domingo, 30 de noviembre de 2014

Y ahora ¿Quién podrá defendernos?

Dicen que los súper héroes son seres mágicos, con súper poderes, invencibles, indestructibles, inmortales, que están siempre prestos a salvar a la humanidad de cualquier peligro que se le pueda presentar; yo conozco a muchos de ellos, todos ellos personajes irreales e irrelevantes, sí los he visto en más de un dibujo animado, en los hojas de un anime, en un periódico e incluso en los grafitis de las calles.

Sin embargo, existe un súper héroe de carne y hueso, humilde, tímido, débil, cobarde y sopenco, pero que siempre ha sabido vencer al enemigo y cumplir con su misión más grande: sacarme más de una sonrisa. El nombre de éste personaje, no era como el de los otros súper héroes, complicados, difíciles de aprender, en idiomas que desconozco; el nombre de éste particular súper héroe era el "Chapulín Colorado".

esta por demás decir que este héroe era, es y seguirá siendo un héroe alcanzable e imitable, tan noble que incluso sus armas, por muy simples que fueran, eran cien por ciento efectivas. armas tales como el Chipote Chillón, o la Chicharra Paralizadora; mira el ingenio de este hombre, al punto tal de hacernos creer que con a punta de chipotazos, sin necesidad de efectuar disparo alguno, sin necesidad de acuchillar a nadie, o de generar un incendio o tirar a alguien al vacío; y si la cosa se ponía medio feílla para eso estaba esa chicharra, chicharra que en efecto a un solo sonido te dejaba inmóvil, era entonces en ese momento de inamovilidad en la que podía jugarte una broma de esas, cambiarte el arma, o hacer que te golpes con algo; un genio único que sabía identificar al enemigo, con sus antenitas de vinil, y tal vez su mejor estrategia de escape o ataque eran tomarse una de esas pastillas de chiquitolina a fin de que ingrese a lugares tal vez inalcanzables por gente normal, pero no para él.

Este Chapulin Colorado, hoy no tuvo sus "movimientos fríamente calculados", como siempre los tenia, hoy no "lo sospecho desde un principio", hoy la muerte se "aprovecho de su nobleza" y se la llevo, dejando en nosotros su seguidores, un gran vacío; dejando en nosotros esa sensación de impotencia que genera el que un ser amado se vaya de un momento a otro, sin poder darte la chanche de decirte adiós.

Sí pues, el pasado viernes nos dejó ese héroe, que no tenía esa inmortalidad que los demás, SÍ, nos dejó el gran Roberto Gómez Bolaños, o Chespirito, como siempre se ha hecho llamar, se fue el hombre que le ha dado vida a más de un personaje, el más entrañable de ellos es, sin duda alguna "El Chavo", quien decidió dejar esa bonita vecindad que no vale ni un centavo, por una celestial; puede que las razones sean varias, puede que tal vez ya era hora de reunirse con Don Ramón para que por fin aprenda a tocar la guitarra; tal vez ya era hora de saber las recetas exactas de cada uno de los brebajes de la Bruja del 71 a lo mejor uno de esos podrá curarle de sus garroteras, quizás quería hacer la tarea de la escuela con Godínez; es muy probable que Jaimito el Cartero lo haya llamado para que, a cambio de una torta de jamón, le ayude con el reparto de cartas pues deseaba "evitar la fatiga".

se nos fue Chespirito, pero queda de por medio un sin número de capítulos, de todos sus personajes, quienes día a día, tarde a tarde nos quitará más de una sonrisa, ya se las quitó a nuestros abuelos cuando eran adultos, ya se la quitó a nuestros padres cuando eran chicos, nos la quitó a nosotros de niños y hasta ahora lo sigue haciendo y lo hará con nuestros hijos, con nuestros nietos, bisnietos y demás generaciones; haciendo alarde de ese humor blanco característico; Chespirito en México, y Los Leslutiers en Argentina nos han enseñado que no es necesario usar vulgaridades para hacer reír a la gente; nos enseñó que no se necesita tener dinero en mano para ser feliz, nos enseñó que la juventud se mantiene no por los años sino por los ánimos con los que uno tiene; nos enseñó que siempre que queramos seguiremos siendo niños.

Hoy tenemos que decirle adiós a: Roberto Gómez Bolaños, pero con nosotros siempre quedará:

El Chavo, con su "no me tienen paciencia".
El Chapulin Colorado, con "todos mis movimientos están fríamente calculados"
El Chompiras, quien siempre pedirá propina para subirte el equipaje en el Hotel Buenavista
El Dr. Chapatin, al que con solo pensarlo "le da cosas"
El Chanfle, experto jugador de futbol
El Charrito, un gran actor de reparto
Chaparron Bonaparte, con sus chiripiolcas.

Y así un sinnúmero de personajes, es triste dejarte ir, y sabemos que pese a decirte "no te vayas Chavo", esta vez ya te fuiste y para no volver, pero con la esperanza de que tarde o temprano te volveremos a ver.

https://www.youtube.com/watch?v=CsqlRh1F-hw