El
nuevo Proyecto de Ley sobre la “Unión Civil” entre personas del mismo sexo, sí
que ha levantado polémica en nuestra sociedad; generando opiniones a favor y en
contra, y algunas (paradójicamente hablando) aún no definidas; de pronto
este nuevo proyecto, también genera cierta curiosidad, ya que a los, que antes
ni bola le daban al Congreso y sus funcionarios, ahora están al detalle de cada
paso que éstos/éstas puedan dar. Pero, ¿En qué consiste el tal mentado Proyecto
de Ley? ¿Realmente afecta a las familias? ¿Estamos convirtiéndonos en Sodoma
y-o Gomorra?
Parto
por la premisa, de que mientras sigamos con prejuicios sobre la homosexualidad
en la cabeza, es preferible que NO continúe con la lectura, prejuicios como por
ejemplo:
-Los hombres homosexuales, son así
porque tienen el pene chiquito-
-Sí un hombre, en un momento
determinado de su vida es violado, entonces puede pasar dos cosas: o bien
supera el trauma y sigue adelante, o bien descubre que le gusta y se vuelve
gay-
-Sí un niño, nace en un hogar en
donde hay muchas mujeres, el padre lo abandonó, su entorno está lleno de
mujeres, entonces a la larga se convertirá en un homosexual-
-Sí en una fiesta ves a dos
mujeres bailando juntas, no hay problema, pero, si ves que son dos hombres, los
que bailan juntos, entonces son maricas-
-Mujer que se apasione y desviva
por el futbol, marimacha-
-Hombre que no se pierda ni un
solo capítulo de una novela en particular, chivo-
Estas,
son algunas frases cotidianas, que se suele escuchar cuando se pretende
encontrar las razones por las cuales una persona, hombre o mujer,
DECIDIÓ ser homosexual; de hecho es probable, que en más de una ocasión también
hayamos pensado de esa manera, pero ¿Qué de cierto hay en todas esas hipótesis?
¿Son esas las causales de la homosexualidad? Desde mi punto de vista, creo que
no, creo que por el contrario son estereotipos que la sociedad ha ido asumiendo
poco a poco, generando así actitudes discriminadoras entre nosotros/as
mismos/as.
Sobre
la propuesta de Ley de la “Unión Civil” entre personas del mismo sexo; menciona
que entre otras cosas busca, formalizar, aquello que ya se viene dando
en términos de convivencia; aunque en realidad los beneficios y
responsabilidades a los que se someterían serían de mayor compromiso que un
simple “vivamos juntos por siempre”; no
veo por ningún lado, ni directa ni maquillada, una propuesta, de “matrimonio
civil” entre personas del mismo sexo, y que por ende atente contra la moral, la
familia y la sociedad, lo que si veo es una respuesta a una necesidad
palpable de muchas personas, 3 millones de peruanos/as aproximadamente. Obviamente
los/las que están en contra de la propuesta, dirán: pero si formaliza la
convivencia, entonces ya es matrimonio. No necesariamente, porque en el caso de
las parejas heterosexuales que tienen años conviviendo, no son considerados
“esposos”, ya que no existe en ellos la figura del matrimonio, sino que existe
la figura de la “unión de hecho”, que dice que pasado los dos años de
convivencia, las parejas adquieren los beneficios y responsabilidades que una
pareja civilmente casada. Para este caso el término a utilizar no sería el de
esposos, sino el de “compañero civiles” y los beneficios y responsabilidades
serian la mayoría de los que se adquiere en un matrimonio civil.
Ahora,
¿Por qué es importante la aprobación de la norma? Desde mi punto de vista,
puedo decir que por una cuestión de derechos; estamos hablando que de aprobarse
esta norma se beneficiará a, repito la cifra, cerca de 3 millones de
peruanos/as, personas que por hacer pública su opción sexual, vienen siendo
discriminadas vez tras vez, entonces si esta norma los va a beneficiar, en
alguna manera, ¿Por qué no? Ellos y ellas, al igual que nosotros son “sujetos
de derecho”; también es bueno decir que los derechos de uno acaban donde
comienzan los del otros, o sea que el hecho de que se respete su opción sexual
y la norma se apruebe, no quiere decir que se motive a generar desordenes legales
que sólo los/las beneficie, sino que estipularan bases para que todos/as
(heterosexuales y homosexuales) tengan los mismo derechos, beneficios y
responsabilidades.
Una
de las razones para justificar la NO aprobación del proyecto, es el tema de que
de aprobarse se da carta abierta al tema de la adopción de niños/as, y de darse
la adopción estamos poniendo en riesgo la vida del infante porque durante su
crianza, va a crecer confundido por querer identificar quién es quién, no va a
ver que se cumplan roles familiares (impuestos por la sociedad y estigmas
culturales) y es más que probable que opte por ser gay, de ser hombre, o
lesbiana, de ser mujer, y en el mejor de los casos bisexual; se defendemos esta
postura, estamos defendiendo una sin razón, primero porque la norma no
establece por ningún lado el tema de adopciones; segundo porque el que
el niño o la niña crezca en medio de una familia heterosexual no garantiza que
luego decida ser o no homosexual, además investigaciones científicas afirman
que cada persona define su orientación sexual entre los 3 y 5 años de edad; tercero
decir que un niño/a criado por una pareja homosexual también va a serlo, es
como decir que los que nacen y crecen en familias heterosexuales no tendrían
por qué ser gay; cuarto el decir no va a saber quién es quién (papá o
mamá) estaría afirmando que necesariamente deben existir familias
heterosexuales constituidas, y está por demás decir que actualmente las
familias “completas” son pocas, ya que en la mayoría de casos vamos a ver padres/madres
solteros/as.
Otra
de las razones por las que creo que la norma debe ser aprobada, es por los
siguientes ejemplos:
Juanito
declara ser gay, la familia lo rechaza, lo discrimina, lo bota de la casa y el
padre se avergüenza de él, al punto tal que lo niega como su hijo; pasan los
años y Juanito consigue su pareja, viven juntos, trabajan juntos, compran
bienes juntos pero un día lamentablemente Juanito muere; lo lógico sería que la
herencia, es decir todo aquello que logró, junto a esa pareja que le fue fiel y
lo supo escuchar y acoger y brindar amor, que lo valoró como persona, lo herede
su pareja, sin embargo no es así; sino que todo lo que esta persona deja,
incluido deudas, y según nuestra actual norma, pasa a ser parte del patrimonio
del padre, de aquel padre que cuando dijo ser gay lo boto de la casa, pasa a
ser parte del patrimonio de aquella familia que decidió darle la espalda antes
que respaldarlo, comprenderlo y aceptarlo; bajo esa premisa ¿Una persona
homosexual va a querer construir un patrimonio con su pareja, sabiendo que al
morir no lo va a heredar?
Maritza
declara ser lesbiana, y la misma historia, todos/as la rechazan, al igual que
Juanito, Maritza consigue a su pareja; ambas abandonadas por su familia, pero
se tienen la una a la otra; Maritza consigue un trabajo, bajo la modalidad de
“locación de servicios” mientras que su pareja está en planilla; un día Maritza
va al doctor y le detectan una enfermedad grave, que necesita llevar un
tratamiento y que es caro, pero, se entera que el seguro social cubre ese
tratamiento; la actual norma no permite que este tipo de parejas puedan ser
derechohabientes para el sistema de salud; de manera que pese a ser pareja,
Maritza no podría beneficiarse del seguro de su pareja, y ¿Entonces qué?, en fin
Maritza no puede pagar el tratamiento y deja que los efecto de esa enfermedad
siguen avanzando, un día cae en un shock, la llevan de emergencia al hospital,
está inconciente, los médicos luego de revisarla dicen que la tienen que operar
de emergencia, pero se necesita de una autorización, autorización que
lógicamente ella no puede firmar, y que su pareja tampoco, porque para la norma
pese a ser pareja no puede tomar decisiones con ella, salvo su familia; pero,
recuerden la familia ya se olvidó de ella por el hecho de ser lesbiana.
Por
todas estas razones, y si de mí dependiera, YO SI APRUEBO LA NORMA PRESENTADA
POR EL SR. BRUCE, porque estamos hablando de personas, que al igual que
nosotros, son sujetos de derechos, personas que al igual que nosotros, se
merecen todo el respeto y la aceptación; este no es un tema eclesial para el
Estado, es un tema de democracia, el Estado no es una “teocracia”, entendamos
que esta norma no es una norma caprichosa, es por el contrario una norma a
favor de un sector vulnerable que necesita ser incluido; y que la inclusión va
a generar, según como se vea claro está, una cultura de paz, de respeto y
aceptación entre todos/as, una sociedad libre de discriminación; que creo es el
sueño de todos/as.
Aclaro,
que no me he olvidado de mis raíces cristianas, pero eso no significa que me
retracte de lo que acabo de decir, el que esté a favor de la norma no significa
en nada que me estoy alejando de la iglesia o de los caminos del Señor, sino
que por el contrario sé y estoy convencido de que Dios también ama a los
homosexuales, de la misma manera en que nos ama a cada uno/a de nosotros/as, y
se demuestra en su hijo Jesucristo, que dio su vida por todos/as; es más creo
que si Jesús vendría al mundo en estos tiempos, no tendría temor y ni el más
mínimo reparo de sentarse a comer con ellos/as, como lo hizo con los sectores
más vulnerables de su tiempo; porque repito NOS AMA, lo que sí repudia es el
pecado, más no al pecador.
También
sé que la iglesia, católica o evangélica, iglesia que por cierto antes no se
compraba pleito alguno, se ha opuesto a la norma (y de hecho lo va a seguir
haciendo), siendo su justificación mayor el tema de que estamos yendo contra la
moral, la cristiandad y los buenos principios y de que estamos dando carta abierta
al pecado, y nuevamente hablamos de moral y santidad; pero me pregunto ¿Qué
significa santidad? ¿Qué es moral o inmoral?, me hablan de ser ejemplo, pero:
·
No
decimos NADA cuando uno de nuestros miembros, justificándose en pasajes
bíblicos errados, ejerce violencia sobre su mujer e hijos/as.
·
No
hay inmoralidad, cuando el hermanito/a maneja una moto sin brevete y se pasa
los rojos del semáforo ¿o será que esta apurado por ir a “predicar el
evangelio”?
·
No
hay pecado, cuando un estudiante “cristiano” hace trampa en sus exámenes
copiándose o pasándose las respuestas.
·
No
hay pecado, cuando antes de comprar los CD’s originales optamos por adquirir
los piratas.
·
No
hay pecado, cuando en el trabajo, por no perder ante el jefe, inflo boletas;
total yo sólo acato órdenes.
·
No
le es pecado, aquel ministro de alabanza, que se la pasa todo el tiempo
descargando músicas, conciertos y otros materiales del internet, pese a ver los
lugares de compra.
·
No
hay pecado, cuando dejamos de pagar los impuestos, deudas y otros; o puede que
ese dinero a lo mejor “fue destinado a las ofrendas”.
·
No
hay pecado, cuando el “diezmo” proviene de fuentes oscuras.
·
No
hay pecado, cuando hacemos “mentiras” piadosas.
·
No
hay pecado, cuando se llega tarde al trabajo, total la noche anterior la pase
en vigilia.
·
No
hay pecado, cuando al momento de cobrar me dieron vuelto de más, pues lo veo
como una bendición de Dios a mi necesidad económica.
·
No
hay pecado cuando pasamos el rato, viendo programas basura en la tele, total
son momentos de “relax”.
·
No
hay pecado cuando comemos algo en la calle, o en el auto y tiramos la basura en
cualquier lado, total el basurero está muy lejos y me puede distraer de la misión.
En
fin, hay un sin número de cosas, que pueden parecer simples, pero que también
son importantes, para Dios no hay pecado grande ni chico, todos son pecado.
Creo que antes de generar divisiones en la sociedad, como iglesia debemos
buscar el trabajar a favor de estas personas, debemos buscar formas de
predicarles el evangelio, de hacerles partícipes del Reino de Dios; no nos
detengamos en ver quien será o no salvo, pues esa no es nuestra labor, es la de
Dios; pues, aunque parezca blasfemia, también fueron creados a imagen de Dios;
Que
Dios nos dé sabiduría, comprensión, amor y tolerancia. Bendiciones.