El día de ayer por
la noche, se rechazó la propuesta de Ley de la Unión Civil, presentada por el
Sr. Carlos Bruce; acto, que desde mi punto de vista, me parece inaceptable y
que demuestra una vez más que los discursos sobre tolerancia, inclusión,
respeto y aceptación son sólo discursos maquillados que se respaldan siempre y
cuando no sobrepasen los límites que pongo; se ha dicho mucho sobre esta Ley,
se ha encontrado varias posiciones a favor y en contra, y, como lo dije en mi
escrito anterior (http://kajovepi.blogspot.com/2014/06/si-la-union-civil.html)
ha despertado más de una polémica; lo curioso de ésta norma es que, pese a ser
polémica y tener posturas encontradas, lamentablemente no ha sido leída ni
estudiada como se hubiese deseado; razones para decir NO, existen muchas, pero
las más risibles se reflejan en los siguientes enunciados:
- No al matrimonio homosexual.
- Dios bendice el matrimonio Hombre y Mujer.
- Yo no quiero tener dos papás.
- Si se aprueba la norma es el fin.
- No a la adopción de menores de edad por parte de parejas homosexuales.
- No podemos privilegiar a las minorías.
- Debemos apostar por la familia natural.
- No podemos permitir muestras de cariño en público más aún si existiesen niños/as cerca.
- …
Como lo mencioné
líneas arriba, estos enunciados no hacen otra cosa, más que reflejar que la
norma no ha sido leída por sus opositores, lo cual es una pena, porque si yo
quiero estar o a favor o en contra de una norma en particular, lo mínimo que
debo hacer es INFORMARME.
Vayamos por partes,
primero: se sabía de antemano que los legisladores Julio Rosas y Marco Tulio,
no estaban, no están, ni estarán a favor de la norma; de manera que me parece
un sacada de vuelta, el colocarlos como miembros de la comisión de justicia,
pues al hacerlo ya se tenían dos votos en contra; ahora de los legisladores que
se abstuvieron, pienso que son como Pilatos, es decir apoyan la norma, pero al
momento de la votación, no dijeron nada y se lavaron las manos; otro dato que
nos dio el Sr. Bruce al salir de la sesión es que la mayoría de
parlamentarios/as del partido de gobierno (que por cierto quedan pocos/as)
están en contra de la norma, ello demuestra que el actual gobierno no tiene ni
el mínimo interés en la norma; copiando las palabras del Sr. Bruce se puede
decir que <<…pedirle a un excomandante, ahora presidente de la república,
que apruebe la norma fue mucho pedir…>>
Lo segundo, es que
las justificaciones para estar en contra, alguna de ellas mencionadas líneas
arriba, no tienen ni pies ni cabeza; les recuerdo que en ninguna de las
secciones de la propuesta del Sr. Bruce menciona la palabra matrimonio, así
como que tampoco habla sobre proceso alguno para la formalización para la
adopción de menores de edad; y así como no lo menciona de manera directa,
tampoco lo hace de manera indirecta; por el contrario de lo que se habla es de
brindar los mismos derechos civiles que adquiere una pareja heterosexual,
cuando ésta se casa o justifica que tiene una relación de más de dos años de
convivencia, ojo, pese a que se adquiere los mismos derechos la figura no es la
figura del matrimonio, sino el de la “UNIÓN CIVIL”.
Otro punto, el Sr.
Rosas ha mencionado que la “homosexualidad” es cosa del pasado y que no podemos
dar privilegios a las minorías; pues bien los intereses de las empresas mineras
en conjunto son minoría frente a los intereses de las comunidades sobre las
cuales están intervienen, y sin embargo se han implementado una serie de normas
en favor de la actividad minera, yendo por sobre los intereses mayoritarios de
esas poblaciones; la empresa Telefónica Movistar es minoría y su deuda para con
el Estado es elevada, pero sin embargo gracias a ciertas reformas tributarias
se le ha exonerado dicha deuda, mientras que por otro lado los/las simples
contribuyentes de a pie, que en el día de la supervisión de la SUNAT se
olvidaron entregar una méndiga boleta, se ven obligados/as a pagar las multas
que dicha infracción amerita. No podemos afirmar que la “homosexualidad” es
cosa del pasado, si es más que obvio que es una realidad latente, realidad que
se merece atención como cualquier otra realidad, recordemos la cifra de esa
“minoría”, cerca de tres millones de peruanos/as.
Otra de las cosas
que se ha dicho es que “no podemos permitir expresiones o muestras de cariño
entre personas del mismo sexo, en público más aún si parte del público son
niños/as” ¿se piensa lo mismo de las parejas heterosexuales? No, por el
contrario se aplaude, se aprecia como un acto de amor e incluso de morbo, es
más algunos/as calenturientos/as se excitan con dichas escenas y esperan
continúen subiendo el nivel; ahora ¿Por qué prohibirlo? Porque la
homosexualidad es una enfermedad y si los niños/as lo ven pues se pueden
contagiar, me pregunto ¿acaso la homosexualidad es una enfermedad? ¿No es la
homosexualidad producto de una decisión personal? Y si de evitar “el contagio”
se trata, pues que la prohibición de dichas muestras de cariño no sólo sean
para las parejas homosexuales sino también para las heterosexuales, porque de
la misma manera en la que un niño/a puede contagiarse de la homosexualidad, así
también se puede contagiar de la promiscuidad… ahora entiendo el ¿por qué de
las elevadas cifras de embarazos en adolescentes?
También se habla
sobre “la apuesta por la familia natural, familia que recibe la bendición de
Dios”; no voy a negar que Dios bendice a las familias, de hecho es su plan
perfecto, constituida y santificada en el génesis con Adán y Eva, y que luego
en el Nuevo Testamento da instrucciones, pautas, modelos de familia, de
convivencia, de trato entre los/las miembros/as y de cada una de sus
responsabilidades y derechos. Pero, tampoco vamos a negar que hablar de familia
en el Perú es un poco complicado, partiendo porque en la mayoría de hogares
sólo existe o una figura paterna, o una figura materna; vale decir familias
desestructuradas. A ello debemos sumar las cifras de violencia familiar, según
ENDES 2012:
- 4 de cada 10 mujeres, alguna vez unidas sufren violencia física y sexual.
- 2 de cada 10 mujeres, son controladas por sus parejas.
- 2 de cada 10 mujeres, sufren expresiones humillantes y amenazas de sus parejas.
Es preciso indicar
que dichas cifras se mantienen en la actualidad; ahora dentro del mundo
cristiano también existen cifras similares, el estudio “Dentro de las Cuatro
Paredes” dice que:
- 2 de cada 10 mujeres, alguna vez unidas sufren violencia física; mientras que 1 de cada 10 mujeres, es forzada a tener relaciones sexuales.
- 3 de cada 10 mujeres, son controladas por sus parejas.
- 3 de cada 10 mujeres, sufren expresiones humillantes y amenazas de sus parejas.
Esto sin contar los
casos de abuso sexual infantil, cuyas cifras también son alarmantes. No podemos
mezclar la “religión” frente a hechos reales; no podemos escudarnos en nuestras
doctrinas para aprobar o rechazar una norma, considerando que el Perú es un
Estado laico; tampoco podemos rasgarnos los vestidos y amenazar al Perú con
futuras destrucciones o desastres naturales o cosas similares, si la norma se
aprueba; no podemos hacerlo, porque el juzgar para bien o para mal, no está en
nuestras manos; por lo tanto el condenar tampoco.
Una de las cosas
que rescato de la norma, es que ha servido para enterarnos que el Estado, dice
tener un alto interés por la infancia, y ha recordado que en años anteriores a
suscrito tratados, normas, postulados y otros; que resumen de interés
prioritario a la infancia; espero que dicho interés no sólo sea discurso y que
realmente se refleje en normas a favor de la infancia, normas que contribuyan
con la mejora de la calidad educativa, salud, seguridad y otros; que demuestren
que el interés hacia la infancia es real, y que no ha sido sólo un escudo para
decirle NO a la UNIÓN CIVIL.
Sé que en esta
ocasión, como en la anterior (http://kajovepi.blogspot.com/2014/06/si-la-union-civil.html)
recibiré duras críticas en contra de mi postura a favor de la UNIÓN CIVIL, y
nuevamente colocaran en tela de juicio mi masculinidad, mi liderazgo en la
iglesia, mi cristiandad y mi fe; afirmando que he tergiversado y tirado al
tacho todo lo aprendido en tantos años de formación evangélica; que
desprestigio al pueblo cristiano, del cual soy parte; que no merezco cargo
alguno en la iglesia; y en fin cosas similares que, a estas alturas de la vida,
no me asustan de verdad.
Finalmente, y pese
a haber sido rechazada, y pese a saber lo que se me dirá; creo que el próximo
congreso podrá aprobar la norma presentada por el Sr. Bruce, como se dice “se
ha perdido una batalla pero no la guerra”; reitero mi respaldo y mi postura por
el SÍ A LA UNIÓN CIVIL, porque todos/as merecen ser iguales ante la ley,
meceremos el mismo trato y nuestra apuesta debe ser por una sociedad justa,
inclusiva, tolerante, de aceptación y respeto mutuo.
UNIÓN CIVIL YA!!!!