martes, 6 de marzo de 2018

Sin Paga


Empresa importante, requiere los servicios profesionales de 01 Administrador, requisitos:
  • Tener entre 22 a 25 años (deseable)
  • Manejo del idioma inglés, nivel avanzado.
  • Manejo de sistemas operativos y programas on line.
  • Disponibilidad inmediata; así como para viajar constantemente a los interiores de la región.
  • Tolerancia para el trabajo bajo presión.
  • Excelente capacidad de comunicación y escucha.
  • Tener una experiencia mínima de 05 años en el sector privado, o 07 años en el sector público.
Presentar su CV, documentado y fedateado a: tengoexperiencia@aunsoy.joven


¿Cuántas veces hemos vistos anuncios similares a este, ya sea en la calle, en el periódico, en algún programa de televisión, en alguna página web, radio o cualquier otro medio? ¿Cuántas veces nos hemos visto en la necesidad de buscar un “puestito” de trabajo al cuál podamos postular, sin la necesidad de cubrir “tantos requisitos”? ¿Cuántas veces hemos estado fuera de esos “rangos de edad” o sin los “años de experiencia” requerido?

Anuncios de este tipo los vemos casi todos los días; todos los días hay gente que requiere de un trabajo, hay quienes requieren un trabajador y, hay quienes perdieron el trabajo. En definitiva, nuestro mundo va cambiando poco a poco; cada día salen nuevos trabajos y, también se “eliminan” (mejor dicho se desfasan) otros. Esa realidad nos obliga a, de alguna u otra forma, ver todos los medios a fin de estar a la vanguardia de aquello que se nos pide; nos obliga a desarrollar cursos y cursos de especialización, a ver la posibilidad de tener el manejo de medios informáticos y sobre todo de redes sociales (hace 10 años, no hablábamos de los “Community Mananger”, por ejemplo), a ver la posibilidad de tener el manejo de más de dos idiomas, a ver la posibilidad de tener más de una carrera y de no sólo alcanzar el título de la misma, sino que también debemos preocuparnos por obtener otros grados como los de: magister o doctor.

Lo interesante de esta propuesta, no son los puestos de trabajo que a diario se ponen a disposición, sino que son los salarios que se ofrecen por los mismos, en la mayoría de los casos éstos son risibles (por no decir otra cosa); sin embargo, lo más risible es que, se piden postulantes jóvenes, cuyos rangos de edad está de acorde con jóvenes que recién han egresado de sus centro de estudios pero, con una amplia experiencia, es como si te dijeran: “supongo que has empezado a trabajar (en tu carrera) para cuando tenías 15 años, o algo así”. Dado que no cuentas con esos años de experiencia, entonces pasan dos cosas: o bien declaran desierto el puesto, o bien se contratan a alguien mayor, porque aunque no es joven como tú, tiene esa “amplia experiencia” que el puesto exige. Frente a esa realidad, tan absurda, surge la pregunta ¿En qué momento un joven puede obtener “experiencia laboral”, si no se le da las oportunidades para ello?

Tal parece indicar que esta interrogante le ha quitado varias noches de sueño a la congresista Rosa Bartra, quien a fin de encontrar una solución a dicho dilema; ha resuelto proponer el Proyecto de Ley N° 1215/2016-CR, que modifica la Ley 28518 “Ley de Modalidades Formativas Laborales”. Al parecer, Rosita pensó que con esta propuesta de modificatoria, le caería una lluvia de felicitaciones, un voto de aplausos y quizás hasta le entregaban las “llaves de la ciudad de Lima”, por tan heroica propuesta. Sin embargo, lo único que hasta ahora le ha caído es: un sinnúmero de críticas, marchas y protestas por todos lados y, las únicas llaves que ha recibo, son las de su oficina; a donde acudió rápidamente para redactar una solicitud de “suspensión del trámite”, y poder aclarar todas las interrogantes sobre su propuesta.

Para ponernos en autos; la Ley 28518 “Ley de Modalidades Formativas Laborales”, es una Ley por medio de la cual los/las estudiantes de Centros Formativos Superiores pueden realizar sus prácticas pre-profesionales (mientras están estudiando) y profesionales (una vez egresados) y, así obtener su certificado de practicante (“experiencia laboral”); ésta Ley no sólo establece la realización de prácticas laborales sino que, adicional a ello respalda o brinda beneficios a los/las practicantes; quienes tienen una jornada de trabajo de 6 horas diarias o 30 semanales, seguro médico, remuneración mínima vital y beneficios familiares, vacaciones pagadas entre otros.

Si bien es cierto que dicha Ley es y se ve simpática, la realidad del practicante es radicalmente distinta a la misma, ya que en muchas ocasiones los/las practicas saben perfectamente bien que el realizar sus prácticas profesionales sólo les asegura un “certificado” al final de las mismas; ello debido a que la mayoría de empresas o instituciones públicas o privadas no acatan (mejor dicho, no respetan) esta norma, y los hacen trabajar gratis; violando así una norma y vulnerando los derechos de los/las estudiantes. Imagínese usted dedicar 900 horas laborales, de su vida, sin recibir ningún tipo de remuneración, más que un certificado ¿Acaso no es eso abusivo?; en mi época de estudiante, he visto a más de un(a) compañero(a) renegar con sus prácticas, no sólo porque no les pagaban o les daban míseras propinas, sino porque les exigían más de lo debido e incluso les hacían trabajar horas extras. Lo peor del caso es que, debemos cumplir con esa cantidad de horas de práctica, dado que ello es un requisito para poder titularse.

La propuesta de Ley N° 1215/2016-CR, no hace otra cosa más que legitimar ese tipo de injusticias. Según Bartra, aquí hay una “mala interpretación” de su propuesta, ya que la misma dice que son “experiencias formativas en situaciones reales de trabajo”, dicho en castellano, es como si tu profesor, lejos de dictarte el curso dentro del aula lo estaría haciendo en tu puesto de trabajo y, como es una “experiencia formativa”, es decir, como es un “dictado de clase”, entonces no debe haber pago de por medio (de parte de la entidad receptora hacia el estudiante); lo que la congresista también ha afirmado es que, esta es una decisión voluntaria y que el tiempo de “estudio” son 448 horas, que se pueden dividir en hasta en 3 años. ¿Cómo es posible que aceptemos una justificación tan vaga (como su autora), para la aprobación de esta propuesta? Tienes que trabajar hasta 3 años gratis, a cambio de “experiencia laboral”; y no puedes exigir pago, pues la empresa o entidad receptora está invirtiendo en ti, al capacitarte para el puesto de trabajo.

¿Alguien nace sabiendo? Cuando un/a trabajador/ra entra por primera vez a ocupar un puesto de trabajo “x”, por mucha o poca experiencia que tenga, siempre va a pasar por un proceso de inducción, proceso que significa que habrá un monitor que le enseñará cuáles son sus funciones y cómo es que debe trabajar; obviamente ese periodo de inducción, es un periodo corto (un mes en algunos casos) y, luego el trabajador o trabajadora, ya debe desenvolverse por sí mismo. El trabajador no paga por el proceso de inducción; la entidad entiende que ese proceso es necesario y que “la inversión que está haciendo sobre él”, posteriormente le traerá réditos en sus arcas.

Si la propuesta de Bartra procede, no sólo trabajaremos gratis sino que, adicional a ello, es probable que nos digan: “oye, la empresa te va a capacitar en un nuevo software que tenemos, pero esa capacitación tú la pagas” porque, aunque el software es de la empresa y es ella la que debe capacitarte; la justificación es que –no puedo invertir en alguien que recién va a aprender a usar mis sistemas, pese a ser mi trabajador-

Creo que la norma, lejos de legitimar aquello que se viene dando, debió haber ido por otro sentido. Rosita se debió haber exigido un poquito más y, proponer una norma en la que dé un mayor respaldo al estudiante (practicante), un mayor beneficio (en todos los términos); una norma que promueva sanciones drásticas para aquellas entidades que no cumplen con la misma y, que dé ciertos “beneficios” aquellas entidades que sí las cumplen; una norma en que el/la estudiante, lejos de sentir que va a ser esclavizado, sienta que su trabajo va a ser valorado y dignamente remunerado. 

Simplemente KAJOVEPI

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