¿Cómo están mis queridos cafecines? la verdad es que he querido escribir estas líneas como una reacción inmediata al famoso flash electoral, sin embargo, aquella foto, casi inesperada por la mayoría, me ha dejado atónito, al punto tal, que he preferido acomodar mis ideas y apasionamientos, antes que lanzarme al teclado de mi computador.
Creo que la mayoría de nosotros,
sino todos, no esperaba ver esos resultados en la pantalla; salvo aquellos han
podido acceder a las famosas “encuestas secretas”, de la última semana, que son
diseñadas exclusivamente para la prensa extranjera, en donde ya se veía que ese
era el destino de nuestro querido Perú.
¿Qué pasó para llegar a ese
nivel? Nada, simplemente la gente se fue a las urnas y dio a conocer su
parecer, ¿debemos juzgarlos por ello? No, ¿debemos crucificarlos? Tampoco,
¿debemos insultarlos, humillarlos, menospreciarlos? Menos. Porque esto es parte
de una sociedad democrática, la diversidad de pensamiento, de pareceres, de
propuestas; y, si estos, no alteran o violan nuestros derechos, pues va bien.
Nos han dejado, sí, una segunda
vuelta un tanto complicada, entre dos extremos (derecha e izquierda); no les
voy aconsejar que vicien su voto o que no vayan a votar, porque, de llegar al
66.6% de votos nulos o blancos, que es la nueva propuesta que está saltando
últimamente, se vuelve sí a llamar a nuevas elecciones pero, los candidatos
serán los mismos, es decir Pedro Castillo y Keiko Fujimori; dado que lo que se
estaría declarando desierto es la segunda vuelta, más no la primera; así que,
dejen de fomentar la irresponsabilidad.
Si no quisiste llegar a esta
situación, entonces, hubieses sido un poco más analítico en este primer
proceso, te hubieses informado, leído los planes de gobierno, analizado cada
punto y luego ya te ibas a las urnas; pero, si acaso has ido a ellas sin haber
investigado y sólo marcaste por marcar, o porque tal candidato te parece
simpático, o porque, en teoría, te ofrecía lo que quería escuchar (es decir
sólo discurso), o porque viste sus videos en tiktok, entonces no hay por qué
quejarse; menos aún, si no te has aparecido a tu centro de votación.
En función de estos resultados,
se ha hablado mucho sobre la función de la prensa, en espacial de la prensa
nacional, acusándoles de haber intentado manipular el voto popular; y yo sigo
creyendo que ello no es así, es cierto que tienen cierto nivel de influencia,
pero, también es cierto que nosotros, los consumidores, tenemos la opción de
cambiar de canal o de dial, de ubicar prensa alternativa y neutral, de
contrastar la información, y sobre todo tenemos capacidad de raciocinio; por lo
tanto, los votos siguen siendo personales.
También se ha cuestionado la
credibilidad de las encuestadoras; se ha dicho que, al igual que la prensa, han
intentado manipular la información, han inflado las cifras y sólo en la última
semana, en especial en la semana de las encuestas prohibidas (prensa
extranjera), se empezaron a mostrar los resultados reales, que son los que
finalmente la ONPE ha confirmado; pero, de ser cierto esto, entonces ¿por qué
Castillo pasó a segunda? Si en teoría las encuestadoras están a favor de la
derecha, en ese caso, los que estarían disputando la presidencia ahora, serían
dos candidatos de derecha. Ahora bien, dependerá de ¿cuándo, dónde, cómo y a
quienes se hicieron las encuestas?
También nos preguntamos ¿cómo es
posible que luego de más 20 años de haber derrotado el régimen fujimorista, la
gente aún sigue creyendo en Fujimori?; es probable que no crean en Keiko, por
todo lo que ella tiene encima pero, sí en el apellido, en el legado que su
padre nos dejó; después de todo esa imagen de: estabilidad económica; de
atención en salud y educación (construcción de postas y escuelas); de una nueva
constitución, aparentemente más democrática; de haber derrotado el terrorismo,
porque, aunque no fue él, él se llevó el crédito y otros similares; aún se
mantiene vigente y se sigue alimentando, pese a toda la lucha antifujimorista
de años.
Creo, en el caso Castillo, que
su posición privilegiada, primer lugar, se debe a años de construcción de un
partido a pie; de caminar junto al pueblo, de escuchar sus necesidades y de
prometerles que, de llegar a la presidencia, él los va a atender; de hecho,
algunas de sus propuestas, responde a ese clamor: un cambio de la constitución;
la nacionalización del gas de Camisea; la renegociación de algunos contratos
mineros; decir No a Conga y Tía María, por mencionar algunas.
Frente a este nuevo proceso,
sólo nos queda investigar y elegir, otra vez, al mal menor, ojalá y algún día
aprendamos de ello.
Simplemente KAJOVEPI