Estoy seguro
que en más de una ocasión hemos escuchado, e incluso la hemos pronunciado, esta
famosa frase que nos dice “tarde o temprano la justicia les llegará”; no nos ha
sido necesario estar involucrados dentro de un proceso judicial para
mencionarla, simplemente hemos visto necesario hacerlo para los momentos que se
ha creído conveniente; ya sea que se tratase de una mal proceso de
calificaciones en una postulación de trabajo, o por una mal proceso resolutivo
dentro de una organización, o por un mal resultado en un concurso en
particular; y, cuando me refiero a “malo” no me refiero a que los resultados
nos hayan jugado en contra, sino que ello fue así porque, de por medio, hubo
una alteración o, en todo caso una “mala jugada”, que terminó favoreciendo a
quien no se merecía el resultado y desplazando a quien sí.
En nuestro
país, la esperanza sobre la “justicia” o ha sido nula o ha sido escasa; por lo
general, se ha sabido de procesos en donde algunos imputados fueron absueltos;
sin embargo, no podemos negar que también hubo casos en que éstos han sido
condenados. Frente a las absoluciones, que desde nuestra perspectiva era
injustas, siempre han generado supuesto, siendo el más frecuente, el supuesto
de un acto de corrupción de funcionarios,
a través de las famosas coimas.
¿Será posible
que quienes tienen que impartir justicia, dejen de hacerlo a cambio de unos
cuantos soles, a sabiendas que esa decisión puede afectar a la parte demanda? ¿Será
posible que quienes tienen que impartir justicia, dejen de hacerlo a cambio de
favores; a sabiendas que ello puede decepcionar a la población? ¿Será posible
que se pueden atrever a hacerlo; a sabiendas que ello puede perjudicar el desarrollo
de nuestro país? Considero que la respuesta es obvia, sí, si es posible; y básicamente lo es porque quienes cayeron en
ello simplemente no tenían bien en claro el tema de “justicia”, basta con
recordar los famosos CNMAudios, como y para tener un pequeño ejemplo de ¿qué es
lo que estaba pasando en nuestro país?
Ahora bien,
como en todo lugar y organización, así como existen malos elementos también
existen buenos. Los últimos acontecimientos, alrededor de los casos de corrupción de funcionarios que
involucra a ex presidentes, dueños de grandes industrias y a Keiko Fujimori;
nos están diciendo que, en efecto “la
justicia, aunque tarde, llega”; valdría la preguntarnos ¿de verdad les va a
llegar? O ¿les llega altamente lo que ella (justicia) les pueda hacer?
Muy al margen
de las decisiones que nuestro Poder Judicial y Ministerio Público puedan tomar
en relación a dichos personajes, creo que un nuevo sistema judicial se está
gestando; pero, por muchos esfuerzos que se hagan por la gestación del mismo,
su nacimiento no será posible si es que todos y todas no somos partes del
proceso de parto.