lunes, 8 de marzo de 2010

Dedicado sólo a TI…

Porque con solo oír tu nombre… me siento cual “chocolate expuesto al sol”...


Siendo las 5:10 de la mañana del día 07 de marzo de 2010 y tras disfrutar del magnifico concierto dado por este gran guatemalteco, Ricardo Arjona, en viña del mar 2010; me siento más que inspirado para iniciar con un nuevo articulo; debo mencionar que no ha sido necesario escuchar a Arjona para hacerlo, sino que todas las canciones que se presentó en este concierto me hicieron pensar y recordar en todos los momentos que pasé con una persona que es más que especial para mí, a la cual conociera hace poco.


Esta singular y bella mujer, llego a mi vida en el momento y la forma menos esperada; y a raíz de ello concuerdo con lo que ella dice <<… es Dios quien hace las cosas…>>. Nos conocimos hace poco en un encuentro de jóvenes que se desarrolló en uno de los tantos centros de esparcimiento ubicados en la gran capital, Lima. Como lo dije hace algunos momentos, nos encontrarnos de la forma menos esperada, pues ninguno de los dos nos imaginábamos que aquel encuentro iba a cambiar por completo nuestras vidas. Ninguno de los dos nos imaginábamos que aquellos días que compartimos juntos iban a ser los mejores. Puede que para quienes no saben de quien les estoy hablando les parezca más que extraño, todo lo que, a través de estas cortas líneas, digo; pero, por muy loco que esto parezca, es cierto.


Tras dicho evento y gracias a la tecnología y las cibercomunicaciones de hoy, es que mantenemos el contacto; y la verdad es que cada vez que la llamo, chateo con ella y/o leo sus correos, voy descubriendo nuevas cosas de ella, no sólo descubro sino que también aprendo, y aprendo a ver desde la perspectiva que ella tiene, puedo confesar que es, esta inigualable mujer, quien poco a poco va complementando lo que en un tiempo atrás me enseñara mi abuelita paterna.


Recuerdo que uno de nuestros correos hacia mención acerca de la importancia y del papel de la mujer en nuestras iglesias, el debate fue más que bueno; ambos concluimos que, pese a todo lo que otros puedan decir e interpretar, la mujeres si que juegan un papel importante no sólo en las iglesias, sino que en la sociedad en general; es algo que ha muchas personas, hombres e incluso mujeres, en pleno siglo XXI les cuesta aceptar, porque aún hay quienes piensan que las mujeres son sólo para los quehaceres de la casa y atender al esposo e hijos; son pocos los que se dan cuenta que, de no ser ellas, ¿donde estaríamos nosotros?


Alguna vez se han puesto ha pensar en ello, son las mujeres las que con todas sus fuerzas nos dieron a luz, son las mujeres las que se desviven porque estemos bien, son ellas las que siguen nuestros pasos y siempre están allí para recordarnos lo correcto de lo incorrecto, son ellas las que nos enseñaron a conquistarlas, son ellas las que nos enseñan de que la vida si tiene valor, son ellas las que nos enseñan a luchar en la conquista de nuestro sueños; con esto no quiero decir que los hombres no lo hacen, sino que son las mujeres las que más lo demuestran.


Esta persona especial, día a día me viene enseñando cosas como las que acabo de decir, eso no es todo claro, pero creo que es lo más resaltante… me atrevo a citar una vez más a Ricardo Arjona, quien en su canción mujeres escribe….


<<…Mujeres

lo que nos pidan podemos

si no podemos no existe

y si no existe lo inventamos

por ustedes

mujeres

que hubiera escrito Neruda

que habría pintado Picasso

si no existieran musas como ustedes…>>


Y es que <<…si no existieran musas como ustedes…>> puedes definitivamente tendríamos que inventarlas; este 8 de marzo se celebra, como todos los años, el “Día Internacional de la Mujer”, fecha conmemorativa luego de dos luchas sociales suscitadas en Estados Unidos. Aprovecho este espacio para saludar a todas la mujeres que se han atrevido leer, lo que este su humilde servidor, se ha dignado en escribir; al mismo tiempo las felicito por lo que son, por lo que lograron y por lo que pueden lograr.


Quiero también aprovechar este espacio, para agradecer a Dios, por permitirme conocer y tratar a una mujer tan pero tan especial, con una doble belleza inigualable, de quien me he enamorado…


KAJOVEPI