martes, 27 de febrero de 2018

Intercambios…


Se dice que: “cuando hay un intercambio de saberes y de experiencias, también hay un intercambio de ignorancias”. Y es que a veces pensamos que lo sabemos todo, cuando en realidad no sabemos mucho o quizás nada; las verdades, no son absolutas.

Durante estas dos últimas semanas, he estado participando de un proceso de formación intensivo, propiciada por el Instituto Bartolomé de las Casas, a través de la “Escuela de Líderes: Hugo Echegaray”. Durante éste proceso, he podido conocer a un sinnúmero de personas; conocer sus culturas, sus problemas, sus alegrías, sus sueños. He tenido la dicha de conocer a gente que proviene de las regiones de Puno, Cuzco, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Huancavelica, Moquegua, Lima, Ayacucho, Cajamarca, Apurímac, Junín. He disfrutado del quechua y sus variaciones, así como del achuar; en pocas he palabras he vivido una ligera experiencia intercultural. Es curioso pero, he hablado tanto sobre el Papa y su visita a Perú que, parte de esos cursos formativos era tener discusiones y análisis críticos sobre sus mensajes difundidos aquí; ello también me ha parecido interesante, ver ¿Cómo se discute biblia? desde el campo católico.

En definitiva, considero que espacios como este, no sólo nos traen alegrías y riqueza cultural; sino que con él, vienen también líderes y lideresas cargados de sueños de desarrollo comunal y fastidiado por la frustración que les genera la burocracia, el autoritarismo, el desinterés de este gobierno torpe y de la indiferencia de la gente.

Uno de los temas abordados durante este tiempo, era analizar los mensajes papales relacionados a la preservación y cuidado del medio ambiente, nuestra “madre” tierra. El Papa ha resaltado la figura de la comunidad indígena; esa comunidad que está dispuesta a cuidar “la amazonia”; esa comunidad que fue ninguneada por un tipejo, de apellido García; esa comunidad que se ve amenazada por industrias extractivas, y lo que es peor, por el mismo Gobierno; cuyos territorios no existen pues, aunque tengan años y años viendo allí, no tienen títulos de propiedad y ello, los invisibiliza, los vuelve más vulnerable. En éste mensaje, no sólo ha resaltado la importancia de querer y respetar nuestra “tierra”, sino que los ha combinado con el respeto por nuestras “culturas” y, la valoración de la “vida”. Esa vida que de pronto, nosotros mismos la hemos ninguneado; se habló de la problemática de la Trata de Mujeres, las esterilizaciones forzadas y los feminicidios. Ha saltado en nosotros y nosotras, una frase que el Papa dijo en Huanchaco <<…Que linda pregunta la que nos hará el Señor ¿Cuántas lágrimas has secado hoy?...>> un verdadero desafío, para ser sinceros.

Sin embargo, fiel a mi estilo, he criticado la actitud de la Iglesia (hablo de la católica); lo he hecho allí, delante de ellos y ellas; en medio de sacerdotes, monjas, laicos y laicas; lo he hecho de manera temeraria, pensando en que por criticarlos (a la Iglesia) me apedrearían, ¿Será que siempre recibí una respuesta así de intolerante?; pero, esta vez fue distinta y, he recibido: amor, comprensión, respeto; he sido aceptado y valorado por como soy y, mis críticas han sido comentadas, debatidas abiertamente y sin ningún sesgo “religioso”.

He intercambiado “teología”, si acaso queremos llamarlo así; ellos han resaltado las palabras del Papa y yo, he utilizado mi biblia para “encajar” esos mensajes papales, en pasajes bíblicos; comprendí que, cada uno de nosotros y nosotras, hemos sido llamados/as para cumplir con un propósito en esta tierra; comprendí que ese es un llamado divino y, que si bien es cierto ellos son católicos y yo un protestante; sin embargo, ambos somos conscientes que, no es la “iglesia” (entiéndase aquí como una infraestructura o institución) la que nos salva, sino que es nuestra fe puesta en Dios, dejando que él gobierne nuestras vidas y aceptando que sólo Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Dicho de otra forma, está demostrado que “ni Calvino, ni Lutero, ni Francisco; son capaces de concedernos la salvación y vida eterna”.

Volviendo un poco al tema de la tierra, quiero compartir con ustedes, una pequeña “petición de perdón”, petición elaborado por mi grupo de trabajo y que, de alguna u otra forma nos llama la atención y nos motiva a renovar nuestro compromiso con su cuidado y preservación. 

“Señor, desde el clamor de nuestra hermana tierra: herida, marginada y olvidada; te pedimos perdón por el daño que provoca nuestra avaricia, que sobre-explota tus recursos y afecta la vida.

Queremos que pongas en nuestros corazones, no sólo el deseo, sino que nos des las fuerzas necesarias para cuidarla y reconocer que, el lugar que pisamos, tierra santa es.”

Simplemente KAJOVEPI

martes, 20 de febrero de 2018

Ya está Grandecita

Antes que nada, quiero pedir disculpas públicas por no haber escrito a tiempo, pasa que en estos días estoy “secuestrado” en unos cursos intensivos que, me han hecho perder la noción del tiempo. Dicho esto, y agradeciendo de antemano su comprensión, pasemos a lo nuestro.

Hace algunos días, una noticia en redes sociales, nos alertaba sobre la desaparición de una menor de edad; Eymi Durand (coloco su nombre para tener una mejor referencia del caso), había desaparecido de su casa en Rioja, la madrugada del 15 de febrero y, “felizmente” apareció al día siguiente en Tarapoto; la familia pudo recuperar a su hija pero. El detalle de éste caso es que, la niña fue encontrada con otras tres personas más, 01 hombre y 02 mujeres, ambos de 42 años; todos ellos fueron interceptados en la agencia de transportes Selva, Tarapoto; y se presume que el destino final de la adolescente, era la ciudad de Yurimaguas; motivo por el cual, se presume que se puede tratar de un caso de “Trata de Personas”.

Recuerdo que hace algunas ediciones hice una descripción sobre lo que éste delito significa, y creo que en esta ocasión, y dado que el caso está en investigación bajo ese “calificativo”, es necesario poder hacer memoria. La Trata de Personas, es un delito que pone en riesgo, vulnera y viola nuestros principales derechos fundamentales, tales como el derecho a la vida, a la educación, a la identidad, a la libertad, al libre tránsito, a la indemnidad sexual, entre otros; este delito no mide ni condición social, ni sexo, ni edad.

En mi opinión, el delito de Trata de Personas tiene 03 pasos, este inicia con el proceso de captación de la víctima es decir, es el momento en el cuál el captor (delincuente o tratante) se pone en contacto con quien podría ser su víctima, y las formas que utiliza para ello son varias, desde una oferta de trabajo en un restaurante, la posibilidad de ser parte de una agencia de modelaje, una beca de estudios y otros que llegan a la víctima a través de las redes sociales, anuncios en los medios de comunicación, llamadas telefónicas o citas personales; este es un proceso que toma… un buen tiempo ya que se busca tener la confianza no sólo de la víctima sino también de su entorno, en algunos casos la captación está relacionada con el secuestro o el rapto. Una vez que la víctima ha sido captada inicia su segundo paso, que es el del traslado, proceso en el cual la víctima es trasladada de su lugar de origen a un lugar de tránsito o a su destino final, para el captor es sumamente importante sacar a la víctima de su lugar de origen porque con este paso se asegura que la víctima pierda el contacto con sus familiares, salga de su entorno social, cultural, sentimental… en algunos casos incluso es trasladada a lugares en donde no hablan su mismo idioma; durante éste proceso la víctima (a fin de no escapar), es sometida a diversas formas de control, tales como: la retención de sus documentos de identidad, la retención de sus medios de comunicación (celulares o prohibición de llamadas), amenazas, chantaje, violencia, suministración de drogas o alcohol; aquí es necesario hacer una pequeña aclaración en el que, salvo casos excepcionales, el captor no ejerce esas medidas de control desde el primer momento del traslado sino que éstos se ejercen cuando han realizado una primera parada (por decirlo así) o cuando llegan a su destino final. Cuando la víctima llega a su destino (de tránsito o final) entonces inicia el tercer paso, que es el de explotación que son los fines por los cuales la víctima ha sido captada, por lo general la mujeres son destinadas a explotación sexual (generalmente prostitución) y, en el caso de los hombres son destinados a explotación laboral (generalmente textilerias, ladrilleras y fábricas). Aquí es necesario hacer otra aclaración, para que un caso de Trata de Personas, califique como Trata de Personas, no es necesario que se den todos los pasos tal cual, la víctima puede ser rescatada en cualquier momento y, desde allí iniciarse el proceso por delito de Trata de Personas.

En base a este concepto, podría atreverme a decir que, el caso de Eymi Durand bien podría calificar como un caso de Trata de Personas, veo que tiene todos los elementos para ellos pero, será la policía y demás autoridades pertinentes quienes lo esclarezcan y determinen oficialmente.

Ahora, veamos el caso ya no desde la perspectiva policial o fiscal, sino desde la perspectiva de cualquier otro ciudadano, un ciudadano que un buen día despertó con ganas leer algunas noticias de su ciudad o región y, se encuentra con esta nota y con la serie de reacciones que la misma ha destapado. Y es que, como suele pasar en casos tan delicados como éste, salen un sin número de posturas (a favor o en contra) y que, lejos de propiciar o promocionar la justicia, a favor de la víctima, ésta es cuestionada por su forma de actuar.

He visto, con mucha pena e indignación al mismo tiempo; a hombres y mujeres que de alguna u otra forma han generado un morbo sobre el hecho, pero que sobre todo se ha justificado el accionar de éste sujeto. Frases tales como <<…ya está grandecita para saber qué es bueno y qué es malo | a ella le gustan mayores | ella ya come sola | su vestimenta no es el de una niña sino el de una mujer | ahí está con su sugar daddy | ¿Qué hace sola a esa hora y fuera de casa? (en relación al horario en el que “fugó” de su casa) | ¿Dónde están los padres?...>>

Como ya lo he dicho en otras ocasiones, éste tipo de frases lo único que hace es fortalecer esas posturas e ideologías machistas, que no hacen otra cosa más que debilitar todo aquello que ya hemos avanzado, en temas de la transversalización del enfoque de género en nuestra sociedad; no es posible que sigamos pensando que una mujer es la responsable de su violación, no es posible que sigamos pensando que las mujeres que se visten de determinada forma sólo lo hacen por provocar a los hombres sedientos de sexo, no es posible que sigamos pensando que las mujeres sólo buscan intereses económicos y, que los hombres los pueden suplir, no es posible que sigamos pensando que cuando una niña se fuga de casa es porque quiere explorar al máximo su sexualidad.

¿Hay responsabilidad de los padres, en este caso? De hecho que sí, como las hay en cualquier otro caso; tanto los padres como las madres estamos llamados/as a enseñar a nuestros hijos e hijas a cómo cuidarse, cómo actuar frente a situaciones de peligro, qué es una situación de peligro, por qué no es bueno conversar con extraños y peor seguirlos; pero no sólo estamos llamados a ello, sino que también necesitamos propiciar espacios de confianza, en los cuales ellos/as (nuestros/as hijos/as) se sientan seguros de venir a contarnos sus cosas, se sientan seguros de venir y pedirnos consejos, se sientan seguros de que si hay una discusión de por medio (no nos comprendemos) lo vamos a conversar y solucionar, se sientan seguros de que aún si el agresor fuese un familiar igual se va a promocionar el acceso a la justicia (se denunciará al agresor y se protegerá a la víctima).

Quiero concluir con un frase, que se está haciendo común y espero sea reflexiva siempre, “para decir NI UNA MENOS hay que dejar de criar princesas indefensas y machitos violentos”.


Simplemente KAJOVEPI

lunes, 12 de febrero de 2018

…porque han apagado su VOZ…

Según la enciclopedia virtual www.wikipedia.org.es; el cantautor, compositor, productor y escritor español José Luis Perales, realizó una gira por Argentina a inicios de la década de 1980, lugar en dónde conoció algunas “Aldeas Infantiles SOS” y pudo ser testigo de la incansable labor que desarrollaban varias mujeres, quienes tenían bajo custodia a un grupo de niños y niñas que, por diferentes circunstancias, provenían de la marginación y el desamparo. Cuando José Luis Perales se regresó a España, se contactó con el presidente de ésta organización, Juan Belda, a fin de saber un poco más sobre la historia de las aldeas, pero sobre todo, a fin de ver las posibilidades de colaborar con ellas. Belda, al ver el interés de Perales, no sólo le explicó sobre la labor y función de las aldeas, sino que también lo motivó a componer una canción que las promueva; es así que nació éste clásico “Que Canten los Niños”, que se incluyó en el álbum “Con el Paso del Tiempo”; y cuyos derechos de autor, han sido cedidos a dicha organización. Parte de la letra de este clásico musical y que hoy es necesario recordar y hacerla nuestra, dice lo siguiente:   

“…que canten los niños | Que viven en paz | Y aquellos que sufren dolor, | Que canten por esos que no cantaran | Porque han apagado su voz…”

Durante estos últimos días nos hemos indignado, lamentado y frustrado al mismo tiempo; cuando hemos escuchado la lamentable noticia de Jimenita; la niña de once años que fue atropellada (por la bicicleta de su victimario), secuestrada, violada, estrangulada y calcinada por, su asesino confeso, César Alva Mendoza, “El monstruo de la bicicleta”.

Frente a noticias como estas ¿Quién no se indignaría? Creo que todos; pero al mismo tiempo, se refleja la otra parte de nuestro ser, el de querer hacer justicia, y nos hemos convertido en jueces y hemos dictado varios tipos de sentencia para este sujeto; sentencias que van desde la cadena perpetua, la castración química y otros, hasta la pena de muerte. Ésta última propuesta de sentencia, la pena de muerte, es la que ha levantado un sinnúmero de debates en los que hemos encontrado posturas tanto a favor, como en contra, y hay todavía un voto indeciso sobre el particular.  

Las alarmantes cifras que tenemos, no hacen otra cosa más que alimentar el debate en cuestión. Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y el Poder Judicial, a diario 16 niñas y adolescentes son víctimas de violación sexual; el 90% de las denuncias de Violación Sexual quedan impunes. A su vez, según el Programa de Investigaciones Criminológicas y Análisis Prospectivo, revela que entre los años 2013 al 2017 del total de casos de violación sexual, el 76% de los mismos eran menores de edad; el 60% tenían entre 13 y 17 años; y el 40 % de los victimarios era un familiar (tío, padrastro, padre, abuelo, otros).

Es probable que la discusión sobre el tema, tenga cierta repercusión por un par de semanas más y luego, como general y lamentablemente ha pasado, se quede en el olvido y no vuelva a salir hasta que, un hecho tan repudiable y lamentable, como este, vuelva a los noticieros. Más allá de dar mi punto de vista (a favor o en contra) sobre la pena de muerte; me atrevo a preguntarme dos cosas: 1. ¿Qué garantías tenemos, de que al aplicar dicha sanción, los casos de violación sexual disminuyan? | 2. En un país como Perú, en dónde los temas de corrupción están a flor de piel, ¿Cómo asegurar si la persona sentenciada es realmente culpable?; sobre este último punto, recordemos que en varias ocasiones hemos escuchado noticias de casos probados, en dónde el victimario o fue absuelto, o se le proporcionó un pena leve.

Considero que, una de las acciones que podríamos ir implementado por ahora, en tanto se decida los marcos normativos para la implementación de penas sobre éste delito; es empezar a trabajar con los victimarios. Hace algunos días conversaba con uno de mis cuñados sobre el tema de violencia familiar y le decía lo mismo; una de las claves es trabajar con el victimario, desarrollar un verdadero trabajo de sensibilización, de acompañamiento psicológico y social para su reinserción en la comunidad; si esto no se trabaja y sólo se le da una sanción “leve”, lo que va a pasar es que, al cumplir su condena y salga en libertad, es probable que vuelva a cometer el mismo delito o quizás algo peor. En el caso de Jimenita, por ejemplo, su asesino ya tenía dos denuncias por temas de “violación sexual”, adicional a ello se reporta que tenía problemas con las drogas. Se imaginan ¿Qué hubiese pasado, si en la primera denuncia se hubiesen tomado las cartas en el asunto? En definitiva que Jimenita seguiría con nosotros.

Otro de los puntos que debemos de trabajar, es el tema educacional formativo; sabemos que la educación viene de casa, entonces, es en casa en donde comienza esta formación. Es en casa, en donde debemos aprender a enseñar a nuestros hijos e hijas que sus cuerpos son valiosos y que nadie más –sólo ellos/as, sus padres o el médico (para éste último caso, previo consentimiento y siempre y cuando sea necesario)- puede tocar sus cuerpos. Usted tiene que aprender a hablar con su hijo o hija, sin tabúes y sin reparos, temas como: los órganos sexuales, sobre sus cambios fisiológicos, sus genitales, “sus partes privadas” (como dice mi hija), todo ello según su edad. Es en casa, y según estudios afirman que, a partir de los dos años de nacido; nosotros los padres debemos evitar cambiarnos de ropa o exponernos desnudos/as delante de nuestros/as hijos/as, ya que lo tomarán como algo normal y, ello contribuye a que el niño no pueda identificar a tiempo situaciones de riesgo. Es en casa, en dónde debemos enseñar a nuestros hijos/as que no sólo NO deben hablar y confiar en desconocidos, sino que también deben identificar conocidos o principales aliados a quienes, frente a una situación de peligro, puedan pedir ayuda a tiempo. Es en casa, en dónde debemos enseñar que tanto hombres y mujeres tienen los mismos derechos y responsabilidades; la no objetualización de la mujer, parte de la casa. 

A nivel de Estado, no basta con que se indignen u propongan leyes, según la temporada; es necesario que esa indignación se refleje en acciones concretas, como la designación de presupuestos para el trabajo de prevención, atención, acompañamiento y reinserción. Un mayor compromiso para un rápido actuar frente a una denuncia (caso de policía, jueces, fiscales, rondas campesinas y otros). Un mayor compromiso para que la Justicia no sea ciega y leve frente a las denuncias de violación sexual, vale decir, que no queden impunes. Un mayor compromiso en temas de seguridad, educación y salud. Una mayor sensibilidad, para aprender a verlos como “sujetos de derecho”. Por mucho tiempo hemos pronunciado esa trillada frase “los niños son el futuro del país”; pero, no nos hemos dado cuenta de que en realidad son “el presente”; un presente que si no se les atiende, escucha, respeta y valora por lo que son, tendrán un futuro lleno de zozobra y caótico.

Para cerrar la columna de hoy, me remito a parte de la letra de la canción con la que inicié éste escrito “…Que canten por esos que no cantaran | Porque han apagado su voz…” ¿Estás dispuesto a cantar por ellos/as?


Simplemente KAJOVEPI


sábado, 3 de febrero de 2018

…Matarina, Matarina, Matarina de Algodón…

“…y éste es el último baile,
El baile del chocolate
Con la barriga se mueve
Con la cadera se bate…”

Éste es parte de la letra de una copla cajamarquina, copla que se canta en sus festividades de carnaval. Todos nosotros sabemos que, pese a que las fiestas del “carnaval” se celebra aquí y en cualquier otra parte del país y en algunas otras ciudades del mundo; Cajamarca, es pues, “la capital del carnaval en Perú”.

A nivel internacional y según el libro Guinness de los récords, la celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro; y la mayor agrupación carnavalesca (comparsa), Galo da Madrugada de la ciudad de Recife, sitio de otro carnaval muy importante. Otros carnavales internacionalmente famosos son los de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz y Águilas (Murcia) en España, del Callao en Venezuela, Colonia en Alemania, Oruro en Bolivia, Venecia en Italia, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto y el Barranquilla en Colombia; en México los carnavales de Veracruz, Mazatlán, Guamúchil, Mocorito, Jalostotitlan uno de los mejores por la zona alteña, Angostura y el de Huejotzingo. Los más largos son el Carnaval de Montevideo, Uruguay, que se extiende por 41 días y los de Corrientes, Jujuy y en Entre Ríos, Argentina, ya que duran desde el primer fin de semana de enero hasta el primer fin de semana de marzo. Los carnavales de La Habana y Santiago de Cuba en Cuba han gozado de igual reputación internacional, comparándoseles con los de Río de Janeiro durante la época republicana (1902-1959).1

A nivel de la región San Martín y, pese a que nos cueste aceptarlo, Rioja es la ciudad en donde ésta celebración tiene un mayor apego; como cualquier otra celebración, comida, fiesta, marca u otro… posicionar la festividad, no ha sido tan fácil pero, poco a poco se ha ido logrando, al punto tal que ahora es considerada como una de las festividades más pintorescas de la región y a nivel nacional. Si bien es cierto, que ésta fiesta se celebra en todo lado, sin embargo cada lugar tiene una peculiaridad y una forma “específica” de celebrarlo que, marca la diferencia entre una y otra ciudad.

Moyobamba también se suma a la celebración, la actual gestión municipal apuesta por recuperar nuestras tradiciones y culturas pero, para el caso de nuestra ciudad, recuperar lo que en su tiempo fue “la fiesta del carnaval” está más lejos que la entrega del hospital. Lamentablemente hemos confundido festividad con vandalismo; basta con recordar el fatídico accidente de Deyli Johana López Villalobos, quien cuando regresaba a casa, a bordo de una moto lineal; un desadaptado les tiró un globo (pese a que no estaban jugando), el impacto hizo que el conductor pierda el control, ella cayó frontalmente al pavimento y, luego de una semana de agonía, lamentablemente falleció. Nadie, absolutamente nadie, quiso hacerse cargo de éste accidente, ¿Sabemos quién tiró ese globo? ¿Tendrá alguna sanción? El municipio se ha librado de responsabilidades, aduciendo que dicho accidente ocurrió fuera de las fechas de festividad, pese a que las autorizaciones para la fiesta social, fiesta que se desarrollaba en el campo de Shango y por donde Deyli pasó, vinieran de esa comuna.

Éste año no es la excepción, en cuanto a vandalismo se refiere; ya que pese a que existen “normas y reglamentos” para estos juegos, simplemente éstos no se respetan. El otro día, mientras miraba una entrevista hecha a la Gerente de Desarrollo Social, sobre el tema de la festividad, ella decía: <<…bueno, tenemos una ordenanza municipal que reglamenta el carnaval, y establece sanciones para quienes no la acaten; de manera que podremos jugar tranquilos, y bueno el que no quiere jugar lo expresará, mientras camina, o simplemente saldrá a ver desde su balcón, o en todo caso se quedará en casa…>>

¿Cómo; si no quiero que me mojen, debo quedarme en casa? ¿Qué de mi derecho al libre tránsito? ¿Tan difícil es entender que debemos jugar sólo con quienes lo están haciendo? Bajo el pretexto del carnaval, se toman por asalto las calles, mojando a cuanta persona ose pasar por sus lados (de éstos vándalos) y, pese a que se les diga “no estoy jugando” (que supuestamente es la clave para caminar tranquilos), esa es letra muerta; entonces me pregunto ¿El vandalismo, es parte de nuestra cultura y tradición? ¿Es eso lo que queremos recuperar?

Simplemente KAJOVEPI


1.       https://es.wikipedia.org/wiki/Carnaval