miércoles, 26 de junio de 2019

Vamos a la fiesta de San Juan


Bueno mashas, nuestra fiesta cumbre ha llegado a la ciudad; y por 45 año consecutivo estamos en plena celebración de nuestra semana turística. Así que, aprovechando el espacio y dado que en ésta época recibimos un shunto de turistas, intentaré pues, darles la bienvenida; ojalá y no se enojen.

Empezaré por contarles que Moyobamba es una meseta, rodeada de barrancos; barrancos que tienen sus propios ecosistemas, flora y fauna; barrancos que son perfectos miradores naturales, en donde puede Ud. disfrutar de los amaneceres o atardeceres más preciosos que hay; ahora, el detalle será encontrar el barranco, porque las últimas gestiones municipales, pese a varios grupos y la población en general se ha resistido; los han ido de rellenando de a pocos, so pretexto de que quieren contribuir con un mayor flujo en el tráfico local.    

También podrían ir a dar su vueltita por el Puente de Cococho; las malas lenguas dicen que ya está por caer di, y eso que es nuevo; pero que eso no le llame la atención, sino que por el contrario, si Ud. desea y está acompañado con su huambra o su sherete; bien pueden colgar un candadito y tirar la llave al fondo del barranco, no hay nada místico en esa monada di, pero créame que ya varios lo han hecho.

Vaya y disfrute de la Punta de San Juan o la Punta de Tahuishco, unos preciosos miradores con vista al río Mayo, miradores ideales para una sesión fotográfica; vaya y disfrute de ese delicioso maduro con queso o con maní o combinado; vaya y disfrute de su agüita de coco o de sus chupetes de frutas o de sus chifles o de sus postres; lamento informarle que, pese a que se ha sensibilizado a la población, estos no aprenden y andan tirando su basura por aquí y por allá. Y por la noche, puede ir a cualquiera de las discotecas, tragotecas, bar y localcitos de comida al paso que están en el boulevard de Tahuishco, vaya y baile o tome o coma lo que quiera y como quiera; no importa si por alegrarle a Ud. los vecinos no puedan dormir; lo que importa es que Ud. se divierta.

Y si cuando está en la plaza, la bulla de los motocares no lo dejan conversar o disfrutar de la tarde, no le culpo; pero tampoco nos juzgue, que no es culpa nuestra; pasa que el actual alcalde, entre otras cosas, llegó al poder, justamente porque ofreció a los motocarristas que, la ordenanza que prohibía su ingreso a la plaza, sería derogada; lo cierto es que dicha ordenanza no se derogó pero tampoco se respeta, no con esta gestión.

Es probable que, a estas alturas de su visita, Ud. ya se dio cuenta de que nuestras calles están hueco-hueco, y que nuestros parques (o lo que sean) están en el completo abandono; créame que eso ya no es problema, al menos, en lo que a mi compete, ya lo dejé de ver como problema; es más, hasta se podría aprovechar como una especie de espacios turísticos, podría yo decir que el Municipio  no quiere invertir en mejorar las calles no porque no tenga presupuesto (que a veces lo usa para malgastar) sino porque esos son caminos ancestrales, por donde pasaron los Muyupampas y, como es patrimonio cultural no las podemos tocar; porque de otra forma, no hay cómo explicar tanto nivel de incompetencia.

Probablemente Ud. haya llegado o días antes o el mismo 24 de junio; a fin de poder estar presente en el Baño Bendito, actividad que se implementó en la gestión del extinto Telésforo Ramos y que hasta ahora se mantiene; esta actividad consiste en que los diversos grupos culturales vayan con su traje de Pandilla, que por cierto ya hemos cumplido un año de haber sido declarados Patrimonio Cultural de la Nación y dos años de haber ingresado a los Records Guinnes, y salgan desde la plaza, pandillando hasta los baños termales, son cinco kilómetros de recorrido; cinco kilómetros de puro baile, de pandilla, de chimaichi, de tahuampa; sospecho que la idea inicial de ésta actividad es promocionar lo nuestro, y espero que se disfrute; si Ud. no sabe bailar la pandilla, no se preocupe, vaya no más a la plaza, a eso de las 4.00 de la mañana, que hay un shunto de gente que está dispuesto a enseñarle.

Sres. Turistas, en nombre de mi noble ciudad, le pido perdón por no haberles dado las comodidades que se merecen, perdón si de pronto algún motocarrista se la quiso pasar de vivos con el precio, perdón por malograr sus riñones con nuestras calles; se espera que en una próxima edición estemos en mejores condiciones, esperamos su contribución para ello, y esperamos que, si por a o b motivos, Ud. tumbó una unsha, pues no se haga el loco o la loca y el próximo año, la vuelva a parar.

Y que siga la fiesta…

Simplemente KAJOVEPI

jueves, 20 de junio de 2019

Mi papi, mi héroe


En esta ocasión, y en el marco de la celebración de una fecha tan especial, como es el Día del Padre, quiero atreverme a hacer una especie de análisis de algunas películas que, según mi criterio, son ideales para la fecha; puesto que son películas que nos narran historias de padres que, sin ser héroes de comics y sin tener poderes mágicos, se han convertido en héroes para esos hijos e hijas, que los acompañan y por quienes estuvieron dispuestos a todo.

Imagino pues que más de uno de ustedes logró ver esa película en dónde Eugenio Derbes es protagonista, sí, esa que se llama No se Aceptan Devoluciones; una película con una tremenda carga emocional. La película inicia con un tipo (Valentín) que era un sujeto que vivía la vida loca, quien supuestamente no trabajaba pero que tenía los fondos suficientes para vivir de juerga en juerga; un tipo que se acostaba con cuanta mujer sea posible y, que lograba hacer todo ello, debido a “sus encantos”. Sin embargo, un día, una mujer llega a su apartamento, cargando una bebé en brazos, luego de un intercambio de palabras, Valentín se entera que dicha bebe es “su hija”, obviamente él no lo cree; pretende devolverla, esquivar esa responsabilidad, visualiza los cambios que se generaran en su estilo de vida y decide que lo mejor es que no puede quedarse con la niña, así que enrumba a los Estados Unidos, país de origen de la madre, para devolvérsela pero, luego de varias anécdotas, se la queda; el resto de la historia es bastante linda y tierna; Valentín tiene que enfrentarse a diferentes situaciones, algunas cotidianas y otras emocionales.

Esta película nos puede recordar a esos sujetos que, cuando se enteran que serán padres ven la forma de negarlo, ven la forma de correr de esa responsabilidad, ven la forma de escapar de algo que no lo esperaron y ni siquiera lo planificaron; pero que luego, cuando empieza ese contacto con ese nuevo ser, todas esas ideas se desvanecen y, nacen aquellas que te motivan a hacer hasta lo imposible por ver a tus hijos(as) felices. En la película, Maggie, hija de Valentín, lamentablemente muere debido a un mal congénito; Valentín era consciente de ello y buscaba que Maggie tenga una calidad de vida, más allá de lo económico (que es superficial) Valentín buscaba que Maggie nunca deje de sonreír, que crea siempre en los sueños y que la imaginación no tenga límites.

¿Qué pasaría si de pronto secuestran a tu hija? ¿Qué pasaría si te la arrancan de ti, para destinarla al comercio sexual? ¿Te quedarías con los brazos cruzados?, sospecho que no ¿verdad? En la película Búsqueda Implacable podemos ver ese caso. Kim, la protagonista, es captada por una red de Trata de Personas; Bryan, su padre, al enterarse de la situación, inicia todo un proceso de investigación sobre el particular. En estos últimos meses he visto un sinnúmero de anuncios de niñas y adolescentes desaparecidas; mujeres que por lo general han sido captadas por alguna red de Trata de Personas y que al final terminan siendo comercializadas en cualquier bar de alguna remota ciudad o pueblo; niñas a quien captaron, en su mayoría de veces, a través de las redes sociales, en donde les ofrecieron el oro y el moro, pero que lo único que buscan es un beneficio personal y económico, a costa de ellas. Bryan logra identificar a los miembros de la red, logra salvar a algunas otras víctimas, identifica que en la red está metidos toda clase de delincuentes, algunos de ellos incluso son funcionarios del estado, y él (Bryan) está dispuesto a enfrentarse a todos ellos con la intención de salvar a su hija; y tú ¿a qué te enfrentarías por tu hijo(a)?

En definitiva, nuestros hijos e hijas, siempre serán el motor y motivo de nuestras vidas; siempre serán esa razón por la cual nos despertamos a diario para salir y buscar la forma de darles lo que se merecen; aunque, valgan verdades, así como hay hijxs desagradecidxs también hay padres que, es preferible no llamarles así pues, no se lo merecen.

Ser padre, no sólo es estar allí como figura o pasarle la pensión (en caso de separación), ser padre es algo más que ello; es darlo todo por el todo; es asumir, con responsabilidad, una nueva y bella aventura, en donde caeremos, quizás, pues no somos perfectos; ser padre, es darles un hogar

Simplemente KAJOVEPI

martes, 4 de junio de 2019

¡Fuera los venezolanos!



“Yo les pido, por favor, váyanse venezolanos de Caraveli, hoy mismo agarren sus cosas y váyanse”, fueron las palabras de Arturo Montesinos Neyra, alcalde de la provincia arequipeña de Caraveli; esto luego de conocerse que un empresario pisquero y su esposa, fueron cruelmente asesinados, presumiblemente por dos de sus ex trabajadores, quienes coincidentemente son de nacionalidad venezolana. Según refieren varios medios de comunicación.

No es la primera vez que una autoridad, local, provincial o regional, hace un pedido de éste tipo; el alcalde de la provincia de Huancayo, Henry López Cantorín, hizo lo mismo, al declarar que quiere una “ciudad libre de venezolanos”; claro, luego de que se le tildara de xenófobo, lo que indicó es que su intención era la de sacarlos de las calles, vale decir del trabajo informal y, tener una ciudad ordenada. Propuesta que ha sido respaldada por el Gobernador Regional de Junín, Vladimir Cerrón.

Es probable que muchos de nosotros tengamos una intensión similar; es decir, de ver cómo es que los venezolanos y las venezolanas, dejan lo poco que han podido hacer aquí, para emprender una nueva ola migratoria hacia zonas, en dónde quizás aún no hay tanta presencia de ellos y, por lo tanto, su presencia no es tan espesa, ni molesta, ni jodida; como lo es, en estos momentos, en nuestro país.

Dicen que justos pagan por pecadores y, éste no es un caso aislado; no es novedad que la mala imagen que se tiene sobre la población venezolana es gracias al accionar de algunos malos elementos que ellos tienen. A diario se reportan denuncian de robos, asaltos, violaciones, secuestros, asesinatos y otros delitos; lo peculiar de los mismos, es que cuando se da la denuncia o ésta se hace pública, sobretodo en redes sociales, ésta siempre va acompañada de la frase –Julano de tal hizo tal cosa y, es venezolano(a)-  entonces, la población lo único que hace es, llenarse de prejuicios, marcar estereotipos migratorios y, empezar a repeler a dicha población; al punto tal de exigir su expulsión.

Ahora bien ¿se los debe expulsar?, pienso que si son hallados culpables, de aquello de lo que se les imputa, en definitiva deben ser expulsados, de la misma forma en que cualquier peruano o peruana sería expulsado de otro país si se determina que son delincuentes; de hecho, hace algunas semanas, el propio Ministro del Interior, informó sobre la expulsión de venezolanos. Sin embargo, algo de lo cual no se ha hablado hasta el momento, es de la otra cara de la moneda, sí, de esa cara que nos debería hablar de los buenos(as) ciudadanos(as), de aquellos y aquellas que, dejándolo todo, decidieron enrumbar en una nueva aventura y migrar a un país tan hostil, como el nuestro, pero también tan oportuno. Son pocas las noticias que hablan de gente honrada, de gente honesta, de gente emprendedora, que incluso están tributando al país.

A raíz del lamentable episodio registrado en Caraveli, el diario El Comercio elaboró una nota periodística titulada; Inmigración venezolana: Los beneficios y problemas que trae a la economía de Perú[i], en esta se resaltan, según mi punto de vista, tres datos interesantes.  El primero es que, según registros oficiales a la fecha, en el Perú radican más de 750 000 migrantes venezolanos; convirtiéndonos así, en el segundo país, después de Colombia, en recibir el mayor número de venezolanos. El segundo dato, guarda relación con nuestra economía, de la cual se afirma que "Una de las cosas positivas que ha tenido este éxodo masivo de venezolanos es que ha permitido dinamizar las economías de los países receptores. Toda esta gente ha tenido que alquilar vivienda, contratar servicios, pagar impuestos al consumo y, en el caso de quienes han logrado empleo formal, tributan al tesoro público de este país", dice Óscar Pérez, presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú. El tercer punto a resaltar, guarda relación con el tema laboral, sí, con esta discusión que no abandona nuestras mesas, hay quienes afirman que ellos (los venezolanos) han venido a quitarnos trabajo; sin embargo, la nota textualmente dice: "Perú no tiene un problema de empleo, sino de subempleo. Lo que ha mostrado la inmigración venezolana es que el mercado informal tiene una capacidad de absorción bastante significativa. En otras palabras, no es que un venezolano esté desplazando a un peruano, sino que quien está dispuesto a trabajar por menos dinero, va a encontrar un empleo"

 

Hace algunos meses, una emisora local de ésta ciudad, publicitaba el tema de la semana; sin saber qué era lo que se venía, me decidí escucharla, cuando la oí me pareció súper interesante; el tema de la semana, era nada más y nada menos que la canción Me Fui, de Reymar Perdomo. Una canción que, curiosamente se  hizo famosa en el parque Kennedy de Miraflores – Lima, y que poco a poco se ha ido convirtiendo en una especie de himno para los migrantes venezolanos; una canción que relata toda la odisea por la que pasan los migrantes, los peligros a los que se exponen y la cruda realidad en la que viven; pero que por sobre todas esas cosas ésta población es un población que viene con sueños, que viene con metas y que viene con propósitos.

Fue muy lindo escuchar esa canción, fue más lindo saber que era el tema de la semana; me imaginaba a mis amigos(as) venezolanos(as), es sus trabajos o en sus casas, pegados a la radio y gritando a voz en cuello <<…Maduro, coño tu madre…>>. Lo interesante de esto, es que la canción sonaba, el tiempo en que las noticias nos decían que en un colegio del distrito de San Martín de Porres – Lima, en el primer día de clases del año lectivo 2019, como un gesto de bienvenida a los estudiantes venezolanos, se decidió cantar, luego del Himno Nacional, el Himno Nacional de Venezuela.

Es probable que tengamos más noticias de hechos lamentables, protagonizada por venezolanos; es probable que tengamos más gente queriendo verlos fuera; pero, quiero terminar ésta columna, con parte de la letra de esa canción preciosa de Reymar, esa parte en la que dice <<…porque, si todos somos hermanos y somos producto latinoamericano…>>

Simplemente KAJOVEPI