Llevamos ya dos semanas desde
que los comicios para la elección del nuevo presidente del Perú han terminado
y, hasta ahora, pese a que ya se conoce el conteo final de votos al cien por
ciento de la ONPE, la candidata por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, no acepta,
lo que sería, su tercera derrota.
Por el contrario, ella y
compañía, vienen inventando una serie de argumentos sobre un supuesto “fraude”;
al respecto, y hasta el momento, no hay nada que pruebe tal acusación; por el
contrario, frente a cada suposición de los hechos, los/las acusados/as han salido
a desmentirlos, ejemplos, tenemos un montón.
Entonces, al ver que sus
argumentos son inexactos, poco creíbles o simplemente inexistentes, ahora se
optado por tirar esa pelota de la duda hacia la ciudadanía, y han empezado a
solicitar, mediante el hashtag #DenunciaLaTrampa, que cualquier ciudadano(a)
que haya sido testigo, o que mejor aún, tenga “pruebas sólidas”, de esto que
ellos llaman “fraude”, pues lo publiquen en sus redes y uses dicho símbolo de
referencia, para que así, la “denuncia” sea tendencia.
Ahora, Fuerza Popular, a través
de esta estrategia, nos está dando un solo mensaje: “no tengo pruebas, pero,
igual seguiré denunciando”; su misma lideresa lo dice a través de su cuenta de
twitter (@KeikoFujimori), y lo cito: <<…ya sabemos lo que hicieron
para voltear la elección. Hoy necesitamos saber cómo lo hicieron…>>.
Con esta sola declaración, no es necesario ser un experto en derecho electoral
como para darnos cuenta de que el tan mentado “fraude”, no existe. Surge
entonces la pregunta ¿cuánto tiempo más vamos a seguir dando cabida a una
denuncia insustentable?
El detalle de esta estrategia no
es la tira de mentiras alrededor de ella, sino ¿cómo es que estas se están
transmitiendo? ¿quiénes son los aliados o voceros, responsables de difundirlas?
pero además ¿quiénes se la están creyendo?; y valgan verdades, pero, a estas
alturas del partido, estoy convencido de que existen personas que, pese a no
creer la existencia del fraude, están empezando a dudarlo, no porque se ha
probado, sino porque tal acusación se ha repetido hasta el cansancio.
Y claro ¿cómo no podrían dudar?
Si los principales medios de comunicación nacional (escrita, hablada y
televisada) brindan enormes coberturas, sin ningún tipo de cuestionamiento, a
cuanto personaje sale a denunciar el fraude, incluso a desconocidos que sólo
salen a gritar, porque piensan que así les van a creer, como el criptólogo de
Cuarto Poder, de este último domingo. Pero eso no es todo, sino que gran parte
de la prensa local (periodistas de profesión o por afición), muchas veces
llevados por sus apasionamientos, repiten aquello sin ningún tipo de análisis o
investigación para contrapesar.
¿Cómo no podrían dudar? Si uno
de los principales magistrados del Perú, Javier Villa Stein, se ha tomado la
molestia de plantear un amparo para que este proceso se declare nulo, aun
sabiendo que el único efecto que dicho acto producirá es una afectación a su
bolsillo por haber gastado papel, tinta, tiempo y movilidades en vano, pues no
procederá.
¿Cómo no podrían dudar? Si ahora
incluso han presentado un Habeas Data para acceder al padrón de electores y
verificar si efectivamente los que votaron son los que dicen que son; un
procedimiento que de por sí, ya pone en riesgo y vulnera nuestra información
personal, pues de darse el caso, no sólo accederán a tus nombres y apellidos,
sino que podrán acceder a tu número de DNI, a verificar tu firma, tu huella
dactilar; lo bueno es que existen opiniones favorables a la no entrega de dicha
información. Y uno podría preguntaría, una organización que está acusada de
haber falseado información de aportantes a su campaña ¿para qué quiere nuestros
datos personales? ¿pretende acaso ponernos como sus nuevos aportantes?
¿Cómo no podrían dudar? Si un
grupo de militares en retiro, han enviado una carta al Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas exigiéndoles que tomen el poder, y se respaldan en malas
interpretaciones y descontextualizaciones de varios artículos de nuestra Carta
Magna; al respecto, el presidente Sagasti, ha respondido de una forma
elocuente, precisa, concisa y firme y ha pedido, lo cual es aplaudible, se
investigue a estas personas, pues se estaría configurando el delito de
sedición.
Y así podemos tener más casos,
cuyo efecto inmediato, es sembrar la duda en la población; de hecho, el uso de
este hashtag #DenunciaLaTrampa, es una carta abierta a una masiva invasión,
sobre todo en las redes sociales, de noticias falsas o pretenciosas, y que cuyo
único fin es desestabilizar no sólo el proceso, sino sembrar dudas y temores
sobre el próximo gobernante, Pedro Castillo, a fin de deslegitimizar su
gobierno y sentar las bases necesarias y suficientes para una pronta vacancia,
¿caerás en la trampa?
Simplemente KAJOVEPI