viernes, 6 de noviembre de 2015

27 Deseos


Para quienes aún no me conocen, mi nombre es Karol Josep Vela Pizarro, de ahí a que suelo firmar con el seudónimo de “KAJOVEPI”; moyobambino de nacimiento, corazón y entrega, tengo 26 años, casado y con una nena. Ustedes se preguntaran ¿es necesario que Karol, nos haga leer su autobiografía? ¿Qué hay en medio o detrás de todas estas líneas? ¿Será que ya se despide, por fin, de este blog? En definitiva son muchas las preguntas, es más yo mismo me las he replanteado una y otra vez mientras escribía este pequeño texto. En más de una ocasión me desanimé en hacerlo, tenía planeado publicarlo exactamente el 15 de octubre, pero, como verán el temor fue mayor, y, es ahora en que lo publico, con cierto nivel de timidez, esa timidez que muy pocos(as) creen que tengo, pero que sin embargo me invade y embarga mi ser, en determinadas ocasiones, como ésta.

El título de este pequeño escrito, responde a un ideal personal, nunca antes había pensado escribir sobre ello, pero ahora simplemente me animé, y como repito, con cierto nivel de timidez, pues no tengo ni la más mínima idea de ¿cómo reaccionaran aquellos(as) que lo lean?, pero lo que más me aterra es el no saber ¿Cómo reaccionaran los(as) involucrados luego de leerlo?, tal vez una de esas reacciones sea positiva y cumplan con uno de esos deseos que luego leerán, o tal vez me digan ¿era necesario que me menciones?, algunos(as) calificaran este escrito como un acto de chambonería o soberbia, y algunos(as) finalmente no me dirán ni media palabra.

En esta ocasión hablaré sobre mi cumpleaños, no sobre ¿Cómo lo celebraré?, si acaso pienso hacerlo, sino sobre ¿Cuáles son los deseos que tengo para el mismo? Se dice que cuando uno cumple años, al momento de soplar la vela de la torta (grande o chica), debes hacerlo pensando en un deseo y con los ojos cerrados para que éste se cumpla; la verdad es que nunca he creído en ello, de manera que nunca lo he practicado, simplemente se sopló la vela y punto; y después si se quiere se reparte la torta y si no, pues me la como sólo (como varias veces lo hice). También se dice, que después de soplar la vela, es necesario dar “la mordidita a la torta”, o que para celebrarlo es necesario te “rompan huevos en la cabeza” o que te “echen la mayor cantidad de harina”; actos que considero ridículos y poco conscientes, porque es un desperdicio de comida, comida que muchos niños(as) de la calle darían lo que fuera por tenerla entre sus manos y darle el mejor de los usos, antes que andar botándola.  

Gracias a esas actitudes, es que en alguna ocasión, alguien me ha tildado que soy un “aguado” que no sabe divertirse, un “cascarrabias” que todo lo califico de malo, un “viejo renegón” condenado a morir joven, porque un buen día hasta mi corazón se cansará de mi mal genio y entonces simplemente ya no me servirá más; y, no hace mucho, una muy especial amiga, se ha atrevido a recordarme que soy un “chapado a la antigua”. Sí pues, tienen razón, soy un tipo “chapado a la antigua”, un “renegón”, “cascarrabias”, incluso un “aguado”; pero de buen corazón, sensible; serio al principio, pero de carcajadas pegajosas luego; que me gusta caminar, pensar, escribir, manejar bicicleta, disfrutar del mar, a veces leer, a veces cantar, a veces silbar; pero siempre bailar.

Durante los últimos años, había tomado la firme decisión de pasar mi cumpleaños, que por cierto celebro en 09 días, lejos de mi amada Moyobamba; y entonces tomaba maletas y me enrumbaba a un pueblecito llamado Santa Rosa, ubicado en la carretera de camino al Puerto Cherrepe, a 30 minutos del distrito de Guadalupe, región Libertad; pueblecito en dónde nació mi mamá, en dónde actualmente vive gran parte de mi familia materna y también paterna; pueblecito dueño de la mejor “Galleta de Leche”, en donde el pato o el borrego (oveja), preparado en cualquier forma, siempre es buenísimo y en dónde por las mañanas tienes pescado fresco de Cherrepe, al medio día te ofrecen un frito y a la tarde siempre es bueno un lonchecito con sus tamalitos de “El Alto”. En donde la señal de telefonía móvil, sea cual sea la compañía, siempre es débil; en donde el internet es pésimo, incluso el wifi, en dónde el tráfico no es tan pesado, en donde tienes agua por horas (ello te invita a reflexionar sobre cómo la usas), en dónde usas un alto parlante, para los últimos comunicados, y en dónde el mercado sólo abre los sábado y domingos y en dónde si no madrugas no encuentras pan para el desayuno (literalmente); y aunque todo ello puede parecer aburrido, es paradójicamente relajante, y pues te desconectas de todo, y disfrutas, al menos por un par de días, de una ligera tranquilidad.

Sin embargo, este año, y pese a que la tentación por viajar es grande, decidí pasarlo aquí, en mí, siempre amada, Moyobamba; y me atrevo a publicar una lista de deseos, no sé si serán 27 exactamente, pero son las cosas o momentos que sí desearía recibir durante este mes, muchos de estos están sueltos para que quien desee la coja como una propuesta de regalo, y otros sí tienen nombre propio; puede que alguno de ellos parezca demasiado costoso, pero otros son bastante módicos; y finalmente si no pueden o no desean hacer ninguna de esas cosas, no se preocupen, que con un abrazo sincero, es más que suficiente. Definitivamente en mi lista no aparecerá que deseo pasarlo al lado de mi familia, amigos o algo similar; no porque no quiera hacerlo, sino porque ello es algo que va a pasar sí o sí, de manera que si lo coloco en la lista, es como hacerme trampa. Entonces sin más vueltas al asunto aquí mi lista:

1.      Sé que para muchos(as) no es de su agrado, pero al menos para mí sí lo es, y ese es Ricardo Arjona, quien por cierto estará en Lima el 14 de noviembre, de manera que no estaría mal que alguien se atreva a regalarme no sólo la entrada a su concierto (lo más cerca posible), sino también los pasajes (ojo es necesario que el 15 esté en Moyobamba, a primera hora).

Digamos que mi gusto por la comida (cocinar y comer) es más que obvio, así que aquí unas cuantas sugerencias en ese rubro.

2.     Empezaría con el desayuno, recordar esos desayunos dominicales (coincidentemente este año mi cumple cae un domingo), de la familia Vela Pizarro; estos consisten en: pan y rosquitas caseras, juane de yuca, café de olla, motecito frito, pancita o salchicha o relleno o mejor los tres, lechecita, unos cuantos “japoneses”; sentarnos todos a la mesa, dejar el celular a un costado y no atenderlo hasta después de desayunar, y charlar, de lo que sea pero charlar.

3.     Para el almuerzo, y como quien recordar a Santa Rosa, desearía que alguien pueda preparar pato o borrego; si no saben cómo hacerlo, no se preocupen tráiganlo a mi casa, junto con los demás ingredientes y mi mamá se encargará del resto.

4.    Otra de las cosas que me gustaría recordar de Santa Rosa, cosa que así no me siento tan lejos, es disfrutar sus “galletas de leche”, así que si alguien puede enviarme, aunque sea unita, sería bacán.

5.     Deseo que para acompañar a ese suculento plato, alguien me traiga un vino “Gran Rose Afrutado”, pero del original y no el que venden en una “sacha” licorería en Moyobamba.

6.     Soy adicto al café, de ese café expreso y sin azúcar, de ese café pasado en cafeteras manuales, con un toquecito de anís, de ese café producido en casa; de manera que una bolsita, no estaría mal; pero sería mucho mejor si no sólo traes esa bolsita, sino que también te quedas a tomar al menos una tacita.

7.     Pero también gusto mucho del mate, de hecho aún tengo reservas para un par de sorbadas, todo es cuestión de que alguien se anime a acompañarme, salir a la plaza y disfrutar de la tarde.

8.     Otra de las cosas, de las que soy amante, es del panetón; es por eso que la navidad me agrada, porque comes panetón hasta el cansancio. Pero para estos, mis 27 años, desearía que mi entrañable amiga Marleny Flores, me envié un “chocotón”, similar al que me regaló en el año 2011; pero ojo, si alguien más se apunta con cualquiera de las dos cosas, bienvenido, pero eso sí no olviden del “chocolatito”.

9.    Y hablando de chocolates, desearía recibir un paquete de chocolates de diferentes sabores y tamaños, todos con una concentración superior al 45% de cacao.

10.  Estoy súper interesado en que mis amigas Roxana Gómez e Yvett Celis, me entreguen otra torta, torta que este año prometo compartir, jajajajaja.

11.   Ya para la cena, bastaría con una “lasaña clásica” del Eduardos Pizza (la del Jr. Puno), o unas “costillas a la miel” de Don Quijote; quizás unos anticuchitos con su juane y su tacachito, de ese rinconcito del Jr. Reyes Guerra cdra. 1. Si estaría en Tarapoto, anhelaría probar esas “costillas en salsas amazónicas” (creo que así se llama), del Restaurante La Patarashca; si me encontraría en Lima, pediría me lleven a ese chifa que se encuentra frente a Plaza Vea de las flores en San Juan de Lurigancho.

Deseos, sobre la iglesia:

12.  Creo, desde mi punto de vista, que no le he faltado el respeto a la iglesia a la que asisto y a ninguna otra, que el hecho de que piense distinto sobre un tema en particular no significa en lo más mínimo que esté en contra de la misma, aunque a veces así parezca, en ese sentido mi deseo es que, más que creerme, se respete mis opiniones y que no se insista por tratar de imponerme aquellos ideales con los cuales no estoy de acuerdo.

13.  Deseo una iglesia, nueva, renovada, reconciliadora; en dónde el púlpito se utilice para predicaciones frescas, reconfortantes, con un verdadero fundamento bíblico, contextualizado al momento en que el pasaje se escribió y contextualizado a nuestro momento; y se deje de una vez por todas, esa maldita costumbre de usarlo para atacar a quienes piensen distinto, se deje esa maldita costumbre de armar predicas dirigidas a “x” hermanito(a), se deje esa maldita costumbre de andar usándolos como ejemplos para “prevenir pecados”; nos olvidamos que ese tipo de predicas lejos de restaurar, sólo alejan más.

14.  Se habla mucho de que debemos ser firmes en nuestras decisiones, de que nuestro sí sea sí y de que nuestro no sea no; como le digo a mi amigo Alpino Vásquez –cumpa sí es sí y no es no, el resto son mariconadas–. Se habla incluso de que, como hijos de Dios, debemos ser lo más transparentes posibles, que nos dejemos de cuentos y digamos las cosas sin pelos en la lengua; mi deseo es entonces, que determinados líderes de la iglesia a la que asisto (no es necesario dar nombres, pues ellos saben quiénes son) se dejen de cuentos conmigo (no soy tan tonto como parece) y se atrevan a decirme en mi cara pelada y sin pelos en la lengua, las razones por las cuales se me trata con pinzas, y de alguna u otra forma se me reprime de ciertas actividades, e incluso se me excluye del servicio en más de un ministerio.

15.  Desearía que la iglesia, así como hace alarde de sus logros, de sus avances y sus victorias; tenga el mismo carácter para reconocer sus fallas, sus truncadas y sus cambios de planes. Que no sólo reconozca a los hermanos(as) que hacen determinadas labores, y que merecen justo reconocimiento, sino que también se atreva a experimentar que significa “pedir perdón” a quien hice daño.

16.  Y aunque este deseo ya lo escribí días atrás, bajo otros términos claro, desearía que la iglesia a la que asisto, le devuelva el púlpito a las mujeres, que no sólo se les reconozca como buenas evangelizadoras y predicadoras, sino que se les permita servir al Señor, con esos dones ya reconocidos.

Deseos, con nombres propios, de hecho ya escribí algunos, pero estos son como que más específicos:

17.  Si viajaría a Santa Rosa, repito la tentación es grande, tendría que pasar obligatoriamente por Chiclayo, y no sólo pasaría por allí, sino que optaría por quedarme y pasar o medio día o un día entero, entonces aprovecharía el tiempo e iría, directo y sin escalas, a la cafetería “Canela y Miel”, y me reencontraría con, la dueña del café, “Mayté”, personaje a quien no veo hace mucho, pero de la que escribo siempre; y me sentaría a charlar con ella, viejo, viejo, es fijo que uno de los temas de conversación sería saber qué es de “Leonardo”, quien sabe y a lo mejor también me tome la molestia de escribir un nuevo capítulo sobre ellos; me atrevería, incluso,  a tomarme más de un selfie con ella, y allí pasaría todo el tiempo, no aceptaría escusas tales como “tengo que ir a trabajar”, “me están esperando”, “tengo otros planes” o cosas similares, ya que siempre que viene a Moyobamba o Nueva Cajamarca,  nunca pero nunca se da tiempo para verme, y eso que, según ella siempre me recuerda.

18.  El tribunal “OL”, me ha sentenciado a la indiferencia, al distanciamiento, a la cura de silencio, al te hablo para cosas puntuales; éste tribunal justifica su sentencia en base a un error que, reconozco públicamente, cometí: mi insistencia en un proceso en particular; el tribunal sabe que soy un insistente, pero lo que no sabe son los “motivos de mi insistencia”; entonces he apelado a su sentencia y le he pedido, de la manera más atenta posible, revise nuevamente mi expediente y me conceda el beneficioso de la duda, y que, en una nueva audiencia, me dé la chance de defenderme, pues hasta ahora ha juzgado en base a sus criterios y me ha sentenciado, sin ni siquiera haberme escuchado. Espero que el tribunal “OL” acceda a mi petitorio, y me conceda esa chance; siendo ambos conscientes de que esa nueva audiencia será para básicamente poner las cartas sobre la mesa, siendo ambos conscientes de que esa nueva audiencia, traerá consigo una nueva y definitiva sentencia, la misma que me comprometo a aceptar, por muy dolorosa que ésta sea.

19.  Desearía que mi amiga, Derly Campos, a quien estimo bastante, me entregue por fin aquellos planos que le pedí; confió mucho en su capacidad profesional y sé que si se está demorando es porque me va a entregar un buen y excelente trabajo.

20. Desearía que, Ana Reyes, mi amiga, consejera, un personaje que tiene muchas cosas para admirar; se dé un tiempecito en su apretadísima agenda, y escriba mi “biografía”, la misma que pienso colocar (pronto, pronto) en mi libro; digamos sé mi historia, pero no es lo mismo que yo me lo cuente a que me lo cuente un tercero.

21.  Deseo con todo mi corazón que, mi mejor amigo del alma, Eliezer Peña, se dé una vueltita por Moyobamba, que venga siquiera por una tarde, que cojamos cada uno su bicicleta y salgamos a pedalear por todas las calles por las que antes pedaleábamos.

22. Deseo que el gran Alpino Vásquez (Alpi papi o Alpino pepino –como dijera Abby–), otro de mis amigos, ponga todo su esfuerzo por diseñar aquel recordatorio que pienso entregar a mi abuelita Juana; escribir sobre ella siempre es complicado, porque cada vez que lo hago me vienen las ganas de llorar su recuerdo, quizás porque siento que no la lloré lo suficiente durante su entierro, o quizás porque siempre me hace falta, o quizás porque soy demasiado sentimental, pero siempre he de derramar un lágrima cada vez que la pienso ¿Por qué tuviste que irte tan pronto abuelita?.

Otros deseos, quizás raros, quizás fuera de contexto, quizás locos, pero, deseos al fin:

23.    Desearía que exista un teléfono súper especial, sé que estoy pidiendo un imposible, pero que me permita, al menos por un minuto, escuchar la voz de mi Juanita Sánchez.

24.   Como mencioné al inicio de este escrito, a veces me gusta cantar pero siempre bailar, de manera que ese día desearía, quizás un día antes, ir un rato al Karaoke y después ir a bailar; bailar y bailar hasta que me duelan los pies, bailar y bailar.  

25.    Siempre me ha llamado la atención los “clown”, creo que éste personaje puede ser de mucha ayuda para muchas personas; desearía que alguien me invite a ser clown, al menos por media hora.

26.    Otra de las cosas que siempre me ha llamado la atención, son las flores (algunos(as) pensarán que esto ya es demasiado cursi), pero sí, siempre me han llamado la atención las flores, los arreglos florales, en fin; de manera que desearía recibir uno, uno que tenga rosas rojas, un girasol, algunos claves y otra florecilla más.

27.    Finalmente, desearía que aquellas personas, que me consideran su amigo; sean sinceros conmigo, que si quieren decirme algo o reclamarme de algo me lo digan, que no es necesario ir con terceros, que no es necesario comentarlo a otros, porque suele pasar que cuando vamos y se lo decimos a otra persona, éste tercero se lo cuenta a otro y así sucesivamente, y al final se convierte en un chisme y entonces la relación se va al tacho de basura, y todo ¿Por qué? Porque simplemente no me lo dijeron en mi cara, en su tiempo y de la mejor forma.

No pensé llegar a 27 deseos, supongo que después de publicar esta lista, me vendrá a la cabeza otras cosas que quisiera publicar, pero ya será demasiado tarde; dejo esta “Lista de Deseos”, esperando que la mayoría de ellos se cumpla, y, si bien es cierto que mi cumpleaños es el 15 de noviembre, sin embargo, sus regalos pueden llegar hasta fin de mes….


KAJOVEPI