Querida
audiencia…
¿Cómo les va?
¿Cómo les ha tratado el 2018? ¿Qué cosas están quedando pendientes? ¿Qué planes
no resultaron como se esperaba? ¿Qué planes tienen para éste 2019? ¿Qué nuevos
retos los esperan? ¿Cuáles son las nuevas promesas que se están haciendo?
¿Cuáles son las cábalas para la medianoche del 31 de diciembre? ¿Comerás tus 12
uvas? ¿Te vestirás todo de amarillo? ¿Darás la vuelta a la manzana jalando tu
maleta?... en fin, creo que hay un sinnúmero de preguntas, muchas de ellas sin
ningún tipo de respuesta, a raíz de una fecha tan trascendental; no es para
menos, este es nuestro último día del año y, pues hay que vivirlo al máximo; cerramos una etapa, para poder abrir otra.
En mi caso,
muy al margen de mis altos y bajos, y con algunos kilos de más (por culpa de
los recalentados de noche buena) éste es, para mí, el último artículo del año. Mi anhelo para el 2019, respecto de
ésta columna, es que las intenciones de seguir brindándome el espacio
correspondiente, se mantengan; mi
compromiso, en la misma línea, es que sea cual sea la circunstancia mis
ganas por escribir sigan intactas, al tiempo en que me esfuerce por
profesionalizar mi estilo día a día, y que ya no existan excusas para no
escribir.
La popular
red social Facebook, sí esa de la cual dependemos casi a diario, entre muchas
de sus habituales “servicios” tiene uno que es bastante curioso, se trata de
una notificación que inicia con la rutinaria frase “Hoy tienes recuerdos con…”, cuando el usuario da clic a ésta
notificación, curiosamente es dirigido a una pantalla, en la cual se despliega
todos los movimientos que hiciste ese día en diferentes años(algo así como una
“efemérides personal”); y claro, te enseña de todo: si ese día te hiciste amigo
de alguien, los pensamientos que has posteado, las fotos o videos que has
publicado, los links que has posteado…(por poco y no te recuerda si ese día le
echaste o no “sal” al guiso), pero así de literal es este servicio, obviamente
lo que te muestra, son las publicaciones que hiciste ese día, en diferentes
años, desde el momento en que te suscribiste a la red, en otras palabras puedes
ver, en una sola pantalla que, en el 2013 te hiciste amigo de “Juanito Alimaña”
y, en el 2015 ya le estabas dedicando la canción de Héctor Lavoe (quienes usan
Facebook, pueden dar fe de ello)
Este servicio
puede ser bastante simpático, ya que te
refresca la memoria; entonces puedes ver, la evolución de tus publicaciones,
pensamientos, material audiovisual…, puede que te recuerde lo mal que te
sentías ese día, porque acabaste de matar a un zancudo; quizás te recuerde un
chiste o un momento embarazoso; puedes incluso ver la foto de tu “ex”, sí del
que decías que nunca lo dejarías; o las fotos con tus “pinkys”, aunque ahora
están distanciados…
Ahora bien,
estando ad portas de un nuevo año, pero
también de una nueva gestión con nuevas autoridades, se me ocurre
preguntarme, si en las instituciones de gobierno (municipio, gobierno regional)
existiría una especie de “hoy tienes recuerdos con…” ¿Qué tendría que
recordarse nuestras autoridades salientes? Podría pensar en que hubo un alcalde, que nos ofreció una “Planta
Asfaltadora” y, a cambio nos trajo una mini asfaltadora, que más era un juguete
usado y viejo; no contento con ello, nos ofreció que ésta máquina, trabajaría
todos los días y, que al fin de su gestión tendríamos todas las calles de
Moyobamba, totalmente asfaltadas ¿Se cumplió? A nivel regional, podría pensar en
ese gobernador que nos dijo que si
lo dejábamos ser gobierno, nos construiría las tribunas del estadio moyobambino
pero, ya ustedes saben la historia y la realidad.
Menciono sólo
estos dos ejemplos, porque creo que son más que suficientes con la lógica de lo
escrito; cuando uno ve “sus recuerdos” en Facebook, podríamos muy bien hacer
una especie a autoanálisis sobre la
publicación, en algún momento nos podemos preguntar ¿Cómo es posible que haya
publicado eso? Éste autoanálisis nos puede ayudar a mejorar (si lo estábamos
haciendo bien) o a cambiar (si lo estábamos haciendo mal). Ahora ¿qué pasa con
esas autoridades que ahora se van y nos cumplieron con su plan de gobierno
ofrecido? ¿Qué pasa con esos proyectos, por los cuales apostamos y les dimos el
sillón?
Si hay algo
en lo que voy a insistir es que nuestra
labor como ciudadanos, no sólo es respirar; que el ejercicio de nuestra ciudadanía, no sólo se refleja
en las ánforas; que somos igual de responsables, en menor grado por supuesto,
pero igual somos responsables en el desarrollo de nuestra localidad; de manera
que, cada vez que “recordemos” esas
promesas, obras o proyectos no cumplidos por nuestras autoridades, recordemos
también ¿Qué hicimos, desde nuestros lugares, para exigir que ello se cumpla? Se
nos avecina un nuevo año, una nueva gestión, nuevas autoridades y creo, que
junto con todo ello, se nos avecina la renovación de nuestro compromiso para
con nuestra localidad ¿Qué tan
comprometidos estamos?
Simplemente
KAJOVEPI