sábado, 25 de noviembre de 2017

Vamos a la Marcha

Durante la presente semana, y previas a una nueva marcha del #NiUnaMenos, nos enteramos de una lamentable noticia (al menos la más notoria, de hecho que hay más de ese tipo, pero en ésta ocasión nos centraremos en esa); se trata sobre la trágica y repentina muerte de una voleibolista peruana, de apenas 16 años, en circunstancias aún no esclarecidas.

Como mencioné líneas anteriores, es más que seguro que hubo más casos similares, durante la semana o semanas pasadas, casos que no deben desmerecer nuestra atención, sino que por el contrario deben esclarecerse y buscar responsables y sanciones (en caso las hubiera); sin embargo, la intención del presente artículo es reflexionar tomando en cuenta la siguiente pregunta ¿cómo estamos actuando como sociedad frente a éste tipo de casos?

En relación al caso sobre la voleibolista Alessandra Chocano (16 años), se ha hablado mucho sobre ella, entre verdades y mentiras, la prensa ha tratado de “ayudar” a esclarecer los hechos, y cual Ministerio Público han entrevistado a cuánto involucrado han creído conveniente a fin de tener “todas las versiones del hecho”; una de las primeras conclusiones a las que se ha llegado (y que se soporta en los exámenes médico legista) es que la niña murió por un “edema cerebral y pulmonar”; otro de los resultados de esas investigaciones, revelarían de que la niña de 16 años, previo a su muerte, estaba en una discoteca y luego fue, junto a otras personas, a un departamento en Miraflores – Lima, donde estuvieron bebiendo, fue entonces cuando murió, aparentemente por exceso de alcohol; la forma en cómo se encontró su cuerpo, parece indicar que también sufrió una violación sexual.

La verdad es que frente a éste caso, no podría aportar mucho (en términos médicos o legales, dado que ni soy doctor, ni soy abogado) y sólo esperaría las versiones oficiales de quienes corresponda. Sin embargo, de lo que sí puedo hablar es de todo lo que ésta muerte ha generado; una de las cosas que llamó mucho mi atención, es que aún existe gente que sigue culpando a la niña sobre su muerte; es más, algunos hasta han llegado a justificarla, aduciendo que fue “ella quien se lo buscó” que ¿cómo es posible que una menor de edad esté en una discoteca? ¿Cómo es posible que una deportista no sepa cuidarse, al ingerir todo tipo de alcohol? ¿Cómo es posible que se vaya a un departamento con desconocidos?... si se han dado cuenta, en estos dos últimos párrafos, he resaltado la palabra “niña”, porque en efecto, estamos hablando de una adolescente de 16 años, que si bien es cierto ya era independiente para algunas cosas, sin embargo, para el Estado y sus leyes, ella aún era una niña; entonces, frente a esa circunstancia, yo me atrevería a cambiar algunas de esas preguntas y diría: ¿cómo es posible que una discoteca permita el ingreso de menores de edad a su establecimiento? ¿Cómo es posible que se le expenda bebidas alcohólicas (aun sabiendo que está prohibido)? ¿Cómo es posible que unos cuantos desconocidos (mayores de edad) se hayan atrevido a llevar a menores a su departamento, sabiendo toda la responsabilidad penal y civil que ello implica? ¿Cómo es posible que quien era responsable de la custodia de la niña (sea una persona o una institución) no haya podido tener un poco más de control sobre la misma? ¿Quién va a asumir la responsabilidad sobre ésta muerte? ¿O es que acaso seguimos pensando que la culpable fue la víctima?, y digo víctima, pues aunque la causal de la muerte haya sido natural, ésta puede que haya sido provocada (las circunstancias) y al mismo tiempo evitada.

Otra de las cosas que ha llamado mi atención, es que frente a ésta muerte y al estar involucrados dos deportistas (la occisa y el seleccionado Yordy Reina), lejos de buscar esclarecer los hechos, siento que la situación de les ha ido de las manos (estoy hablando de la prensa) y se ha mancillado a más no poder la imagen de la niña y la de su familia, llegando incluso a inmiscuirse en los más íntimos detalles de la occisa, todo con el fin de alimentar el morbo de la ciudadanía, y desviar las investigaciones. De que existe responsabilidad en la “niña” de hecho que sí, pero de ahí a culpabilizarla del todo, eso ya es otra cosa.

Ahora, es muy probable que usted se pregunte ¿qué relación guarda este hecho con el título de la nota? Pues bien, éste 25 de noviembre, como todos los años, se celebra el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer”; en el marco de ésta celebración, el colectivo “NiUnaMenos ha decidido volver a las calles y levantar su voz de protesta, pues consideran que los hechos de violencia hacia las mujeres, lejos de disminuir se mantienen y van en aumento (pese a los esfuerzos que el Estado ha hecho para que esa realidad cambie), dejando en evidencia los altos grados de vulnerabilidad que tiene la mujer en una sociedad tan machista (aunque nos cueste aceptarlo) como la nuestra; en esta ocasión me he atrevido a hablar sobre el trágico fin que ésta niña tuvo, y en dónde la sociedad lejos de reflexionar sobre ello, sólo ha buscado alimentar su morbo, la especulación y la culpabilidad de la víctima (que no es culpable); pedimos cambios, pedimos sanciones más drásticas, que no está mal hacerlo pero ¿Qué estamos haciendo para generar ese cambio? ¿Cuál será nuestra reacción frente a un nuevo caso de violencia hacia la mujer? ¿Volveremos a sacar nuestros celulares para grabar las escenas o darle “compartir” a las notas morbosas? O ¿las usaremos para denunciar y promover estrategias y medios de protección?

Si éste sábado 25 de noviembre, usted va a la marcha, hágalo por convicción, porque realmente quiere lo mejor para la sociedad, porque de verdad quiere el cambio; hágalo por compromiso y no por sensacionalismos baratos, que de eso ya estamos hartos.


Simplemente KAJOVEPI

sábado, 18 de noviembre de 2017

Paradojas de la Vida

Bien, como ya es conocido por todo quien, el día miércoles 15 de noviembre (paradójicamente la fecha de mi cumpleaños), la selección peruana de futbol, logró un hecho “histórico”, y es que luego de 36 años, por fin nos vamos a un mundial de fútbol; ¿no sé cuánto tiempo logremos estar en ese campeonato?, pero al menos por ahora ya se aseguró nuestra presencia, al menos para la inauguración. 

Está por demás decir, y volver a afirmar, que en más de una ocasión he mostrado mi apatía por el fútbol y por ésta selección en particular; está por demás decir que en más de una ocasión he escrito notas enteras afirmando que Perú no iría a éste mundial; está por demás decir que pese a que ya pasaron a Rusia 2018, aun así no me siento convencido de esos logros; está por demás decir que yo siento que Perú, está en dónde está, no por mérito propio, sino por la ayuda de otros; y está por demás decir, que es muy probable que, a estas alturas del artículo, usted quiera encontrarme para darme una tremenda samaqueada, por ser así de intolerante e incrédulo con la selección pero, como lo dije en mis redes sociales, no creo que sea obligatorio que todo quien esté feliz con éste logro, no a todos nos gusta el fútbol, no todos estamos contentos con lo de Rusia 2018 y por sobre todo, estamos en un país en dónde la libertad de opinión, aún existe. 

En fin, hablemos del partido de esa noche; Sí señoras y señores, aunque parezca increíble, ese día tuve que ver el partido, y lo hice no por interés (y lo recalco) sino porque para aquella noche me encontraba de paseo por Sauce, mi hospedaje quedaba a media cuadra de la plaza, lugar en dónde colocaron una pantalla gigante, con tanta gente haciendo alboroto y no teniendo otra opción, me tuve que plegar al pequeño pero siempre alegre grupo de hinchas de la selección; quienes luego del pitazo final, bailaron un poco de tondero y después cada quien se fue a su casa, y al fin pude dormir tranquilo. 

Luego de las clasificatorias al mundial, hubo un meme que llamó mi atención y, al mismo tiempo me hizo reflexionar un poco sobre ¿cómo nos vemos como país?; el meme se trataba del cuadro en dónde están las banderas de todos los países clasificados, y claro en el puesto 32 estaba el de Perú; y entonces el meme decía “…el peruano como siempre, llegando tarde, pero llegamos…” y entonces me dije ¿es en serio? ¿Tenemos que conformarnos con la idea de que somos impuntuales? Pero no sólo conformarnos, sino que inconscientemente nos estamos diciendo de que, no importa si llegas tarde, lo que importa es que llegues.

Ahora bien, es más que probable que ésta clasificatoria, sea el punto de conversación de todas las tardes de café, de los noticieros matinales y de sus ediciones centrales, es más que probable que se dediquen, no sólo páginas enteras, sino también portadas y diarios completos a éste hecho histórico, se proyecten memes y los videos de los últimos minutos de juego; se siga endiosando a los jugadores, en especial a los que hicieron los goles, y nos vamos a enterar: que es lo que comen, qué visten, cuánto cuesta, que si viven en Perú o el extranjero, los altos montos de su contratación y cosas por el estilo; todo esto al menos por los próximos seis meses. 

Y ese es el problema, en que al menos por los próximos seis meses, el punto de atención será la selección y ¿el resto de cosas? ¿Qué de las declaraciones de Marcelo Odebrecht sobre Keiko Fujimori y Alán García? ¿Qué de las acusaciones a PPK sobre su participación, como consultor de ODEBRECHT? ¿Qué de las normas anti comunidades indígenas, que se están dictando en el congreso? ¿Qué de la intención de vetar al Fiscal de la Nación, por seguirle una investigación a Keiko? ¿Qué de esas ofertas sensacionalistas, que nos están volviendo a los noventa, con medios comprados y que publican flores sobre quienes sabemos, apestan? ¿Qué de los actos de corrupción que se denuncian a diario, pero por los cuales no hay respuesta?, eso en el marco político.

Por otro lado, en algunos días se conmemorará el Día de la No Violencia Hacia la Mujer (Día de la no Violencia de Género), fecha en la que mujeres activistas, y hombres comprometidos con la causa, saldrán a las calles a levantar sus voces de protesta, porque pese a todo lo que se ha denunciado y ha propuesto, las cosas (en términos de prevención de la Violencia hacia la mujer, y de sanción para quienes comenten semejantes atrocidades) no han cambiado, sino que por el contrario pareciera que han empeorado ¿qué estamos haciendo frente a ello? ¿Qué estamos haciendo frente al tema de las violaciones sexuales? En el marco local, ¿qué de los cuestionamientos hechos al Alcalde por sus obras inconclusas o mal hechas? ¿Qué de los planes de seguridad ciudadana, que no se implementan? ¿Qué del hospital, que no hay cuándo nos entreguen?...

Una de las cosas que he cuestionado, a raíz de éste proceso final de las eliminatorias, es que al Estado se le haya ocurrido la grandiosa pero estúpida idea de decretar feriado por tan magna celebración; ¿qué queríamos demostrar con ello? ¿Apatía con los hinchas? ¿No hubiese sido mejor, ver otras formas de celebrar? ¿Acaso no podemos vender otra cara? A ello debemos sumar que, es más que probable, que más de uno esté buscando endeudarse sólo por ir a ver un partido de Perú en el mundial, y nuevamente les diré, hay cosas más importantes que ello. 

El futbol nos ha traído alegría, las generaciones que crecieron desde fines de los 80 en adelante, podemos tener la certeza de que veremos a Perú en un mundial (y ésta vez no será de canicas), con un Director Técnico que se la fajó por la selección, quien decidió apostar por personajes nuevos (esperemos que la prensa no los joda) y que espero siga apostando por nuevos talentos; entendamos que estos nuevos talentos, no siempre juegan para el extranjero, sino que muchas veces están allí relegados en algún pueblo olvidado, por no tener las posibilidades de salir adelante; veremos a Perú en un mundial, y eso nos llena de alegría y de orgullo (incluso a los ateos del fútbol, como en mi caso, y no es que quiera subirme al coche); disfrutaremos de cada partido jugado, independientemente del puesto que logren en el torneo. 

Pero, que esa alegría no sea un paliativo para que nos adormezca, sino que por el contrario sea una motivación para salir adelante, para ponernos la camiseta y, desde nuestras funciones, desde nuestros puestos de trabajo, pero por sobre todo, desde nuestra postura ciudadana; juguemos por un Perú mejor.

Simplemente KAJOVEPI


miércoles, 15 de noviembre de 2017

¿Sabes abuelita?, Hoy quiero recordarte

Ésta foto, es probablemente, la mejor “prueba de benito”, digo “del delito”; de aquella gran fiesta de cumpleaños, que me celebraran mis padres a inicios de los años 90 y que yo siempre ando negando, y es que claro, es difícil recordar todo lo que te pasó a tus cortos dos años pero, ahí están las fotos que te dirán con lujo de detalles lo que había sucedido y que, imposible te engañen o lo niegues siquiera.

En la foto, que hoy me atreví a sacar del baúl de los recuerdos y exponerla así tan libremente a las redes sociales, podrán apreciar a uno de los personajes que ha marcado un hito en mi vida; sí, se trata de mi entrañable y siempre recordada abuelita Juana Lastenia Sánchez Reátegui; de quien extraño: sus abrazos, sus besos, sus consejos, sus historias, su hacha, sus machetes, su barranco, su arroz calentado de las seis de la tarde con su café de olla y su platanito asado; de quien considero partió muy rápido.

Muchas veces, cuando nos toca describir aquellos momentos “indescriptibles” (que paradoja ¿no?), generalmente nos remontamos a momentos gratos, como cuando por primera vez viste a tu hijo(a), como cuando diste tu primer beso enamorado, como cuando realizaste tu primer viaje en avión, como cuando por fin conociste en vivo y en directo a tu artista preferido… en mi caso, uno de esos momentos “indescriptibles”, que me ha dejado una desazón y que irá conmigo hasta la muerte, fue curiosamente, ver a mi abuelita, sí, a la mujer de la foto, dar sus últimos suspiros de vida y dejar para siempre ésta vida, éste mundo, ésta tierra y a mí; luego de más de 15 años de convivencia, ella, la mujer que muchas veces cuido de mí cuando estaba enfermo, estaba agonizando en su cama, frente a mi padre, mi tía y yo; de pronto vimos como dio tres suspiros, levantó sus manos y se fue…

Y si bien es cierto que aquel momento fue más que duro, desgraciadamente no supe cómo reaccionar; quería llorar y no podía, quizás mi mente, recordando aquella estúpida frase de que “los hombres machos, los que comemos tacacho, no lloran”, se bloqueó y por ende bloqueó mis lágrimas, mi tristeza, mi llanto, mi desolación; y si acaso lloré, la gente al verme pensó que no era real, que todo era armado y que sólo buscaba un poco de atención.

¿Sabes abuelita? Me lamento mucho el no haberte llorado en aquel momento; me lamento mucho el no poder haber hecho nada para evitar que te vayas (aunque claro, qué también que haga no había forma de detener ese destino); me lamento mucho el que a veces no te haya visitado; me lamento mucho el que ahora no estés… ¿sabes abuelita?, luego de tu irremediable partida, han pasado 8 años ya, no he dejado de pensarte, no dejado de recordarte, no he dejado de llorarte; sí, te he llorado mucho, te lloro ahora y te lloraré mañana…

Pero hoy, en el marco de mis 29 años, sin intención alguna de dejar de llorarte, quiero recordarte, y a través de éstas líneas, honrar tu memoria ¿sabes abuelita?, hoy quiero recordar todas esas tardes en las que a las seis en punto, venías a la cocina, prendías la tullpa, colocabas la sartén y a calentar ese arrocito del almuerzo, mesclado con su guisito y sus frijolitos, luego parabas la tetera para hervir el café y finalmente asabas tus platanitos verdes; he visitado un sin número de lugares de comida pero, en ninguno de ellos (por muy casero que sea) he encontrado algo similar a tan delicioso plato.

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar esas tardes de lluvias copiosas, en las que la ropa no secaba y era necesario tener sol; entonces tomabas un par de sables que colocabas en forma de cruz en medio de la huerta, todo con el fin de que la lluvia pare, y cuando la veías acercar pues me mandabas a dibujar un sol, al tiempo en el que tú, con esas frases singulares, soplabas a los cuatro vientos para que la lluvia de vaya a otro lado. ¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar las veces en las que cuando llegaba una gallina, o gallo, nuevo a casa; entonces lo tomabas en tus manos, lo llevabas a la cocina y en ese humo de la tullpa las curabas para que no dejaran la casa. ¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar todas esas tardes en las que, con maíz en mano, llamabas a las gallinas para que vayan a su gallinero (la hora de dormir les había llegado), quiero recordar las veces en las que tomabas a las gallinas para palparlas y ver si tenían huevos a punto de salir, quiero recordar cómo es que las hacías ovar, quiero recordar los sin número de nacimientos que juntos vimos, quiero recordar cómo nos robábamos algunos de esos huevos para freír y acompañar a ese arrocito calentado.

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar aquellas tardes en las que bajábamos al barranco, de al frente de la casa, con el fin de cosechar algunos plátanos, guineos, huabas, mango, sacha chopes; o con el fin de recoger leña; o con el fin de sembrar maíz o puspo poroto; o con el fin de enterrar a las mascotas. Quiero recordar las veces en las que rajábamos leña, las veces en las que molíamos el café o el maíz, las veces en las que me enseñabas a parchar mi ropa, las veces en las que me enseñabas a lavarlas; las veces en que, cuando me veías sentado en tu baúl, te ponías a contarme la historia de tus padres, la infancia de mi padre y sus hermanos, tus aventuras en tus trabajos, tus penurias en la vida, y siempre terminabas con la frase “si uno de esos hombres que hacen novelas, escucharían mi historia, uf se haría millonarios conmigo”.

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar las veces en las que salíamos a comprar, las veces en las que dormía en tu cuarto, las veces en las que íbamos a sembrar o cosechar algo en mi casa por Shango. Hoy quiero recordar esa tu fe intacta, tu forma de predicar el evangelio, tu catolicismo impregnado en tu ser (aunque partiste dejando de practicarlo); quiero recordar esas noches de “novena”, las veces en las que me pedías te traiga, de doña Iraida, a la Virgencita y luego de velarla, me pedías la lleve a doña Carolina; quiero recordar las veces en las que regabas la casa con “agua bendita”, las tardes en las que te encontraba con “Rosario en mano”; las veces en las que te persignabas antes de salir de casa o al llegar a la misma, la sábila colgada sobre la puerta de tu cuarto; fuiste tú quien me enseñó a ser un tanto católico.  

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar cómo es que me enseñaste la letra de “Doña Guillermina”; hoy quiero recordar el Huayno que bailamos juntos, un día que regrese de la escuela. Quiero recordar cómo es que reclamabas mi presencia, cuando no me veías muy seguido en casa; quiero recordar tus manos llenas de alcanforado sobre mi cabeza, cuando ésta me dolía; quiero recordar ese tu romerado, o tu agua de lancetilla, o tu unto borracho, o tu manteca de gallina, o tus cáscaras de plátano, o tu pan poregano.

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordar cuando llegaba “San Juan” y entonces preparabas tus juanes de gallina criolla, todos con señas (el amarrado, el que tiene huesito, el echado, el parado, el doble nudo, el que tiene hoja en la punta…). Quiero recordar cómo es que preparabas tu tacacho wira wira, cómo es que preparabas tu misto (una mezcla de shuca culantro, orégano doble, azafrán, machados con piedra, sobre un batán), tu chicha de higo, tu juane de chonta, tu arroz baleado, tu poroto shirumbe; quiero recordar esos dulcecitos que traías de las misas, o esa chicha de higo que tomábamos en la señora al frente del cementerio…

Son tantos, pero tantos los recuerdos; pero, son tan pocos a veces, que pese a que, como dije líneas arriba “tu hora había llegado”, y aun así siento que te fuiste muy rápido y que nos faltaba otro shunto de cosas por vivir.

¿Sabes abuelita?, hoy quiero recordarte…


Simplemente KAJOVEPI

domingo, 12 de noviembre de 2017

Que Huachafo

Se dice que “la oratoria” es el arte de hablar en público, y, por ser considerado un arte, debemos comprender que no todos(as) tienen dicha habilidad, porque así como hay quienes son buenos para la pintura, la música, el dibujo, el teatro, la actuación, la danza, el canto… y hay también, quienes son buenos para “la oratoria”.

El pasado 08 de noviembre, por cuestiones estratégicas (estrategias que hasta ahora no se nos comenta), la Municipalidad Provincial de Moyobamba inauguró la Tercera Edición de la Feria del Libro en Moyobamba. Algunos de los objetivos principales de la mencionada feria es la de fomentar la lectura y, al mismo tiempo, el de promocionar a los/las escritores de la zona. Otra cosa que sí es cierta, y que vale la pena resaltar y felicitar, es que la actual gestión (pese a sus obras paralizadas o mal hechas) ha decidido comprarse el pleito y apostar por la educación, el arte y la cultura (al menos eso parece).

Una de las actividades a desarrollarse en el marco de la mencionada feria, fue el concierto en vivo y gratis de Susana Baca, artista de renombre nacional, ganadora de varios premios nacionales e internacionales; como mencioné hace instantes, su concierto no sólo fue en vivo y gratis, sino que fue un concierto único, de lujo y más que especial; y apostamos porque más eventos de ésta magnitud se desarrollen en la ciudad.

Todo iba bien con el concierto, los espectadores no hacían otra cosa más que aplaudir emocionados por tan hermosa velada. Todo bien, hasta que llegó el momento del final, y entonces la cosas cambiaron. Porque, aparte de tener un cierre de día totalmente desordenado, el Alcalde se lanzó unos discursos totalmente desatinados y lo peor del caso es que no supo ¿cómo salir del impase?, y entonces nos dimos cuenta de que el municipio no cuenta con un relacionista público, que asesore al Alcalde, y que el Alcalde como orador es un buen ingeniero.

La cosa fue así: luego de la canción de cierre de la Sra. Susana Baca, se supone que el Alcalde debería pararse de inmediato, tomar el micrófono y reconocer todo el arte derrochado en el concierto y, posterior a ello, hacer entrega de los respectivos reconocimientos y presentes que se pretendía entregar. Las cosas no fueron tan exactas como se esperaba, pero “algo se hizo”; lejos de los impases que hubo al momento del cierre, al parecer el Alcalde no estaba informado de que adicional al reconocimiento como “Huésped Ilustre”, venían con el otros presentes (productos de la zona) de los que se hubiese esperado, les haga una mejor presentación que la que hizo.

El primer presente fue una orquídea, “Catleya Máxima”, se supone que Moyobamba es la “Ciudad de las Orquídeas”, se supone que tenemos un proyecto para promocionar las mismas, se supone que hace poco celebramos el festival de la orquídea, fue totalmente vergonzoso que mientras la orquídea se acercaba, el Alcalde no tuviera idea de ¿Qué tipo de orquídea era?, sino que tuvo que esperar a que llegue a sus manos y leer la reseña para recién decir “el tipo”, pero lo peor no fue eso, lo peor fue que no dio explicación alguna de la misma, dijo que somos “la ciudad de las Orquídeas” pero no dijo nada sobre ¿El por qué nos llamamos así?, no dijo nada sobre las propiedades de nuestro clima y los beneficios que el mismo brinda a las orquídeas, no dijo nada sobre las propiedades de esa orquídea en particular; lo único que se ocurrió decir fue “de Moyobamba sus orquídeas” y una risa sarcástica.

Luego vino una bolsa con tres productos, todos esos producidos en Moyobamba. El primero fue un “coctel de café” ¿Qué dijo sobre ese producto? ; nuevamente NO DIJO NADA, el fin de semana pasado se tuvo una noche de degustación de café, promocionado por el municipio pero sin la cantidad de público que se hubiese deseado, y en esa noche los regidores y funcionarios decían que el evento se hacía porque tenemos el “mejor” café del mundo, que lo exportamos y que se lamenta el que no lo consumamos aquí, en donde se produce, y que por ende el evento buscaba promocionarlo para aumentar el consumo del mismo; ¿Tanto ya pues no le han podido pasar ese discurso al Alcalde?, tenían la oportunidad de poder presentar todas esas virtudes y lo único que se dijo fue que “el coctel de café está hecho a base de café”.

Posterior a ello, sacó un frasco de “miel de Tingana” ¿qué dijo al respecto? , nuevamente NO DIJO NADA; esa miel se produce en Tingana, un área natural de conservación privada, cuyos propietarios han apostado por la industria del turismo, y que ahora están también promocionando productos orgánicos, producidos en su zona, que los ingresos que estos productos generen aportan a los gastos que un área de conservación genera y que buscamos aliados que nos puedan ayudar a promocionar ese tipo de productos en el Perú y el Mundo, para que así, quienes lo conozcan se atrevan a visitarnos un ratito siquiera. Finalmente, de la bolsa salió un paquete de “café molido” ¿qué dijo?, ya para qué contarles la historia si ya se la saben.

Para eventos de éste tipo, cuando queremos entregar ese tipo de presentes, debemos dejar que sean los mismos productores lo que lo hagan, imagínense ustedes todos los beneficios que le traería al productor una foto de una artista de renombre con su producto en mano. Me dirán: -pero en ese caso sólo estaríamos favoreciendo a un productor en particular y lo que nosotros queremos es favorecer a la provincia- y yo les diré –hay formas y formas de hacerlo, una de ellas es que éstos productores organizados, elijan a una persona que los represente y vaya y dé el discurso y que luego la “foto promocional” sea a ella detrás de una mesa con todos los productos de todos los productores de esa asociación”-. Pero, lamentablemente cuando queremos que sólo uno sea el protagonista de la noche, cometemos cada patinada y luego no sabemos ¿Cómo salir esa?

Un dato curioso, al final del concierto, la Sra. Susana Baca fue trasladada a su hospedaje, ¿Cuál creen? A ese hotel viejo que está al frente de la plaza, cerrado por defensa civil; pero que fue reabierto, ahora tiene un nuevo nombre, y cuya dueña es una regidora de la actual gestión, aunque claro, es más que fijo que el establecimiento esté a nombre de un tercero, pero, esa ya es otra historia.

Simplemente KAJOVEPI

sábado, 4 de noviembre de 2017

¿Qué se Denuncia dentro de la Iglesia Hoy?

El pasado martes 31 de octubre hubieron un sin número de celebraciones; hay quienes a ritmo de guitarra y cajón celebraron “El Día de la Canción Criolla”; hay quienes disfrazados salieron a las calles a pedir golosinas y celebrar así “Halloween”; hay quienes decidieron ir a la iglesia y conmemorar los “500 Años de la Reforma”; y hay quienes, colgándose de la celebración del “Día de la Reforma”, celebraron (por primera vez y desde éste año) el “Día de las Iglesias Evangélicas en el Perú” y finalmente hay quienes no celebraron nada y se fueron a dormir temprano como cualquier otro día.

Como mencioné en líneas arriba, una de esas celebraciones fue “El Día de la Reforma” y curiosamente, éste año se celebran 500 años desde que Martín Lutero (El Reformador) decidió clavar sus 95 tesis en las puertas de la Iglesia del Palacio de Wittenberg el 31 de octubre de 1517. Es muy probable que muchos piensen lo contrario pero para mí Lutero fue un atrevido en su época, en base a todo el contexto mismo, ese atrevimiento trajo consigo la “división” de la Iglesia, y entonces nos convertimos en “Católicos” o “Protestantes”.  

Es muy probable que la anécdota que pienso contarles a continuación, no llame mucho la atención o quizás levante suspicacias, pero de lo que sí estoy seguro, es que es muy probable que mi amigo, pastor y asesor (para mis escritos en éste medio), Pr. Samuel del Valle Rodriguez, o me jale las orejas o simplemente me comente sus percepciones.

Pasa que el martes 31, por la noche, una iglesia de Moyobamba (me reservo el nombre por obvias razones) organizó una especie de “Conversatorio” en relación a los 500 años de la Reforma; la estructura de la reunión era simple: una oración de inicio, un par de himnos, (como y para amenizar la noche) y luego vendría lo “esencial” de la noche (es decir la razón de la convocatoria) “El conversatorio” que no era otra cosa más que un foro de los 4 pastores al frente respondiendo a las preguntas que la congregación les hacía; claro todas las preguntas debían guardar relación con el tema de Lutero, sus 95 tesis, el contexto de la época y cosas por el estilo. La verdad es que me estaba aburriendo todo ello, porque si nos reunirían para hablarnos del pasado, sin contextualizar la acción desafiante de Lutero y cómo podemos ser desafiantes hoy, entonces mejor me daban el folleto en el culto del domingo y asunto arreglado. Sin embargo, en tanto se iban dando las respuestas una de las cosas que llamó mi atención fue cuando uno de los pastores indicó que -Lutero denunció públicamente la venta de indulgencias, ventas con las cuales algunos líderes religiosos, entre ellos el Papa, se estaban haciendo “ricos” a causa de la fe de los feligreses-, y de pronto se me ocurrió lanzar la siguiente pregunta (que hoy se las lanzo a ustedes):

-Creo que la Reforma se dio hace 500 años pero ¿de qué Reforma hablamos hoy?; uno de ustedes ha hecho énfasis en que Lutero denunció la venta de indulgencia en su época, ahora bien, hace algunos días se ha capturado al pastor Vicente Díaz por estar vinculado a una red de lavado de activos y se le ha incautado 13 propiedades basadas en más de 40 millones de dólares; el diario La República y el portal web Wayka han hecho una investigación en la que se ha determinado que el Pastor Rodolfo Gonzales, también denunciado por lavado de activos, recauda más de 7 millones de soles al año; hace algunos meses se ha revelado que la Comunidad Cristiana Ríos de Agua Viva ha comprado el Coliseo Amauta por 6 millones de dólares; la abogada Beatriz Mejía, vocera oficial del movimiento #ConMisHijosNoTeMetas ha declarado que no tiene nada de malo el diezmar, que las ofrendas y diezmos son como una especie de gratitud por lo que el “pastor” hizo en beneficio de un persona, que es como un agradecimiento a un milagro y depende de la magnitud del milagro para ver la magnitud del diezmo y que nadie podía cuestionar esa acción; frente a estos hechos se dice que la iglesia evangélica viene haciendo #negociosdelafe, ¿cómo responde la iglesia hoy? Se cuestiona el diezmo ¿estamos negociando con la fe?-

La verdad es que yo esperaba mucho, como respuesta, pero las dos respuestas que me dieron fueron totalmente VAGAS; es como si me hubiesen dicho: “hermanito hemos venido hablar de historia y no de la actualidad”; las respuestas se resumieron en que dichos personajes, hoy cuestionados, no son otra cosa más que falsos profetas y que la Biblia habla de que en “los postreros tiempos habrá muchos de ellos”; y por otro lado, sobre las ofrendas, se buscó (mediante una anécdota) justificar ello, aclarando que ello es el sentir que Dios pone en el corazón de cada uno de los feligreses.

Lo curioso de la respuesta es que, ahora que los vemos cuestionados y relacionados con actos corruptos y nada divinos, ahora decimos que son “falsos profetas”, ahora decimos que se tratan de “sectas”, ahora actuamos como “Pilatos y nos lavamos las manos”, es más hasta cuestionamos su fe y su salvación.

Estamos hablando de tres iglesias cuestionadas, de hecho que hay más, y aunque el Pr. Rodolfo Gonzales ya ha hecho su descargo pero; de éstas tres, dos fueron las que impulsaron, y lo siguen haciendo, la famosa campaña #ConMisHijosNoTeMetas, sí esa campaña que busca “preservar la moralidad y las buenas costumbres en las familias peruanas, en especial en las evangélicas”; y entonces, cuando lanzaron su campaña, nadie dijo nada, nadie cuestionó que quienes estaban al mando eran “falsos profetas”, nadie mencionó que las iglesias que lideraban la campaña eran “sectas religiosas”, nadie, al contrario, calladitos hemos suscrito sus pronunciamientos y nos hemos plegado a sus marchas y reclamos.

Éste incidente por ahora demuestra dos cosas:

  1. Nos falta aplicar criterios básicos para no dejarnos manipular por nadie, para que sea cual sea la razón, antes de acoplarnos a una campaña o pronunciamiento o lo que sea, debemos meditar en ello y en las consecuencias de tales y no dejarnos llevar por la pasión y el fanatismo.
  2. Una vez más la Iglesia se ha dejado manipular por quienes, lejos de buscar la predicación real del evangelio, sólo buscan beneficios personales.


Frente a ésta situación, relanzo mi pregunta ¿Qué se denuncia dentro de la Iglesia hoy? ¿Qué implica “la reforma” en nuestros tiempos? ¿Qué protestamos?


Simplemente KAJOVEPI