<<…Cuando
despiertan, mis ojos y veo
Que sigo
viviendo, contigo Perú
Emocionado,
doy gracias al cielo
Por darme la
vida, contigo Perú…>>
¿Quién no ha
cantado o tarareado éste clásico musical? ¿Quién no ha se emocionado hasta las
lágrimas por ella? (ojo de la canción estamos hablando) ¿Quién no lo ha puesto
como fondo musical al momento de editar un video promocional de Perú? ¿Quién no
lo ha escuchado en las peñas y restaurantes criollos? Es más, me atrevo a
asegurar que mañana, 28 de julio, día del Aniversario Patrio, los “grandes del
criollismo”: Polo Campos, el Zambo Cavero y don Oscar Avilés armaran la jarana
de rompe y raja cajón, allá en la eternidad.
“Contigo Perú” es un vals que don Augusto Polo Campos compuso
en tan sólo 14 minutos. A decir de las propias palabras de Polo Campos, esta
canción nació luego de que su tocayo, Augusto Vinatea, le pidiera que componga
una canción con una letra similar a la de “Y se llama Perú”, para ello le
dieron 15 días de plazo, Augusto, dejó a su tocayo, quien era un alto
funcionario del Gobierno de Morales Bermúdez y que tenía una reunión con un
grupo de pescadores; y entró a un café frente a Palacio de Gobierno, allí
mientras degustaba de su café (vieron que el café es inspirador) pidió una
factura y, en la parte posterior de la misma empezó a escribir las letras de
este himno popular, que se ha cantado en todos los rincones del Perú y el mundo,
incluso en Rusia 2018 previo al partido Perú – Francia.[1]
Una canción
que nos llama a la unidad, pese a las diferencias que puedan existir entre el
uno y el otro; una canción que nos llena de orgullo y nos hace sentir
orgullosos sobre nuestros orígenes; una canción que ha despertado ímpetus y
confesiones religiosas a ésta patria que nos vio nacer y a quien juramos amar
hasta el día de nuestra muerte, fecha en la que, si tenemos la dicha de morir
en territorio nacional, pues nos “uniremos con ella”.
Pero ¿Cómo
demostramos el amor a nuestro Perú?
¿Cómo demostramos que estamos Contigo
Perú? ¿Cómo demostramos que merecemos ser ciudadanos de éste país? En las
últimas semanas, en las que nos hemos decepcionado de toda esa podredumbre que
nos gobierna, muchas personas han visto por conveniente “no celebrar” nuestro
aniversario patrio; hay quienes han optado por cambiar la blanquiroja por una
bandera negra y blanca, asegurando que estamos de duelo; por otro lado, las
instituciones educativas han decidido no desfilar ni participar en ninguna
actividad oficial, como manera de protesta; se han armado y se están armando
marchas en contra de la corruptela que nos genera asco; los memes no se han
quedado atrás, y de pronto hemos visto a la vicuña amenazarnos con dejar el
Escudo Nacional si los audios continuaban, o hemos visto a un Vizcarra parado
frente a un arco (que es el Congreso) a punto de ejecutar un penalti, o hemos
visto a los pulpos del fujimorismo, a un Mulder que niega amistades y a una Milagros
Leiva que se ha quedado callada; entre otros.
Hacer cada
una de esas cosas, va bien; después de todo, es una forma de protesta, de
levantar la voz frente a tanta injusticia y de reclamar e indignarnos de la
corrupción y, de no descansar hasta que se vayan todos(as) y empecemos de
nuevo. Sin embargo, no olvidemos que así como reclamamos también debemos ser
conscientes de que muchas veces, nosotros mismos contribuimos con esa
corruptela de la que hoy nos asqueamos; y nos convertimos en cómplices cuando
antes de presentar nuestros papeles al policía en un operativo en la carretera,
optamos por darle “su sencillito”; somos cómplices cuando construimos nuestras
casas sin ningún tipo de autorización y ni de criterio; somos cómplices cuando
no cumplimos con las normas de salubridad en los restaurantes; somos cómplices
cuando no cumplimos con nuestros trabajadores y los convertimos en informarles,
obviando el pago de sus seguros y demás beneficios; somos cómplices cuando
salimos de paseo y tiramos la basura en cualquier lado; somos cómplices cuando
evadimos impuestos (para colmo a uno lo nombraron actual presidente del
Congreso); somos cómplices cuando compramos piratas; y así, podemos ser
cómplices de muchas formas.
En fin, si
este 28 de julio nuestro sueño es
que, en medio de la celebración por nuestra independencia nos regalen un “Nuevo
Perú”, entonces empecemos a esforzarnos por construir uno nuevo.
Simplemente
KAJOVEPI