miércoles, 31 de julio de 2019

Perú, ¿te amo?

Foto: Joel Vela

Se dice que dentro de los valses criollo que tenemos en nuestro repertorio, hay uno en particular que, al cantarlo, toca hasta lo más profundo de nuestro ser; esa es una de esas canciones famosísimas que, por lo general, es cantada en peñas, en los partidos de la selección peruana de fútbol; que incluso se ha usado para diversos comerciales, que varios cantantes lo interpretaron a su modo y que incluso, el ya fallecido, Alán García, lo usó como parte de su campaña presidencial. Sí, ese es el clásico “Contigo Perú”; canción que fue compuesta por Augusto Polo Campos, justo cuando Perú iría al mundial de fútbol Argentina 1978; Augusto, ha narrado en más de una ocasión, que fue el mismo Morales Bermúdez quien le pidió componga algo para la ocasión y que él (Augusto) al salir de palacio, se dirigió a un café frente al mismo, y fue allí en donde le vino la inspiración; luego de 15 minutos de tantas reflexiones, tomó una factura y, en la parte trasera, empezó a escribir las letras de tan significativa y emotiva canción.

¿Quién de nosotros no ha cantado o tarareado esa canción? ¿Quién de nosotros no lo ha disfrutado como es debido? ¿Quién de nosotros no ha tomado un par de traguitos con ella (ojo, de la canción estamos hablando)? Es más, ha sido el segundo himno que la hinchada entonó, en los partidos que la selección disputó en este último mundial de fútbol masculino. Estoy seguro que, todo nuestro patriotismo sale a flote cada vez que la entonamos, estoy seguro que más de uno de nosotros afirma que esta canción revive ese amor que siente por nuestra nación, incluso puedo afirmar que, por lo general, al terminar, siempre hemos cerrado con un ¡Te amo Perú, carajo! Pero ¿qué tanto amamos a nuestro país? ¿Cómo es que le demostramos el amor que le tenemos?

Quizás puedo yo decir, te amo Perú, en tanto que tiro mi basura a los ríos, total, como el agua corre y corre, la basura también va con él. Puede que otra forma de demostrar mi amor por el país, es talando la amazonia a diestra y siniestra, quizás porque pensamos que su verdor será eterno y porque los árboles crecen así porque sí, sin ningún tipo de cuidado o de control. Sí, te amo Perú, y te amo tanto, que no me atrevería a cambiar el tubo de escape de mi moto o de mi carro, porque aunque el humo que emite es más negro que la conciencia de algunos congresistas, lo importante es que tenga en qué movilizarme. Perú, te amo demasiado al punto tal que, cada vez que voy de compras al mercado, olvido llevar mi bolsa; pero como somos tan generosos, yo sé que mis caseros me darán una, sin ningún cobro adicional.

Foto: Hernán Oblitas
Perú, eres el país de mis amores, eres ese país por el cual yo daría mi vida, aunque elija a cualquier mamarracho como autoridad. Sí, yo te amo Perú, te amo de tal forma que estoy dispuesto a bajarle veinte solcitos al funcionario municipal para que me agilice un trámite; o al policía de tránsito para que no me ponga la multa por no llevar casco; o a mi amigo, el doctorcito, para que me firme un certificado médico. Perú, tu sabes que te amo ¿cierto? Tanto es así que crearé una empresa constructora para ganar las licitaciones municipales y luego darles su tajada a la autoridad (ganan muy poco para el cargo que tienen, y te daré una manito); aunque podría también crearme una empresa temporal, esas de las que aparecen sólo por un par de meses para una cuestión en particular; o podría también crearme una empresa fantasma, sí, fantasma como los compañeros de Yesenia Ponce.

Estoy convencido del amor que te tengo, y por eso evito pagarte impuestos, no porque no quiera, sino porque he visto que, como se destinan a la corrupción, el no pagarlos es una forma de no contribuir con ella; y es por esa misma razón en que no exijo comprobantes de pago frente a cualquier producto (bien o servicio) que adquiero, y cuando los pido, con tal de que el emisor pague más, las adultero. Sí mi Perú, sí te amo, y te amo tanto, que con tal de servirte en alguna institución estoy dispuesto a adulterar mis notas en mi certificado de estudios o, a mandarme a tipear otros certificados, para ello; y si eso no me resulta, bien puedo recurrir a la vara, tu sabes, pedirle a mi pata o a mi familiar, que me dé “una manita” en la convocatoria o que me pase las respuestas de los exámenes.

Estoy enamorado de mi país, que me gusta recorrer sus calles y carreteras; no importa si voy a más de 100 km/h, no importa si me adelanto en curva, no importa si no pago los peajes o me estaciono mal, no importa si no tengo la licencia respectiva o si mi vehículo no está autorizado o no cuenta con SOAT; ¿eso? Esas cosas son unas tonterías y no es necesario darle tanta importancia, lo que importa es que conozca mi Perú. Y si acaso visito algunos lugares turísticos y, por “olvido” dejo ahí mis desperdicios (basura) créeme que no lo hago por ser un irrespetuoso, no, lo hago porque hay que dar trabajo a la gente que limpia; y si se me ocurre alterar la infraestructura, créeme que lo hago por demostrar mis sentimientos, quien sabe y a lo mejor en una de esas pintas coloque TE AMO PERÚ.

Te amo Perú, al punto tal que estoy dispuesto a robarme la propiedad intelectual (escritos, poemas, fotos y otros) de mis compatriotas, no porque quiera evitar pagar alguna regalía, sino porque lo que importa es promocionar lo que ellxs hacen; a fin de que no se me acuse de ello, en esta ocasión y antes de cerrar ésta columna, quiero agradecer a Joel Vela y a Hernán Oblitas, por compartir estas fotos que hoy, acompañan la nota.

Es muy probable que todo este panorama, sea una pequeña parte de todo lo que realmente hay; pero también estoy convencido de que, de la misma forma en que existen falsos amantes, hay también quienes SÍ aman a su país y están dispuestos a hacer las cosas bien; y tú ¿Amas al Perú?.   

Simplemente KAJOVEPI

jueves, 25 de julio de 2019

Yo reclamo



La semana pasada, compartía con ustedes, ese malestar, esa desazón, esa incomodidad e impotencia que me había dejado el hecho de que la Dirección Regional de Educación – San Martín (DRE), haya interferido en una actividad que promovían un grupo de estudiantes de la Institución Educativa Serafín Filomeno, y que era en beneficio de la colectividad en general; una de las cosas que resaltaba al final de mi escrito, era que la DRE aducía que “no se puede poner en riesgo la integridad física de los/las estudiantes” y por lo tanto, dicha actividad no era la más adecuada, logrando así su cancelación; también indicaba que, muchas veces la DRE ha violado su propio criterio y, ha puesto en situación vulnerable a los/las estudiantes.

Un claro ejemplo de lo que acabo de indicar, aunque ya indiqué varios en el escrito anterior; es la reciente actividad truncada e improvisada de la Municipalidad Provincial de Moyobamba, con esto del paso de la Antorcha Olímpica de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos – Lima 2019. Resulta que el municipio, creyó que Antorcha, rompería un protocolo que se armó hace meses, para que ingrese a nuestra ciudad, entonces, en aras de poder “recibir” a la delegación, y dado que se trataba de un acto público, no se tuvo mejor idea que, ilusionar a un grupo de estudiantes, del nivel inicial, de la Institución Educativa Juan Climaco Vela Reyes y de la Institución Educativa Serafín Filomeno, quienes estaban en la plaza desde muy temprano y quienes, pese a la lluvia, no se movieron para nada. Los/las estudiantes han estado expuestos a un clima nada bueno para su salud, han perdido horas de clases, se les ha ilusionado con esto de la antorcha y, la DRE no ha dicho absolutamente nada, ni durante ni después de ese mamarracho.

Y es que a veces, eso es lo que pasa, vemos a los y las estudiante, como un grupo que siempre va a estar disponible para que sean el “relleno” de nuestras actividades; y, si hay que hacer un pasacalle, o si hay que hacer una recepción, o si hay que hacer “mancha” o cosa que se le parezca, ahí están ellos y ellas; ahí están, en sus aulas, aulas que pueden abandonar en cualquier momento (ojo, sólo para estos eventos, porque para el resto “Semáforo Escuela” pone barreras); y, no se preocupen, que ellos y ellas no les dirán nada, no les cuestionaran, no se opondrán, o al menos eso es lo que creemos; porque los chicos y las chicas de ahora, ya no se callan nada, están dispuestos/as a alzar su voz, a cuestionar, a revelarse, si es posible, frente a situaciones adversas; lo malo, es que muchas veces, no se les está escuchando y entonces, sus opiniones, las tiramos al tacho o, las evadimos.

Por lo general, hemos estado acostumbrado a ello ¿no? A que no digan nada, a que no se cuestione a que simplemente, hagan las cosas tal cual nosotros, los adultos, les indiquemos; pero, las cosas van cambiando y, debemos adaptarnos, debemos empezar a entender que ellos y ellas, también tiene todo el derecho de no sólo opinar, sino que sus opiniones sean escuchas y tomadas en cuenta.

Bueno, ustedes saben que yo tengo una hija, y la verdad es que a veces, ella (mi hija) me hace unos desplantes, justamente porque yo, como padre, pensando que lo que le voy a dar o lo que vamos a hacer, es algo que le va a gustar (vale decir que no le consulté antes), sin embargo, no le gusta y, es en ese momento, en que me hace el desplante; y tiene la capacidad de dejarme plantado con su juguete (si acaso le compré uno nuevo), o con los ingredientes (si pensamos meternos a la cocina), o con los materiales (si acaso pensamos hacer algún trabajo manual), o con las herramientas del huerto (si acaso pensaba que me ayude a sembrar algo).

Si hay algo que resalto de mi hija, es que es una parlanchina, no deja de hablar, ella es capaz de hablarte todo el día, y te habla de todo; pero, lo que más me agrada, es que de la misma forma en la que habla, reclama y no se calla nada; siempre expresa lo que piensa o siente, y hasta hemos tenido discusiones cuando a veces tomo decisiones que no son de su agrado y me lo dice, muy a su estilo me dice que no, que aquello que le acabo de decir no le gusta o no le agrada, que no está de acuerdo que soy injusto y cosas así; evito, en la media de lo posible, mandarla a callar, y menos decirle -tú no sabes nada-, ¡ja! Se equivocan, ella sabe y sabe mucho, pese a su edad.

Me enternece cuando esas sus ganas de reclamar salen de las cuatro paredes de mi casa y, entonces le reclama al doctor por citarle a una hora y atenderle en otro horario, o cuando alguien le ofrece algo y no le cumple, o cuando los vendedores ambulantes le insisten sus productos y ella ya dijo que no, -no Sra. Ya le dije que no quiero- suele decir; eso es, en definitiva y según mi perspectiva, es una actitud que debe fortalecerse, no quedarse callada y yo, yo protestaré con ella, cuando es justo y necesario.

Simplemente KAJOVEPI

martes, 16 de julio de 2019

¡Tú, cállate!


Hace algunas semanas me encontraba en Tarapoto con un grupo de líderes estudiantiles, de la I.E. Serafín Filomeno – Moyobamba, con quienes establecí una amena e interesante conversación; hablábamos de todo, cada quien daba su punto de vista sobre el tema tocado, sin la necesidad que una de las partes se sienta ofendido o busque reprimirlos. Me pareció sumamente interesante hablar y analizar con ellos y ellas sobre los niveles de gobernabilidad que existen, tanto a nivel provincial y regional (si a eso le podemos llamar “gobierno”, claro); lo que más me sorprendió fueron sus conclusiones, uno de ellos, firmemente decía; <<…aquí vemos que el elector votó por quien le pone la mejor fiesta de cierre de campaña, que por quien tiene un mejor plan de gobierno; y entonces luego, estamos como estamos, sin la posibilidad de poder avanzar…>>. Ese fue, quizás, el mejor análisis político-social y contextual, de estos seis primeros meses de gestión.

¿Cómo es que un adolescente o una adolescente, puede llegar a ser tan apasionado(a) cuando habla sobre estos temas? ¿cómo es que pueden llegar a éste tipo de conclusiones? ¿cómo es que ellos y ellas estén haciendo acciones de incidencia? ¿en qué momento se activaron?; en fin, hay un sin número de preguntas que nos podemos hacer, a raíz de ésta conversación. Hace algunos años, quizás 10 o más, cuando trabajaba con iglesias en la formación de nuevos líderes, uno de los grupos con los que trabajábamos eran adolescentes; y, era interesante ver el crecimiento de éstos y la entrega de los mismos, por lograr los objetivos planteados. En el marco de ese programa, conocí a una amiga, de una ONG Argentina, que en cierta ocasión me dijo <<…cuándo los adolescentes se empoderan de algo, se enamoran de ello y lo hacen con pasión; por eso, el trabajo con adolescentes es clave, ellos y ellas pueden mover masas, pero sobre todo, lo hacen con convicción…>>

La semana pasada, el sector educación ha estado un tanto movido, todo por “culpa” de un grupo de estudiantes que, conscientes de su realidad y del pésimo servicio de salud pública con el que contamos en Moyobamba, convocaron a un pasacalle artístico-cultural; ésta actividad serviría para recordar a la ciudadanía que el Hospital MINSA de Moyobamba (sí, ese que ya tiene más de 6 años en su construcción, y que lo andan inaugurando cada veinte días) debería ser inaugurado (por enésima vez) el 20 de julio, recordando así una promesa de Pedro Boragín (ni tu ex te había hecho tantas promesas falsas).

Hasta ahí la actividad iba bien, pues se estaba ejerciendo el derecho a la participación, adicional a ello, los y las estudiantes estaban respondiendo al nuevo proceso formativo, estipulado en el Currículo Nacional; currícula que exige que los y las estudiantes, sean seres críticos, investigadores, pensantes y que no sólo estén en el aula, esperando a que sus docentes vengan a decirles cómo es que tienen que vivir la vida.

Pero, así como las estudiantes dieron su conferencia de prensa, dando a conocer sobre el pasacalle e invitando a la ciudadanía para que participen del mismo; la DRE también llamó a la prensa para indicar que, en caso de que esa actividad se desarrollaría se iniciarían procesos administrativos contra la dirección de la I.E. así como contra sus docentes; las estudiantes, al no querer perjudicar a sus docentes, deciden cancelar la actividad. Pero, ¿qué es lo que le preocupaba a la DRE? ¿por qué de pronto sale y dice que va a sancionar a todo el mundo? ¿por qué reprimir ese derecho?; la justificación mayor para ello, ha sido indicar que la actividad tenía un tinte político, esto porque contaría con la participación del FEDEIMAN y, al ejecutarlo, se iba a poner en riesgo la integridad física de los estudiantes, hecho que no es permisible, por cuanto la razón de ser del sector educación es velar por el bienestar total del estudiantado. Vaya justificación para más absurda, porque si no se hubiese querido la participación del FEDEIMAN se les decía que no lo hagan y punto.

Ahora, la DRE dice que se preocupa por el bienestar integral del adolescente; sin embargo, no dijo nada cuando, en el marco del aniversario de la Corte Superior de Justicia de San Martín, teníamos a las escoltas de escolares parados bajo la lluvia, sin la posibilidad de romper filas, todo por cumplir con el acto protocolar. A la DRE no le importó la integralidad del estudiante cuando, en el marco de su aniversario, escoltas enteras de estudiantes estaban parados bajo un fuerte sol, en un horario que según reglamento del MINEDU no está permitido, mientras ellos estaban en la sombra; tampoco se pronunció cuando, para el cierre de las actividades de la semana turística, delegaciones enteras de estudiantes andaban pandillando bajo la lluvia. Tanto les preocupa la integridad física de los estudiantes, que en éste último simulacro de sismo, el alumnado de la I.E. Germán Tejada Vela salió a la Plaza de Armas, como punto de evacuación, ya que su infraestructura se está cayendo a pedazos. La lista puede seguir, ejemplos en los que la integridad física de los y las estudiantes han sido vulnerados y puestos en riesgo, hay un shunto.

No podemos exigir que se anule una actividad por el simple hecho de que terceros digan que es político, en todo caso hubiese sido regulado y se hubiese dado espacio a los protagonistas para que expliquen los pormenores de la misma; no podemos anular el deseo que tienen de ser partícipes en el desarrollo de su comunidad; no podemos atrevernos siquiera a decirles que se callen frente a las necesidades de su pueblo. Hay una nueva sociedad que se está formando, hay una nueva sociedad que levanta su voz de protesta a diario, hay una nueva sociedad que exige que sus autoridades les escuchen y que están dispuestos a trabajar en el beneficio de su comunidad ¿se les está escuchando?

Simplemente KAJOVEPI

jueves, 11 de julio de 2019

Ya pe profe



Quiero iniciar esta  nota, haciendo una pequeña confesión; bueno, en la medida de lo posible, busco que éste espacio sea más un espacio de opinión o crítica personal, antes que una exposición abierta de los pormenores de mi vida; sin embargo, de vez en cuando verán una que otra nota que, delata esos pormenores que busco ocultar, pero, no se asuste que no son cosas de otro mundo y, ésta tampoco es la confesión con la que quiero iniciar.

Resulta que hace algunos años, cuando salí de la secundaria, decidí, antes de iniciar una carrera, ir por algunos meses a una Academia Preuniversitaria. Una de esas noches un profesor, en un tono petulante, se me acercó para sugerirme como carrera, ser profesor; yo, que no me llevaba bien con él, firmemente le dije que No,  que prefiero estudiar cualquier otra cosa, antes que andar tirando latas; él, que no se quiso quedar callado, cerró la conversación, indicando que cualquier profesional puede terminar pateando latas.

Hoy, cerca de 13 años después de aquel incidente, no saben cómo se me cae la cara de la vergüenza, cada vez que me cruzo con dicho profesor; no estoy seguro si él recuerda esa conversación absurda pero, en mi caso lo recuerdo como si fuera ayer. Lo curioso de la historia, es que ahora que trabajo con docentes y con estudiantes, dicha profesión a veces me ha llamado la atención y, creo que finalmente podría atreverme a tener, como segunda carrera, el ser profesor.

El pasado 06 de julio, como todos los años, hemos celebrado, hemos conmemorado, y hasta feriado nos hemos tomado, por el día del maestro; he visto una serie de twits, mensajes en Facebook y en el whatsapp de mucha gente que agradeció y reconoció la labor de sus profesores y profesoras; he visto fotos de almuerzos, cenas, fiestas, paseos y más; he visto que hay mucha gente que ha escrito reseñas, que se ha dignado en repostear el video con el Himno del Docente; la verdad es que hay quienes sí se lo merecen, y hay quienes no, como en cualquier otro lado.

Considero que los y las docentes, hacen bastante por nuestra sociedad; es cierto que la educación viene de casa, en lo que a valores se refiere, y que ellos y ellas se dedican a inculcar, direccionar o facilitar el conocimiento; pero, el involucramiento con los y las estudiantes es inevitable, y entonces a veces se establecen lazos que son más fuertes que la relación docente-estudiante, en algunos de los casos esos lazos son positivos y en otros, son mal aprovechados por alguna de las partes.

Considero que su labor es la de afianzar, la de sentar las bases necesarias para que las nuevas sociedades, y las actuales, sean sociedades más llevaderas, sean sociedades pensantes, investigadoras, sociedades que apuesten por el cambio, ¿cómo es que logramos esto? En definitiva no es un tarea fácil, aunque a muchos les parezca que sí; pero, los y las docentes son personajes que a diario deben planificar, diseñar sus clases, estar atentos de lo que pasa con sus alumnos y alumnas, identificar el ritmo de aprendizaje que tiene cada uno.

Es cierto que las metodologías de enseñanza han ido cambiando, es cierto que cada quien tiene una forma distinta de visionar las cosas, es cierto que la currícula ha ido cambiando pero, la esencia de todo ello se mantiene estable. Sin embargo, y es muy lamentable tener que indicar esto, a veces la sociedad a través del Estado y sus políticas, no le permiten al docente, dar el todo de sí. Como nos lo dice un profesor, en uno de los cursos a los que asistí; Estamos en escuelas del siglo XIX, con profesores del siglo XX y estudiantes del siglo XXI”

Durante los últimos años, hemos visto a los y las docentes del Perú; salir a las calles a exigir, mediante paros o huelgas indefinidas, ante el Estado; mejoras en sus salarios, mejoras en los materiales educativos, mejoras en la infraestructura, entre otros puntos. De igual forma, durante los últimos años, más de uno de nosotros ha criticado e incluso se ha opuesto a esos paros o huelgas, aduciendo que no son necesarias y de que estos(as) exigen mucho para “lo poco que entregan”. Ha salido incluso cada idea descabellada, como aquella de proponer que sean otros tipos de profesionales, los que los suplan en las aulas, a fin de que el educando no se vea perjudicado; logrando así, desprestigiar la labor docente.

En lo personal sospecho y afirmo que no cualquier persona puede ejercer la docencia, pues ésta, como las otras profesiones, requiere de gente comprometida, gente que se apasione con lo que hace, gente que busque generar el cambio desde su profesión.

Dicho esto, quiero aprovechar el espacio para saludar a los y las docentes que, leen ésta columna y que la comentan entre pasillos; reconocer que gracias a uno de ustedes es que ahora puedo escribir, leer y moverme en el mundo de la tecnología. También quiero aprovechar este espacio para reconocer la labor que día a día realizan con mi hija, yo sé que es un poco terca (como el padre) pero, ella le va poniendo el punche y sé que logrará las objetivos trazados. Reconocer la labor de los y las docentes que vienen trabajando con nosotros en el programa de prevención de Trata de Menores. Reconocer la labor de mi compañera de trabajo que, entrega todo de sí para el trabajo con la población sorda. Finalmente y, esperando que mi profesor de academia lea esto, quiero pedirle disculpas públicas por atreverme a ofender a tan noble profesión.

Simplemente KAJOVEPI

miércoles, 3 de julio de 2019

Sí, soy gay



Se imagina usted que de pronto, un día cualquiera, venga uno de sus hijos y con lágrimas en los ojos (porque le asusta tu reacción), un poco de vergüenza (aunque no debería tenerla) y quizás hasta un poco bebido (porque tuvo que tomar fuerzas para su confesión); se siente al frente suyo y le afirme que es gay; ¿cómo es que reaccionaría? ¿lo sospechaba? ¿lo esperaba? ¿lo seguiría amando?

En una de las tantas salidas de campo que tuve, durante el 2018, y en medio de una conversación con un grupo de padres de familia; se me ocurrió hacerles esa pregunta ¿qué pasaría si de pronto tu hijo te dice que es gay?, créanme que he tenido una serie de respuestas, de diversos tipos pero, no puedo olvidar la respuesta que aquella madre me dio, y que incluso me removió mis entrañas;

<<…bueno señor Karol, ¿qué le podría decir? Yo creo que todos tenemos derechos, que todos somos iguales y si mi hijo dice que decidió ser gay ¿quién soy yo para juzgarlo?, después de todo es mi hijo y seguiría apoyándolo en todo; sé que esa confesión le traería consigo una serie de problemas, sé que mucha gente empezaría a alejarse de él, a dejarle de hablar o a mirarle mal; y frente a todo ello, yo siempre voy a estar allí para apoyarlo, para ser su soporte y para hacer frente a esos problemas; sería incapaz de darle la espalda…>>

No estoy seguro si usted daría una respuesta similar a la de la señora, frente a la misma confesión; no estoy seguro si a usted le cuadra la idea de saber que entre sus hijos, hay uno que dice ser homosexual; no estoy seguro si usted estaría dispuesto a cargar esa cruz, a soportar la serie de comentarios burlescos por la decisión de su hijo; no estoy seguro si usted dejaría de preguntarse ¿qué hice mal para que me salga homosexual? y empezaría a preguntarse ¿cómo es que lo apoyo?.

Hace algunos años, cuando estaba la discusión sobre la Unión Civil (la propuesta de Carlos Bruce), participé de una reunión en la que pretendíamos analizar el tema y, en función de los diversos puntos de vista que se nos presentaran definir una postura, del grupo que me invitó a esa reunión; asistieron todo tipo de expositores desde quienes estaban a favor de la propuesta hasta quienes estaban en contra, la idea obviamente era tener ambos puntos de vista.

Durante esa reunión pude conocer al representante de una Comunidad Evangélica, cuyos miembros, curiosamente son los que han sido excluidos de sus iglesias, por el sólo hecho de ser homosexuales; puede que la exclusión no hay sido directa pero, la incomodidad sí se sentía y, salir de ese entorno y buscar uno nuevo, era lo más lógico. Cuando este joven, que por cierto es hijo de un líder evangélico nacional, de una denominación ultra conservadora; nos dijo, sin ningún tapujo, que es homosexual, créanme que me quedé impactado por su testimonio; toda una vida llena de luchas con su madre, su padre, los miembros de su iglesia y más. Ese testimonio, me llevó a la conclusión de que la población evangélica cuando, encerrados en su actitud vandálica y de jueces supremos, condenan al infierno a cuanto homosexual se les cruza por el camino (no olvidemos que un Pastor sugirió matarlos); está perdiendo el tiempo; no digo que no deben predicar el evangelio, claro que deben hacerlo, ese es su fin, es por ello que fueron salvos; pero, esa predicación del evangelio debe denotar amor antes que odio, respeto antes que burla, deben regar la semilla y, confiar que será el Espíritu Santo el que obrará.

Por otro lado, les contaré que hace algunas semanas, en la ciudad de Tarapoto, en una reunión del Gobierno Regional, me topé con un ex compañero de labores; quien, entre otras cosas no dudó en confesarme que es un asiduo lector de esta humilde columna (no saben cómo lo agradecí); pero, había algo que le intrigaba, de manera que, al tenerme a su lado, no podía dejar pasar esa oportunidad y salirse de dudas. Aquello que lo intrigaba, aquello que no lo dejaba dormir y que tampoco comer; era saber si el suscrito es o no un homosexual; ¿la razón de su pregunta? Haber leído una serie de columnas en las que exponía mi postura a favor de una educación con enfoque de género y mi constante defensa por los derechos de la población LGTBI.

En cuanto me hizo la pregunta, no hice otra cosa más que reír, y, decirle, con esa risa despampanante que me caracteriza; que, no por el hecho de estar a favor de determinadas políticas, quiere decir que uno es parte de aquello que defiende; que, no por el hecho de estar a favor del enfoque de género en la currícula o de los derechos en beneficio de la población LGTBI o por tener una postura favorable con el aborto para casos de violación sexual; signifique que yo sea miembro de ese grupo. Le dije que me defino heterosexual pero, que ello no me impide pensar de la forma en la que pienso.

En estos últimos días hemos visto, sobre todo en las redes sociales, una gran disputa entre quienes defienden las relaciones heterosexuales y quienes defienden las relaciones homosexuales; esto en el marco de la Marcha del Orgullo Gay, y he podido leer debates que han ido desde la contra argumentación moderada, respetuosa y lógica, hasta aquella que ha sobrepasado los niveles de tolerancia y el respeto. Está por demás decir que, en este tipo de debates, la población evangélica y católica, también tuvo su intervención; en algunos casos para condenar y mandar al mismo infierno a la población LGTBI y en otros casos para hablar del verdadero diseño de familia y su honda preocupación por los niños, niñas y adolescentes.

La preocupación es aceptable; pero, también se pide que no sólo se refleje a evitar que los NNA vean a dos hombres o mujeres besándose en público; sino que también nos preocupe el incremento de casos de violación sexual; que nos preocupe el incremento de embarazos en adolescentes; que nos preocupe el estado de abandono al cual algunos NNA han sido destinados; que nos preocupe la calidad de los servicios de salud y educación que están recibiendo; que nos preocupe cómo podemos ir armando las bases para formar una sociedad más inclusiva, respetuosa y tolerante; que nos preocupe el hecho de que algunas niñas están siendo destinadas al comercio sexual y los niños a otro tipo de trabajos, que pone en alto riesgo sus vidas; que nos preocupe que los NNA deben ser tratados como lo que son sujetos de derecho.

Entonces, creo yo, que si nuestra preocupación ocupa todos esos sectores y más, y no sólo está relacionado con evitar la visualización de una realidad, cada vez más latente; entonces, sí voy a creer que lo que realmente le interesa es el bienestar de los NNA y no sus intereses personales o políticos.  

Simplemente KAJOVEPI