lunes, 26 de marzo de 2018

¡¡¡Que se Vayan Todos!!!


Hace algunos días, en medio de una conversación privada con un grupo de representantes de una institución en particular, ellos sugerían, en todo caso concluían o mejor dicho denunciaban que: “mi persona tiene un alto nivel de influencia, al punto tal que mis publicaciones en el Facebook, ha logrado que instituciones públicas nacionales inicien procesos de investigación y sanción contra ellos”. Pues bien, aferrándome un tantito a esas afirmaciones (sobre mis niveles de influencia), quiero aprovechar el espacio y la situación para: dar mi opinión sobre nuestro actual contexto político y, lo que considero sería una posible solución; espero que Vizcarra (nuestro nuevo presidente) no sólo lea este artículo, sino que al mismo tiempo se deje influenciar por él.

Está por demás tratar de hacer una síntesis situacional sobre lo acontecido en los últimos días en nuestro querido y amado Perú, en lo que a política se refiere. En menos de 24 horas; la revelación de unos “fujivideos”, que no tienen ni pies ni cabeza; un expresidente acorralado por todas las pruebas sobre sus actos de corrupción; la indignación de la población que se reflejó en las calles y las redes sociales entre otras cosas; han traído consigo un terremoto político, de tal magnitud, que esperemos pueda ser superado.

Recuerdo que en medio de todas estas idas y vueltas, una amiga, nos compartía a través de su Facebook, la encrucijada en la que se encontraba al momento en que su hijo curiosamente le preguntaba ¿Por qué PPK debería renunciar?; particularmente yo no sé cuál hubiese sido mi respuesta, si mi hija me hubiese hecho la misma pregunta; pero, sí considero que preguntas como esas (tan incisivas y directas a la yugular) son oportunidades para poder crear y hacer patria con ellos; son momentos en que nos llevan a crear un nuevo Perú, ese Perú con el que tanto soñamos y buscamos construir, aunque nos parezca un poco lejos.

En estos precisos momentos, viene a mi memoria, aquella pregunta que se hizo viral en un video ¿En qué momento se jodió el Perú?; pero yo adicionaría unas cuantas preguntas más ¿Quién jodió al Perú? ¿Por qué permitimos que se joda tanto? ¿Tenemos responsabilidad en ello?. Este cambio de presidente, no hace otra cosa más reflejar, que en cierta medida nosotros y nosotras tenemos cierto grado de responsabilidad en lo que ha pasado y está pasando. Sí, nosotros/as los y las ciudadanos/as de a pie, también tenemos culpa en esta crisis política.

PPK se vio obligado a renunciar, porque las pruebas con las que se lo acusaban estaban más que claras; se vio obligado a renunciar, porque la teoría de que “su banquito le ha generado los ingresos que tiene” eran por demás, insostenibles; se vio obligado a renunciar, porque han quedado al descubierto que todas esas ansias de querer estar y mantenerse en el poder, lo único que reflejaban era sus altos intereses por “proteger intereses personales” (valga la redundancia); PPK se vio obligado a renunciar, porque ya no tenía moral alguna.

Y claro, nosotros y nosotras, de alguna u otra manera hemos “aceptado y aplaudido su salida”. Es cierto que la mayoría de la población (las estadísticas afirman que más del 50%) no estamos del todo contentos; es cierto que la mayoría de la población desea una renovación total de las esferas políticas; es cierto que la mayoría de la población opta porque el Congreso sea cerrado, se tenga una nueva constituyente, el presidente salga del poder y entre gente nueva. Frente a propuestas como esas, me pregunto ¿Quién puede ser esa “gente nueva”? ¿Quién tienen esa “capacidad y reserva moral” para poder cederle las riendas de nuestra patria? ¿Quiénes aún no han sido manchados por actos de corrupción? ¿Quiénes no tienen sus entripados?

Hace algunas líneas decía que, en cierto modo, nosotros y nosotras también somos responsables de lo que aquí está pasando ¿Cómo es posible que yo me atreva a responsabilizarnos de éste terremoto?, pues bien, seamos un poco sinceros y analicemos; antes de que los candidatos/as sean elegidos/as como autoridades ¿Hemos analizado cada uno de sus planes de gobierno? ¿Hemos revisado sus hojas de vida? ¿Hemos averiguado sobre su legajo político? ¿Por qué los hemos elegido? ¿Hemos dado un voto consiente? Y luego de votar por ellos/as ¿Hemos hecho labores de vigilancia socio-política a nuestras autoridades? ¿Hemos vigilado el cumplimiento de sus compromisos de campaña? ¿Hemos denunciado, a tiempo, esos actos de corrupción que hemos detectado? Adicional a expresar nuestra indignación, tanto en la calle como en las redes sociales ¿Hemos hecho algo más? ¿Hemos pedido que las “rendiciones de cuentas” sean claras? Y ya cuando estos han dejado el cargo ¿Hemos seguido vigilándolos/as? ¿De qué forma estamos haciendo uso de nuestra ciudadanía?

Soy consciente que hoy por hoy, lo único que todos/as buscamos no sólo es una “tranquilidad” o “salir de esta crisis”, sino que queremos que las cosas cambien; pedir que se vayan todos y que entre gente nueva, no está mal; de hecho, soy partidario de esa opción, creo que es necesario una renovación total de todas nuestras esferas.

Pero también, soy consciente de que si esa renovación no está acompañada de un compromiso ciudadano, un compromiso que nos llame a no sólo estar alertas frente a actos corruptivos, sino que estemos vigilantes a que las cosas se hagan bien, estemos vigilantes de que la política se use para lo que es “servir al pueblo”; entonces, lamentablemente volveremos a caer en ese círculo vicioso que tanto daño nos hace. ¿Queremos volver a caer en él? 

Simplemente KAJOVEPI

No hay comentarios:

Publicar un comentario