOVEPI

jueves, 4 de marzo de 2021

Cuando quiero me vacuno

 

No sé si ustedes la recuerdan, pero, allá por la década del 90, hubo una canción interpretada por  El Lobizón del Oeste, que llevaba el título de “Marta”; el coro decía algo como <<…Marta soy el número uno, Marta cuando pueda te vacuno…>>. Sinceramente, no sé cuales eran las intenciones del artista, al momento de escribir estas líneas, y en el internet tampoco hay referencias de ello.

Tampoco sé, cuánto tiempo más estuvo en el mercado o en nuestras mentes, pero, recuerdo que una candidata lo usó como jingle para su postulación al Congreso; y, en el programa “humorístico” de Risas y Salsa, un supuesto Doctor, también lo usaba para, supuestamente atender a su paciente de siempre, obviamente, en ambos casos, la cosa iba muy en doble sentido.

Descuiden, que estas líneas no serán de humor, ni de violencia, ni de otro tipo de vacunadas; pero, sí, intentaré plasmar mi punto de vista, en relación al tema del “VacunaGate”; un hecho del cual se habló demasiado durante la tercera semana de febrero, pero, que, a estas alturas, pareciera ya nos hemos olvidado.

Según informó el periodista Marco Sifuentes, todo empezó cuando el médico Hugo Maguiña, se enfermó de COVID19 pero, no le fue tan mal; según Maguiña indicaba que logró superar la enfermedad por haber consumido ivermectina, pero, sus compañeros le tiraron dedo, diciendo que “él había recibido la vacuna Sinopharm”; entonces, todos nos empezamos a preguntar ¿cómo es que recibió la vacuna, si esta recién había llegado y estaba destinada para la primera línea, pero, además, el no era parte de esa lista de primeros privilegiado?, y fue allí cuando se levantó el telón y se descubrió todo el negociado que hubo detrás de ella.

A estas alturas del partido, ya tenemos la lista de los 470 individuos que recibieron la vacuna de manera secreta; un grupo de esos 470 las recibió de manera ilícita y abusando de sus cargos, y, otro grupo (los estudiantes de medicina), también lo recibieron, pero, fueron engañados previo a su aplicación.

También existe la información de que otro lote, de las 3000 dosis extras, fueron a parar a la embajada China, aunque no sabemos a quienes se las aplicaron. Y adicional ha ello hay un lote de vacuna que no fueron aplicadas y están bajo la administración de la Cayetano Heredia, pero, también hay un lote ¿perdido?, esto último, es bastante cómico, de verdad.

Es muy probable, que todo este escándalo de las vacunas, haya servido como una especie de psicología invertida; es decir, previo a su arribo, mucha gente afirmaba que no se la aplicaría pues tenían dudas, pero, una vez que vieron que Vizcarra, Mazzeti y otros altos funcionarios se la aplicaron sin ningún temor, entonces, ello quiere decir que sí son confiables, sí son efectivas y sí son buenas (un corrupto, jamás se aplicaría o tomaría algo que sabe, le hará daño, porque siempre buscan su propio bienestar), por lo tanto, de este grupo de personas que decían no se las iban a aplicar, un buen grupo cambio de opinión por el se las aplicarían.

También es probable que todo este escándalo, sirva como excusa para que el Estado demuestre, ante la ciudadanía, su ineficiencia en la administración de un preciado elemento como este, y, por lo tanto, sea la misma ciudadanía la que exija que ello pase a la administración de los privados; puede suceder también, que sea el mismo Estado el que lance la propuesta de que los privados se hagan cargos, sin temor a que la ciudadanía se levante, pues ya demostraron ineficiencia y, pues, saben que la ciudadanía dirá que sí.

Ahora bien, en el Congreso, ya se han presentado hasta siete proyectos de Ley que plantean ello (es decir, que la administración quede a manos de los privados); y la misma CONFIEP ya ha planteado una posible alternativa (similar a los proyectos de Ley). De momento, siento que la ciudadanía no se ha comido el cuento, y está exigiendo que la administración siga siendo pública, pues así, garantizaríamos que sea universal, en especial para quienes menos tienen.

Se ha revelado documentación secreta, en la que da cuenta que fue China la que propuso que esas dosis extras o de cortesía o de donación o como quieran llamarlas, sirva como una especie de garantía (estrategia) para que se garantice su compra de parte del Estado peruano; dicha estrategia (propuesta indecente) ha sido avalada por el en ese entonces presidente, Martín Vizcarra. Frente a este hecho, valdría la pena preguntarnos si las otras compras a los otros laboratorios tuvieron o no, situaciones similares.

Otro de los hechos que queda pendiente frente a esta situación, es el “y después de esto ¿qué?”; es decir, ya la comisión investigadora ha dado sus resultados y ha sugerido quitar la confianza y cosas similares a una lista de funcionarios, pero, después ¿qué?; ¿qué pasará con Vizcarra, Mazzeti, el Canciller y los otros? ¿tendrán responsabilidad penal? ¿llegarán a ser juzgados? ¿cumplirán condena?; personalmente siento que sí, pero que el proceso va a demorar o en todo caso la sanción no será la real, que es lo que ha pasado generalmente.

Sobre el actuar de la ciudadanía, creo, que hasta ahora está haciéndolo bien; hay indignación y rabia de por medio, lo cual obliga a estar atentos y más vigilantes. Sé que muchos han exigido se regrese a las calles para protestar por ello, y de hecho creo que sí sería necesario hacerlo; sin embargo, hemos criminalizado tanto la protesta, que salir a las calles, se ha convertido en una actividad de alto riesgo; entonces, debemos evaluar ¿cuál es nuestra postura frente a la protesta?

También es cierto, que las formas de protestar han ido evolucionando; ahora, por ejemplo, existe una mayor invasión en las redes, desde la creación de memes, trends, o videos que llaman la atención; hasta la difusión de información, pero también la validación de la información (a fin de que no sean noticias falsas).

Es probable que esto no acabe aquí, es probable que sigamos recibiendo más noticias decepcionantes, de esas que te hacen ver lo cruel que pueden ser algunos que están en el poder. Necesitamos, sí, renovar los cuadros, reestructurar nuestra forma de gobierno, que las decisiones del Estado sean pensadas en el pueblo y no en los de arriba; estas elecciones pueden ayudar en algo, pero no es la solución completa, sino, el primer paso.

En tanto ello pase, use bien su mascarilla, mantenga su distancia, lave bien sus manos y, por favor, salga sólo cuando es necesario.

Simplemente KAJOVEPI

miércoles, 17 de febrero de 2021

Mi locura, el clima y tú



¿San Valentín? ¿Día de la amistad? ¿Día del Amor? ¿Fecha comercial, meramente consumista? ¿Debemos celebrarlo? ¿Sólo en este día se pueden expresar los sentimientos? ¿Qué expresamos?; en fin, en tanto los estudiosos de la materia, lleguen a conclusiones consensuadas sobre el particular.

Quiero compartir con ustedes unas cuantas líneas que escribí durante la época de cuarentena, y, que, si es posible, algún día será parte de la “Colección 2020”. Disfrute del arte, ubique a quien sería el o la protagonista ideal para esta historia y, no deje de dedicárselo.

Mi locura, el clima y tú

Inicio mi jornada laboral
en mi cuarto-oficina
como es costumbre en este encierro. 

Abro las ventanas
con el fin de escuchar,
a las motos pasar y
a las vecinas chismear. 

El clima,
parece no estar muy decidido;
rayos del sol posan sobre mi cómoda,
pero, gotas de lluvia salpican mi vereda. 

Ese olor a tierra mojada,
mezclado con el polvo de las calles,
ha despertado en mí,
la sensación y necesidad
incontrolable de ir a buscarte. 

Y justo cuando estaba a punto de salir,
el aguacero se embraveció;
no sé, si es por tu bien o por el mío,
pero, gracias a ello
me retuve de hacerlo;
necesito buscarte, sí,
pero, ya no quiero. 

A veces, lo necesario se vuelve inútil
tan inútil como los besos virtuales
que me envías cada que recuerdas;
tan inútil como las excusas tontas
de nuestro último encuentro fallido. 

Pasaron un par de horas, no sé cuántas de verdad
abro mis ventanas y vuelvo a divisar el cielo,
y, como quien no quiere la cosa,
este ha vuelto a despejarse; así también,
mis pensamientos y deseos por encontrarte,
ya se despejaron de mi mente, se han ido. 

A veces, olvidarte es complicado;
reconocerlo es difícil, pero,
después de tantos años
y sin ningún éxito que alardear,
ya me cansé de buscarte. 

De momento, volveré mi mirada
a los archivos de Word y Excel
que debo revisar, corregir y entregar;
regresaré a mi rutinario trabajo de escritorio. 

Redactaré y enviaré un memorándum
al departamento de memorias,
con una severa llamada de atención
por interrumpirme con tus recuerdos,
exigiéndole hacer todo lo necesario
para que esto no vuelva a ocurrir. 

A veces, lo necesario se vuelve inútil,
tan inútil como, esos tus besos virtuales...

Simplemente KAJOVEPI