lunes, 26 de marzo de 2018

¡¡¡Que se Vayan Todos!!!


Hace algunos días, en medio de una conversación privada con un grupo de representantes de una institución en particular, ellos sugerían, en todo caso concluían o mejor dicho denunciaban que: “mi persona tiene un alto nivel de influencia, al punto tal que mis publicaciones en el Facebook, ha logrado que instituciones públicas nacionales inicien procesos de investigación y sanción contra ellos”. Pues bien, aferrándome un tantito a esas afirmaciones (sobre mis niveles de influencia), quiero aprovechar el espacio y la situación para: dar mi opinión sobre nuestro actual contexto político y, lo que considero sería una posible solución; espero que Vizcarra (nuestro nuevo presidente) no sólo lea este artículo, sino que al mismo tiempo se deje influenciar por él.

Está por demás tratar de hacer una síntesis situacional sobre lo acontecido en los últimos días en nuestro querido y amado Perú, en lo que a política se refiere. En menos de 24 horas; la revelación de unos “fujivideos”, que no tienen ni pies ni cabeza; un expresidente acorralado por todas las pruebas sobre sus actos de corrupción; la indignación de la población que se reflejó en las calles y las redes sociales entre otras cosas; han traído consigo un terremoto político, de tal magnitud, que esperemos pueda ser superado.

Recuerdo que en medio de todas estas idas y vueltas, una amiga, nos compartía a través de su Facebook, la encrucijada en la que se encontraba al momento en que su hijo curiosamente le preguntaba ¿Por qué PPK debería renunciar?; particularmente yo no sé cuál hubiese sido mi respuesta, si mi hija me hubiese hecho la misma pregunta; pero, sí considero que preguntas como esas (tan incisivas y directas a la yugular) son oportunidades para poder crear y hacer patria con ellos; son momentos en que nos llevan a crear un nuevo Perú, ese Perú con el que tanto soñamos y buscamos construir, aunque nos parezca un poco lejos.

En estos precisos momentos, viene a mi memoria, aquella pregunta que se hizo viral en un video ¿En qué momento se jodió el Perú?; pero yo adicionaría unas cuantas preguntas más ¿Quién jodió al Perú? ¿Por qué permitimos que se joda tanto? ¿Tenemos responsabilidad en ello?. Este cambio de presidente, no hace otra cosa más reflejar, que en cierta medida nosotros y nosotras tenemos cierto grado de responsabilidad en lo que ha pasado y está pasando. Sí, nosotros/as los y las ciudadanos/as de a pie, también tenemos culpa en esta crisis política.

PPK se vio obligado a renunciar, porque las pruebas con las que se lo acusaban estaban más que claras; se vio obligado a renunciar, porque la teoría de que “su banquito le ha generado los ingresos que tiene” eran por demás, insostenibles; se vio obligado a renunciar, porque han quedado al descubierto que todas esas ansias de querer estar y mantenerse en el poder, lo único que reflejaban era sus altos intereses por “proteger intereses personales” (valga la redundancia); PPK se vio obligado a renunciar, porque ya no tenía moral alguna.

Y claro, nosotros y nosotras, de alguna u otra manera hemos “aceptado y aplaudido su salida”. Es cierto que la mayoría de la población (las estadísticas afirman que más del 50%) no estamos del todo contentos; es cierto que la mayoría de la población desea una renovación total de las esferas políticas; es cierto que la mayoría de la población opta porque el Congreso sea cerrado, se tenga una nueva constituyente, el presidente salga del poder y entre gente nueva. Frente a propuestas como esas, me pregunto ¿Quién puede ser esa “gente nueva”? ¿Quién tienen esa “capacidad y reserva moral” para poder cederle las riendas de nuestra patria? ¿Quiénes aún no han sido manchados por actos de corrupción? ¿Quiénes no tienen sus entripados?

Hace algunas líneas decía que, en cierto modo, nosotros y nosotras también somos responsables de lo que aquí está pasando ¿Cómo es posible que yo me atreva a responsabilizarnos de éste terremoto?, pues bien, seamos un poco sinceros y analicemos; antes de que los candidatos/as sean elegidos/as como autoridades ¿Hemos analizado cada uno de sus planes de gobierno? ¿Hemos revisado sus hojas de vida? ¿Hemos averiguado sobre su legajo político? ¿Por qué los hemos elegido? ¿Hemos dado un voto consiente? Y luego de votar por ellos/as ¿Hemos hecho labores de vigilancia socio-política a nuestras autoridades? ¿Hemos vigilado el cumplimiento de sus compromisos de campaña? ¿Hemos denunciado, a tiempo, esos actos de corrupción que hemos detectado? Adicional a expresar nuestra indignación, tanto en la calle como en las redes sociales ¿Hemos hecho algo más? ¿Hemos pedido que las “rendiciones de cuentas” sean claras? Y ya cuando estos han dejado el cargo ¿Hemos seguido vigilándolos/as? ¿De qué forma estamos haciendo uso de nuestra ciudadanía?

Soy consciente que hoy por hoy, lo único que todos/as buscamos no sólo es una “tranquilidad” o “salir de esta crisis”, sino que queremos que las cosas cambien; pedir que se vayan todos y que entre gente nueva, no está mal; de hecho, soy partidario de esa opción, creo que es necesario una renovación total de todas nuestras esferas.

Pero también, soy consciente de que si esa renovación no está acompañada de un compromiso ciudadano, un compromiso que nos llame a no sólo estar alertas frente a actos corruptivos, sino que estemos vigilantes a que las cosas se hagan bien, estemos vigilantes de que la política se use para lo que es “servir al pueblo”; entonces, lamentablemente volveremos a caer en ese círculo vicioso que tanto daño nos hace. ¿Queremos volver a caer en él? 

Simplemente KAJOVEPI

lunes, 19 de marzo de 2018

#viajandonomasparas


Según el Diccionario de la Lengua Española, edición tricentenario, de la Real Academia Española (RAE); uno de los significados del verbo viajar es: <<…Trasladarse de un lugar a otro, generalmente distante, por cualquier medio de locomoción…>>; pues bien, este significado dista mucho de lo que pienso sobre viajar; para mi diccionario personal, viajar significa <>

En esta ocasión, haré a un lado mis comentarios u opiniones sobre temas de coyuntura para hablar un poco de mí, obviamente mi intención no es contarles toda mi vida, pues sé que no les interesa; sino que por el contrario, mi intención es hablarles un poco acerca de una de mis actividades favoritas y, sobre la base de la misma, tratar de rescatar uno que otro mensaje.

Quienes tienen la dicha de estar en mi lista de contactos, de esta famosa red social llamada: Facebook, se habrán dado cuenta que en el tengo un álbum de fotos y videos, denominado Viajes, cuyo hastag es #viajandonomasparas; en este álbum publico fotos o pequeños videos de algunos lugares en los que estoy o los que he visitado, trato de hacer una pequeña reseña de ello y termino con el hastag ya indicado. La idea de tener este álbum surgió luego de que una amiga, y docente con la que laboro, me hiciera este comentario:

Ella: Cholito lindo ¿por dónde andas?
Yo:   Ahora estoy por Barranquita, mañana voy a ir a Sisa y pasado estaré por Lamas (esto luego de haber tenido una semana similar)
Ella: ¿Y cuando ya vas a estar por aquí? que bárbaro tú, viajando no más paras; ya quisiera yo tener esa vida…

La verdad es que hasta ese momento, si bien es cierto que era consciente de que, por razones laborales, había iniciado un estilo de vida bastante agitado con viajes pequeños o largos; sin embargo, no me había interesado en compartir parte de esas experiencias con mis contactos; pero luego de un tiempo y, revisando los archivos digitales de mi celular me di cuenta que, más allá de estar en una unidad móvil todas las semanas, habían bastante fotos y videos de cosas muy interesantes y peculiares que recogía en cada viaje; y entonces, entre broma y broma, decidí crear este álbum.

Desde muy pequeño siempre he viajado, es cierto que no con la regularidad que lo hago ahora, pero sí, siempre lo he hecho y pues, aunque algunos viajes son un tanto pesados, los resultados que los mismos traen, compensan todo ese cansancio.

Foto: KAJOVEPI
Durante todo este tiempo he realizado diversos tipos de viajes, ya sea por vacaciones, estudios, investigación, trabajo, ocio o lo que sea pero, gracias a estos viajes, he podido conocer diversas ciudades de la costa, sierra y selva; cada ciudad con una realidad distinta a la otra (pese a que en algunas ocasiones están en la misma región, y a veces a sólo 10 minutos de distancia una de otra), culturas similares pero particulares, fiestas y comidas tradicionales; he tenido también la dicha de poder realizar, al menos dos viajes, fuera del país.

Como lo dije en el inicio, para mí el viajar es “conocer y reconocer” en ¿Qué forma?; te has puesto has pensar que muchas veces, cuando viajas, siempre vas al mismo lugar, al punto tal que una vez que subes a la unidad móvil (auto, combi, bus, avión…), como ya conoces el camino de memoria, prefieres dormir antes que ver por la ventana; en su momento yo también lo he hecho, pero luego me di cuenta que, por mucha memoria que uno tenga, siempre va a encontrar algo nuevo.

Recuerdo, por ejemplo, la vez en la que al regresarme de Huaraz (con mi promoción del colegio) decidí tomar un desvío e ir a visitar a mi abuela materna, yo ya había hecho cuentas de los tramos, horarios y demás detalles para atreverme a realizar esta aventura, de manera que, sin problema alguno, pedí los permisos correspondientes y fui a realizar esa visita; todo iba bien, hasta el momento en que tuve que regresar, no había considerado que el bus que me tenía que recoger de Guadalupe, siempre llegaba entre 15 a 30 minutos más tarde, y entonces, obviamente se retrasaba todo. Cuando llegué a Chiclayo, no sólo me esperaba una severa llamaba de atención, por parte de mi tutor quien estaba histérico pues aparentemente me había perdido, sino que estuvimos a punto de perder el bus. Comprendí entonces, que nuestros planes de viaje, no siempre saldrán de la forma tal cual los pensamos y, siempre debemos tener un plan B, si es posible un plan C o mejor todo un abecedario de planes. 

Otra de las cosas que dije, es que viajar significa “disfrutar al máximo de una actividad placentera”. Sí, aunque su viaje sea por trabajo o por salud, por así decirlo, le recomiendo que siempre busque disfrutar del mismo; trabaje todo lo que pueda, hágase todos los exámenes médicos y pase por todos los procedimientos necesarios, escuche bien a su médico; y luego de ello vaya a cualquier huarique y disfrute de esos manjares de paso, o vaya al canto del río o busque una playa y disfrute el atardecer, o salga a caminar un poco, si está lloviendo y quiere disfrutar de la lluvia pues corra bajo la misma, salga a bailar; en fin, hay una infinidad de cosas que puede hacer, relájese, que ese viaje no lo estrese.

Y entonces, cuando empiece a disfrutar de cada uno de los viajes que realice, sean cortos o largos, sean a lugares nuevos o a los archi reconocidos, sea sólo o acompañado; se dará cuenta que viajar, no sólo es ir de un lugar a otro en cualquier medio de transporte (como lo dice la RAE), sino que es algo más que eso; es salir, conocer, aprender, vivir, pero por sobre todo, es el momento oportuno para encontrarse con uno mismo.

Simplemente KAJOVEPI

lunes, 12 de marzo de 2018

De Vuelta a Clases


Estando próximos al inicio del año escolar 2018, me imagino que más de uno ya se ha preparado para el 12 de marzo, fecha en la que oficialmente inician las clases en las instituciones educativas públicas a nivel nacional; estoy seguro que a estas alturas del partido, los/las docentes ya tienen preparado al menos su primera unidad didáctica; supongo yo, que incluso ya tienen bien pintaditas sus aulas y que los mobiliarios ni les faltan ni les sobran; quiero suponer también, que los directores ya tienen el personal docente completo y que ya no es necesario ir a cada rato a la UGEL para estar pidiendo un nuevo docente; imagino que aquellas instituciones educativas, cuya infraestructura no da para más y se han declarado inhabitables ya se encuentran en optimas ocasiones; estando en época de lluvia, imagino también que ya se han tomado las previsiones del caso para evitar inundaciones; quiero suponer que las discusiones de estos días, dentro las instituciones educativas, no están relacionadas con el color de uniforme que usaran los/las docentes durante el año lectivo, sino que más bien están enfocadas a ¿Cómo le daremos la bienvenida a nuestros/as alumnos/as? ¿Todos los/las estudiantes han rectificado su matrícula a tiempo? ¿Nuestra institución educativa, está operativa para el presente año escolar? ¿Ya hemos recibido todos los materiales educativos por parte del MINEDU?

Otra de las cosas que quiero suponer, en cuanto a padres/madres o tutores se refiere es que: imagino yo, que a estas alturas del partido ya tenemos el uniforme de nuestros hijos(as), es cierto que hay quienes compraran nuevos uniformes (ya sea porque el anterior está viejo, descosturado o porque se cambió de color de uniforme); creo que para estos días, ya contamos con los zapatos, zapatillas, sandalias y chancletas para la escuela; imagino que para estos días, nuestros hijos e hijas ya tienen siquiera un cuadernito cuadriculado de cincuenta hojas (ese de los más baratitos), junto a su lápiz amarillo, su borrador de dos colores y su tajador “chanca puntas”; es más que probable que el domingo 11 de marzo y los días siguientes, tanto el modernísimo mercado central de Moyobamba, así como las librerías, zapaterías, sastrerías, renovadoras de calzados y peluquerías estarán alborotadas de gente que, no sólo quiere que les atiendan rápido, sino que adicional a ello son un tanto “espesos” con las condiciones específicas de: el tipo de cuaderno, la marca de los lapiceros o folders, el tipo de corte de cabello y otras cosas más. Nuestro parque automotor, a partir del lunes experimentará un cambio radical (como todos los años) y vivirá en carne propia todo ese estrés que genera el primer día de clases.

Llegar a esta fecha y a estas condiciones, no es nada fácil; imagínese Usted que todo esto se viene planificando (en parte) desde diciembre el año pasado y (los retoques finales) desde el 02 de marzo del presente año. Y se planifica en todos los niveles, la dirección de cada Institución Educativa con sus docentes; los especialistas de educación con sus UGEL’s o DRE; y los padres/madres o tutores de familia con su, no tan amada pero necesaria, APAFA.

Sobre las APAFAS’s, como todos los años, se ha dicho mucho y se ha hecho poco; el problema con las mismas, radica al momento en que la persona responsable de matricular al estudiante se dirige a la Institución Educativa y, entonces confunde el “pago por derecho de socio”, que corresponde a la APAFA, como un requisito para “matricular” a su hijo, y entonces salen las denuncias de que “se está condicionando la matrícula de el/la menor” “que cómo es posible que se cobre APAFA si la matrícula es gratuita” “que ¿Qué harán las APAFAS con ese dinero?” “que todos los años, las juntas directivas “se chifán” el dinero”…

Es muy probable que más de uno de ustedes, haya escuchado un comentario como este; incluso es probable que hasta lo hayan comentado al borde de un café; es cierto que hubo APAFAS e incluso ahora las hay que, en efecto, se “chifán” los aportes de sus asociados, sobrevalorando gastos ejecutados; es cierto que varios tesoreros o presidentes de éstas APAFAS se han “desaparecido” con el dinero sin dar explicación alguna; entonces este tipo de antecedentes no hacen otra cosa más que dejarnos mal, a aquellas APAFAS que trabajan con total transparencia.

Una cosa que debemos aclarar es que, la educación es GRATUITA y SIN CONDICIONES, vale decir que no existe vinculación alguna entre el pago por derecho de asociado y el proceso de matrícula del estudiante. En pocas palabras, si Usted va a una Institución Educativa a matricular a su hijo/a y le dicen, le exigen, que primero debe pagar una determinada cuota; Usted tiene todo el derecho de negarse y hacer la denuncia correspondiente. Ahora bien, si bien es cierto que para hacer efectiva la matrícula del estudiante no es necesario hacer un “pago previo”, sin embargo no debemos olvidar que tenemos ciertos compromisos que cumplir; el pago por “derecho de asociado” es el principal, este pago es, según la APAFA correspondiente, un pago único durante el año y, la cuota establecida es la que se debatió en la última asamblea general del año anterior; sí, en esa asamblea a la que no fuiste porque tuviste pereza o la que fuiste pero que no prestaste atención y aprobaste cualquier cosa.

Durante estos meses, se ha destapado toda una discusión sobre si se debe o no aportar a la APAFA y, obviamente han salido justificaciones de ambas partes; la justificación “más resaltante” (por así decirlo) es que, cuando con la Constitución Política y las Leyes Peruanas dicen que la Educación es Gratuita, entonces el ESTADO está en la obligación de garantizar esa gratuidad; más allá de lo que las normas establecen, valdría la pena preguntarnos ¿Garantiza la Gratuidad?; sólo para mencionar unos ejemplos:
  • El Estado exige que toda la información de los estudiantes, debe ser ingresada al SIGAE; así como otro tipo de información que deben ser subidas rutinariamente a sistemas online, sistemas que requieren de acceso a internet pero, no les da internet.
  • El Estado exige que las instituciones educativas estén en óptimas condiciones para recibir a sus alumnos/as (pintado, limpio, ordenado, decorado, con las instalaciones eléctricas y sanitarias bien instaladas…) pero, no les da la pintura, no pagan las refracciones de esas instalaciones, no paga los gastos que se hacen para “decorar” los ambientes.
  • El Estado exige que cada institución educativa debe contar con sus extintores, zonas seguras señalizadas pero, no les da ni los extintores y en caso los tenga no los recarga y tampoco les da las señalizaciones.

Es cierto que existe un fondo para gastos de “mantenimiento” que año a año se destina a cada Institución Educativa sin embargo; debemos saber que dicho monto no cubre todos los gastos y que además vienen con partidas específicas (destinar tan sólo un sol, para algo que no está especificado en la partida, ya es sinónimo de malversación de fondos).

Lejos de querer defender o hundir a las APAFAS, mi intención en esta ocasión es que pensemos un poco en dos puntos importantes, Primero: la educación ¿Es un tema de agenda pública para el Estado? Segundo ¿Qué tan comprometidos estamos con la educación de nuestros hijos e hijas?

Simplemente KAJOVEPI

martes, 6 de marzo de 2018

Sin Paga


Empresa importante, requiere los servicios profesionales de 01 Administrador, requisitos:
  • Tener entre 22 a 25 años (deseable)
  • Manejo del idioma inglés, nivel avanzado.
  • Manejo de sistemas operativos y programas on line.
  • Disponibilidad inmediata; así como para viajar constantemente a los interiores de la región.
  • Tolerancia para el trabajo bajo presión.
  • Excelente capacidad de comunicación y escucha.
  • Tener una experiencia mínima de 05 años en el sector privado, o 07 años en el sector público.
Presentar su CV, documentado y fedateado a: tengoexperiencia@aunsoy.joven


¿Cuántas veces hemos vistos anuncios similares a este, ya sea en la calle, en el periódico, en algún programa de televisión, en alguna página web, radio o cualquier otro medio? ¿Cuántas veces nos hemos visto en la necesidad de buscar un “puestito” de trabajo al cuál podamos postular, sin la necesidad de cubrir “tantos requisitos”? ¿Cuántas veces hemos estado fuera de esos “rangos de edad” o sin los “años de experiencia” requerido?

Anuncios de este tipo los vemos casi todos los días; todos los días hay gente que requiere de un trabajo, hay quienes requieren un trabajador y, hay quienes perdieron el trabajo. En definitiva, nuestro mundo va cambiando poco a poco; cada día salen nuevos trabajos y, también se “eliminan” (mejor dicho se desfasan) otros. Esa realidad nos obliga a, de alguna u otra forma, ver todos los medios a fin de estar a la vanguardia de aquello que se nos pide; nos obliga a desarrollar cursos y cursos de especialización, a ver la posibilidad de tener el manejo de medios informáticos y sobre todo de redes sociales (hace 10 años, no hablábamos de los “Community Mananger”, por ejemplo), a ver la posibilidad de tener el manejo de más de dos idiomas, a ver la posibilidad de tener más de una carrera y de no sólo alcanzar el título de la misma, sino que también debemos preocuparnos por obtener otros grados como los de: magister o doctor.

Lo interesante de esta propuesta, no son los puestos de trabajo que a diario se ponen a disposición, sino que son los salarios que se ofrecen por los mismos, en la mayoría de los casos éstos son risibles (por no decir otra cosa); sin embargo, lo más risible es que, se piden postulantes jóvenes, cuyos rangos de edad está de acorde con jóvenes que recién han egresado de sus centro de estudios pero, con una amplia experiencia, es como si te dijeran: “supongo que has empezado a trabajar (en tu carrera) para cuando tenías 15 años, o algo así”. Dado que no cuentas con esos años de experiencia, entonces pasan dos cosas: o bien declaran desierto el puesto, o bien se contratan a alguien mayor, porque aunque no es joven como tú, tiene esa “amplia experiencia” que el puesto exige. Frente a esa realidad, tan absurda, surge la pregunta ¿En qué momento un joven puede obtener “experiencia laboral”, si no se le da las oportunidades para ello?

Tal parece indicar que esta interrogante le ha quitado varias noches de sueño a la congresista Rosa Bartra, quien a fin de encontrar una solución a dicho dilema; ha resuelto proponer el Proyecto de Ley N° 1215/2016-CR, que modifica la Ley 28518 “Ley de Modalidades Formativas Laborales”. Al parecer, Rosita pensó que con esta propuesta de modificatoria, le caería una lluvia de felicitaciones, un voto de aplausos y quizás hasta le entregaban las “llaves de la ciudad de Lima”, por tan heroica propuesta. Sin embargo, lo único que hasta ahora le ha caído es: un sinnúmero de críticas, marchas y protestas por todos lados y, las únicas llaves que ha recibo, son las de su oficina; a donde acudió rápidamente para redactar una solicitud de “suspensión del trámite”, y poder aclarar todas las interrogantes sobre su propuesta.

Para ponernos en autos; la Ley 28518 “Ley de Modalidades Formativas Laborales”, es una Ley por medio de la cual los/las estudiantes de Centros Formativos Superiores pueden realizar sus prácticas pre-profesionales (mientras están estudiando) y profesionales (una vez egresados) y, así obtener su certificado de practicante (“experiencia laboral”); ésta Ley no sólo establece la realización de prácticas laborales sino que, adicional a ello respalda o brinda beneficios a los/las practicantes; quienes tienen una jornada de trabajo de 6 horas diarias o 30 semanales, seguro médico, remuneración mínima vital y beneficios familiares, vacaciones pagadas entre otros.

Si bien es cierto que dicha Ley es y se ve simpática, la realidad del practicante es radicalmente distinta a la misma, ya que en muchas ocasiones los/las practicas saben perfectamente bien que el realizar sus prácticas profesionales sólo les asegura un “certificado” al final de las mismas; ello debido a que la mayoría de empresas o instituciones públicas o privadas no acatan (mejor dicho, no respetan) esta norma, y los hacen trabajar gratis; violando así una norma y vulnerando los derechos de los/las estudiantes. Imagínese usted dedicar 900 horas laborales, de su vida, sin recibir ningún tipo de remuneración, más que un certificado ¿Acaso no es eso abusivo?; en mi época de estudiante, he visto a más de un(a) compañero(a) renegar con sus prácticas, no sólo porque no les pagaban o les daban míseras propinas, sino porque les exigían más de lo debido e incluso les hacían trabajar horas extras. Lo peor del caso es que, debemos cumplir con esa cantidad de horas de práctica, dado que ello es un requisito para poder titularse.

La propuesta de Ley N° 1215/2016-CR, no hace otra cosa más que legitimar ese tipo de injusticias. Según Bartra, aquí hay una “mala interpretación” de su propuesta, ya que la misma dice que son “experiencias formativas en situaciones reales de trabajo”, dicho en castellano, es como si tu profesor, lejos de dictarte el curso dentro del aula lo estaría haciendo en tu puesto de trabajo y, como es una “experiencia formativa”, es decir, como es un “dictado de clase”, entonces no debe haber pago de por medio (de parte de la entidad receptora hacia el estudiante); lo que la congresista también ha afirmado es que, esta es una decisión voluntaria y que el tiempo de “estudio” son 448 horas, que se pueden dividir en hasta en 3 años. ¿Cómo es posible que aceptemos una justificación tan vaga (como su autora), para la aprobación de esta propuesta? Tienes que trabajar hasta 3 años gratis, a cambio de “experiencia laboral”; y no puedes exigir pago, pues la empresa o entidad receptora está invirtiendo en ti, al capacitarte para el puesto de trabajo.

¿Alguien nace sabiendo? Cuando un/a trabajador/ra entra por primera vez a ocupar un puesto de trabajo “x”, por mucha o poca experiencia que tenga, siempre va a pasar por un proceso de inducción, proceso que significa que habrá un monitor que le enseñará cuáles son sus funciones y cómo es que debe trabajar; obviamente ese periodo de inducción, es un periodo corto (un mes en algunos casos) y, luego el trabajador o trabajadora, ya debe desenvolverse por sí mismo. El trabajador no paga por el proceso de inducción; la entidad entiende que ese proceso es necesario y que “la inversión que está haciendo sobre él”, posteriormente le traerá réditos en sus arcas.

Si la propuesta de Bartra procede, no sólo trabajaremos gratis sino que, adicional a ello, es probable que nos digan: “oye, la empresa te va a capacitar en un nuevo software que tenemos, pero esa capacitación tú la pagas” porque, aunque el software es de la empresa y es ella la que debe capacitarte; la justificación es que –no puedo invertir en alguien que recién va a aprender a usar mis sistemas, pese a ser mi trabajador-

Creo que la norma, lejos de legitimar aquello que se viene dando, debió haber ido por otro sentido. Rosita se debió haber exigido un poquito más y, proponer una norma en la que dé un mayor respaldo al estudiante (practicante), un mayor beneficio (en todos los términos); una norma que promueva sanciones drásticas para aquellas entidades que no cumplen con la misma y, que dé ciertos “beneficios” aquellas entidades que sí las cumplen; una norma en que el/la estudiante, lejos de sentir que va a ser esclavizado, sienta que su trabajo va a ser valorado y dignamente remunerado. 

Simplemente KAJOVEPI