viernes, 20 de agosto de 2021

Adiós ciclovía


Creo que más de uno de ustedes sabe que el suscrito es un crítico empedernido de la actual gestión municipal, lidera por el Sr. Gastelo Huamán Chinchay; en más, hasta hace poco, fui uno de los que apostó por la revocatoria y rogué porque esas firmas se recolectaran pues, como se ha dicho hasta el cansancio, esta actual gestión, a parte de ser pésima, es desastrosa.

Sin embargo, en las últimas semanas, la puesta en marcha de una obra en particular ha levantado mi interés, ha logrado que haga a un lado mi lado criticón y empiece a felicitar la acción, pero, además, ha logrado que defienda la ejecución de tal obra, ¿cuál?, pues la implementación de las ciclovías, en gran parte del catastro urbano.  

Lamentablemente, dicha obra, se ha visto paralizada o en todo caso, será implementada de otra forma, es decir sin los bolardos de metal que inicialmente se estaban colocando; esto, gracias a la intervención de terceros y de continuas campañas de boicoteo de la obra, bajo fundamentos, razonables, sí, pero que no justifican la paralización, anulación o cambio de la mencionada obra pues ello afectaría a un gran grupo de la población.

Vayamos al meollo del asunto, a decir de los opositores, no es posible implementar una ciclovía pues: 1. Las calles son muy angostas, la implementación de la ciclovía traería problemas en el tráfico dado que hay calles en donde la mitad de esta es utilizada como estacionamiento. 2. No podemos colocar bolardos de metal, pues estos sería un peligro para los ciclistas, así como para los motociclistas y demás. 3. Las calles no se encuentran en óptimas condiciones para una ciclovía, es necesario que primero estas sean reparadas. 4. Moyobamba ya cuenta con una ciclovía, en el sector Punta de Doñe, si quieren manejar su bicicleta, vayan por allí. 5. En Moyobamba, el uso de las bicicletas, sólo se da durante los fines de semana, entre semana no hay quienes las usen.

Los tres primeros puntos mencionados en el párrafo anterior son razonables, sí, pero, también son posibles de corregirse; por ejemplo: 1. Podemos empezar por sensibilizar a la población respecto del uso de las calles, estas han sido diseñadas para tránsito y no para estacionamiento; al no tener vehículos estacionados en la calle, como debería de ser, entonces las calles ya no serían angostas. 2. En el periodo del exalcalde Oswaldo Jiménez, se habían colocado ojos de gato, como señalización para la ciclovía en todo el jirón Reyes Guerra; la idea fue buena pero los resultados no tanto, pues, algunos conductores de vehículos motorizados (motos, motocares, autos) no respetaban dicha señalización e invadían (e invaden) la ciclovía; la colocación de los bolardos es un acto drástico, sí, pero, se ajusta a nuestra realidad. 3. Si bien es cierto que las calles no se encuentran en óptimas condiciones, sin embargo, ello no puede ser limitante para la delimitación de una ciclovía; es necesario que la población se vaya adecuando a esta nueva ruta de tal forma que, cuando dicha calle sea reconstruida, ya se tiene costumbre de que parte de esta es para bicicletas y otra para otro tipo de vehículos. 4. Esta es una justificación por demás, ridícula, ¿cómo es posible que se nos mande a manejar bicicleta en una sola ruta o en unas cuantas cuadras? ¿acaso todos(as) quienes usan bicicleta viven en esa zona? ¿acaso no tenemos libertad de movilizarnos por toda la ciudad?; justamente porque los ciclistas se ubican en toda la ciudad, es necesario contar con más ciclovías, que se conecten entre sí. 5. Quienes afirman esto, definitivamente no conocen la historia del uso de bicicleta en Moyobamba, pero, además, están invisibilizando a un gran grupo poblacional.

Para hacer algo de memoria, hace veinte años, o un poco más, Moyobamba era una ciudad ciclista; los garajes de las escuelas, oficinas, colegios, e incluso de la universidad, estaban invadidas de bicicletas; incluso esa práctica siguió en pie hasta el año 2005, a partir de esa fecha, el uso de esta ha ido disminuyendo, pero, no ha desparecido; esto debido al crecimiento automotriz de Moyobamba. Crecimiento que se debe al ingreso de motocares y motocicletas de bajo costo y con grandes facilidades de pago, para quienes la adquirieran.

A partir del año 2012, aproximadamente, Richard Dobson, junto a otros activistas, entre ellos el abogado José Ricse, empiezan a promover el uso [retorno] de las bicicletas, y crean el grupo “Ciclismo Moyobamba”; este grupo no sólo ha promovido el uso de la bicicleta, sino que su práctica se ha ido recuperando; fueron ellos quienes promovieron los famosos “un día sin auto” en la ciudad, así como los paseos de aventura a Yantaló, Rioja, Pacasmayo y otros lugares, y los paseos nocturnos de los jueves.

Adicional a ello, han participado y organizado encuentros nacionales sobre el uso de las bicicletas, por lo que, conocimiento del tema, tienen. Y resalto ello pues, uno de los principales opositores a la implementación de las ciclovías, ha insinuado que la Municipalidad no tendría por qué atender el pedido de dicho grupo (ciclismo Moyobamba), ni mucho menos del abogado Ricse (como si él estuviese dirigiendo la implementación).

Lo curioso de esta campaña de boicoteo es que se ha promocionado por personajes que no usan una bicicleta para su movilidad diaria, claramente se ve que su interés para la oposición es netamente personal; además, han aprovechado el poder que tienen frente al Municipio y su espacio en los medios de comunicación para lograr que dicha obra se paralice o cambie su forma de implementación. Incluso, se han mostrado reacios frente a quienes sí usamos una bicicleta para nuestra movilidad diaria y, nos tildan de ignorantes, de fanáticos y de tercos, sólo por el hecho de pedir que la ciclovía siga su rumbo.

Esta campaña de boicoteo me recuerda a cuando Moyobamba inició con la colocación de semáforos en las calles; daba la casualidad de que, en ese entonces, el uso de vehículos motorizados iba en aumento, por lo que colocar semáforos era necesario. Cuando el municipio empezó a colocarlos, las reacciones fueron similares, la gente se oponía a ello pues decían que les quitaría tiempo, que las calles de intersecciones en donde se estaban colocando no estaban debidamente pavimentadas, que sólo deberían colocarse en el centro de la ciudad y similares.

Aun así, la municipalidad insistió en colocarlos; ahora vemos que la gente se ha acostumbrado a ellos (a los semáforos); reclama cuando estos no funcionan y, en algunas ocasiones, han realizado campañas para colocar un semáforo, en una intersección en particular.

Se ha indicado que la implementación de las ciclovías sólo será pintada, es decir, un saludo a la bandera, pues, no la respetan. Esta vez, ese revanchismo y disgusto por una autoridad en particular, el boicoteo de esta ciclovía nos está costando caro, nos están obligando a nosotros los/las ciclistas, a seguir inseguros/as en las calles. Es una pena.

Simplemente KAJOVEPI