martes, 31 de diciembre de 2019

Propósitos para el 2020



Iniciamos el final de una década, sí, aunque hay quienes afirman que con el 31 de diciembre ya le damos fin a la misma, sin embargo, ya la RAE lo dijo, la década aún no acaba, así que, todavía no es tiempo de botar la casa por la ventana ni nada por el estilo, pero, si es tiempo de poder hacer, o en todo caso renovar, nuestra lista de propósitos, para este nuevo año.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que esta lista no debe ser pesada, tampoco debe ser inalcanzable o tan tirada de los pelos; no te angusties por llenar todo un testamento, que, si sólo tienes dos propósitos, nadie te juzgará por ellos, el caso es que aquello que te propongas, aquello que buscas hacer para el 2020, sea algo que de verdad puedas cumplir.

Es probable que, como los años anteriores, te propongas ir al gimnasio y sí, claro, de hecho, es probable que lo hagas por el primer mes y luego te olvides… je je je; pero también existe gente que no, que no se olvidará y pues lo logrará. También es probable que te propongas hacer dieta, pero después te des cuenta que las lechugas no son tan ricas como el pollo frito; y, descubrirás que el hacer dieta no necesariamente es limitarte a sólo vegetales.

Quizás digas que este año sí o sí debes hacer ese viaje del año, y empezarás a ahorrar a fin de que compres el boleto, aunque antes de ello compres otra cosa o lo inviertas en otras cuentas; pero también tendremos gente que hará más de un viaje, que nos compartirá sus fotos, videos y experiencias. Quien sabe y a lo mejor, desees buscar a Dios, acercarte a él y empezarás a buscar una iglesia, pero, luego te darás cuenta que las iglesias no son del todo buenas, que muchas veces, antes de acercarte a Dios te alejan más de él y, entenderás que Dios no está en medio de un edificio, que lo puedes encontrar al disfrutar al amanecer, en las manos del mendigo o junto a los pacientes del hospital.


Tal vez, piensas que éste es el año en que le debes dar la oportunidad a el amor, y entonces, te armarás de valor y te le declararás; y aquí tendremos dos opciones o bien te aceptan y empezarás a construir un mundo nuevo y simpático; o bien, te mandarán por un tubo, porque no eres compatible, y entonces te sugiero, que no te hagas mundos, que no hagas berrinche ni nada similar, que lo asumas y, que te des una nueva oportunidad.

Por lo pronto, yo ya tengo los míos, es decir, mi lista de propósitos, te las compartiría, pero, no tiene caso. Ahora, lo que sí te puedo sugerir es; perdona si tienes que perdonar, ama si te lo permiten, viaja si es que puedes, haz aquello que mejor te sale (leer, escribir, cantar, caminar…) pero hazlo con pasión… nos vemos el próximo año.
    
Simplemente KAJOVEPI

domingo, 29 de diciembre de 2019

Inocente yo…


El día de ayer, 28 de diciembre, sí que fue un día de locos; la verdad es que al principio no había caído en cuenta de la fecha, es decir, de lo que “se celebra” o “conmemora” en este día, de manera que, al iniciar mi día (como a eso de las diez de la mañana) no tenía nada en la cabeza; hasta que, de pronto, vi en el estado de WhatsApp de uno de mis contactos (sí, de esos de los que aún no me bloquean); una especie de “reflexión” sobre el significado de las “bromas” en éste día, y fue ahí cuando me dije a mi mismo -oye, hoy es el día de los inocentes, debes pensar en una broma-.

Fue entonces cuando tomé mi celular, y me encerré en mi habitación; Ely, mi esposa, estaba preparando el desayuno, de manera que tenía tiempo. Pensé ¿qué podría hacer? ¿con quién me podría meter? ¿qué podría ser creíble o generar cierta duda sin que se den cuenta de la fecha?... luego de un par de minutos, di en el blanco, pensé que sería oportuno hablar sobre el Alcalde de Moyobamba y, generar alrededor de él, una “noticia” que es esperanzadora para muchos pero que, también es imposible sea así, de manera que empecé a escribir la noticia, puse a prueba mi imaginación, mi estilo para escribir y una foto del mismo (para ese momento mi esposa ya me estaba llamando a desayunar y le dije -espera un momento que puedo perder el hilo de la imaginación-, dañó la cara)… la noticia no era nada de otro mundo, si aún no la leíste, era esta.


El Alcalde de Moyobamba, Gastelo Huamán Chinchay, afirmó ésta mañana, en una entrevista radial a un medio local; que luego de un análisis juicioso a su primer año de gestión y haciendo un meaculpa del retraso de Moyobamba, ha tomado la firme decisión de #renunciar #irrevocablemente a su cargo, así mismo, informó que no se irá sólo, sino que pedirá la destitución del total de los y las concejales provinciales, esto con el fin de convocar a nuevas elecciones.

Lo publiqué en mi cuenta de Facebook personal y luego lo compartí en un grupo local y en mi estado de WhatsApp; dejé el celular y al fin salir a desayunar (sonriendo), al hacerlo, mi esposa, intrigada, me preguntó: - ¿qué tanto pues haces y de qué te ríes? -
-me volveré a casar- le dije, con total seriedad y entre dientes
- ¿cómo dices? - replicó
-que me volveré a casar- ya en un tomo más audible y entendible
No me dijo más nada, terminó su desayuno, agradeció y se fue a la habitación y tomó su celular; vio mi estado de WhatsApp y salió del cuarto, me miró y me dijo: -haya, bromistas estas hoy día- (es cierto, un amigo me dijo que, al menos en este punto, fui un poco lejos)

El día siguió su curso normal, al menos eso creo; durante el día las bromas no dejaron de publicarse; desde que: Aerocontinente reiniciaría sus operaciones; Alán García está vivo y fue arrestado en Panamá; que Anthony H. Cabrera dejó de ser hereje; Keiko Fujimori pidió asilo en la Embajada de Japón; y hasta la balanza se prestó al juego, para asegurarme que en una sola noche había subido de peso, algo de 5 kilos.

Ya por la tarde, la naturaleza también se quiso subir al coche y, nos jugó una mala pasada, eso sí que no fue broma, nos cayó un lluvión que inundó varias casas y puestos comerciales; se inundó QATU (mi local comercial), y, en mi casa, el horno en donde hacemos las Pachamancas al natural. Ahora, conmigo la cosa fue medio grave, fíjate que en el preciso momento en que la lluvia empezó, en el momento en que debía de ir a ver cómo evitar la inundación llegue a mi horno, mi estómago se prestó al juego de las bromas y, me llevó de inmediato al baño, no me dejó salir hasta que la lluvia pare (quizás quería que aprenda algo).

Dicen que “luego del susto, vienen las bromas”; así creo es ¿di?, entonces luego de ese lluvión, vi varias publicaciones graciosas en las redes sociales y yo, me volví a sumar al ruedo y publiqué:

🌧🌧🌧
Vecinas y vecinos, ya pararon los vientos, ahora sí ya pueden venir a recoger sus calzones y calzoncillos de mi huerta

Sobre la “nota periodística” varias personas reaccionaron a la misma, algunos riendo pues sabían de qué se trataba y otros haciendo preguntas intrigantes sobre ¿es cierto aquello? ¿dónde lo viste? y cosas similares; yo los mantenía intrigados un rato, y luego les revelaba que mi fuente estaba colgada en www.santosinocentes.yacaiste.com.


Al finalizar el día, yo no me lo esperaba, pero, mi esposa se vengó, sí, aquella mujer que parece no matar ni a media mosca, puso a juego su creatividad e inteligencia y, me dejó una caja de leche vacía al interior del frigider; ya deben imaginar la cara que puse, al momento en que me quise servir un poco de leche, antes de dormir, y no encontrar nada…

Y tú ¿hiciste bromas ayer?

Simplemente KAJOVEPI

martes, 24 de diciembre de 2019

¿Es niño o niña?


Hace algunos años, cuando mi esposa y yo decidimos celebrar el Baby Shower de nuestra nena, una de las preguntas más estúpidas que pude haber escuchado, y que hasta ahora la sigo escuchando, es esta: ¿es para niño o niña? ¿para hombre o mujer? Para poder ponernos en contexto, como pareja habíamos decidido seguir con todos los procedimientos previos; vale decir, el control pre natal, las ecografías y demás, pero, exigiendo en todo momento, no saber para nada, el sexo de la criatura, esa era como una advertencia clara antes de cualquier procedimiento y, agradezco mucho al personal de salud que respetó nuestra decisión hasta el día del alumbramiento.

Entonces, entenderán que cuando estábamos previo al shower y, cuando estábamos comprando las “ropitas”, esas preguntas no sólo no tenían respuesta, sino que me parecían y me siguen pareciendo, bastante absurdas. De manera que, decidí hacer algo bastante interesante como respuesta a esa pregunta; una contra pregunta y es ¿tiene algo de especial ello?; nunca encontré una explicación lógica, como respuesta, lo único que obtenía era esto que dice -no, es que si es mujercita le ofrezco estos roponcitos o, si es varoncito, estos otros- y qué creen, que cuando me traían esas cosas, lo único que diferenciaba era el color, nada más, porque el material, el modelo, el diseño era el mismo, no había nada especial que diferencie a lo uno de lo otro, nada.

Pensé que esta discusión la tendría sólo allí, cuando mi MaE aún era una bebita, pero, me equivoque. Resulta que luego vino inicial y la primaria y, al momento de comprar los útiles, los cuadernos, sobre todo, la pregunta era la misma -cuadernos, folders, lápices… ¿para niña o para niño? - y mi respuesta seguía y sigue siendo la misma ¿hay algo de diferencia? Y la respuesta sigue siendo la misma -nada, no hay nada de diferencia, sólo el color y los diseños-. También me pasa en las farmacias y boticas, cuando voy a comprar un cepillo o una pasta dental; y ya saben, lo único que diferencia es el color y el diseño, ni siquiera hay un componente especial o particular para niños o niñas, nada, absolutamente nada; es más, hace poco le he comprado un cepillo de Batman, color negro y amarillo, y cuando ella lo vio, le gustó tanto que hasta dice que es una superheroína.


Ahora, quiero centrarme en el tema de los juguetes, me ha pasado cuando tenía que comprarle juguetes, siempre he encontrado estas divergencias: que la cocinita y las muñequitas y todo lo rosa es para niñas, y, los carritos, las pistolitas, los dinosaurios y todo lo azul, es para niños; es probable que en este punto en particular (el de los juguetes) ustedes podrán decir pero, aquí si es necesario hacer esas diferenciaciones, y yo, desde mi experiencia de padre y viendo a mi hija lo bien que se divierte puedo decir que ella es feliz con su muñeca de la misma forma en que lo es con sus dinosaurios, que así como me ha pedido una cocinita, de regalo, me ha pedido un helicóptero, que hemos creado muñecas y robots con material reciclado y que, en ninguno de esos casos la he visto, por culpa de un juguete, adquirir comportamientos “adversos a su sexo” (si eso es lo que les preocupa), sólo la he visto jugar y divertirse, nada más. Obviamente hay juguetes que por nada del mundo se los voy a entregar, y son estos que incitan a la violencia.

Pero, esta discusión de ¿qué le compramos a las niñas y qué le compramos a los niños? No es de ahora, ni tampoco es una que me la hicieron, es una pregunta constante; es una pregunta que ronda en nuestras cabezas, y con mayor fuerza es estas fechas, en las que debemos “entregar” sus regalitos de fin de año a los y las estudiantes; y, la respuesta sigue siendo la misma, muñequitas para las niñas y carritos para los niños. Personalmente esas decisiones no me agradan, porque siento que seguimos alimentando estereotipos de género que, desde hace mucho, estamos buscando eliminar; sin embargo, tampoco me ofenden, y, pues dejo que lo sigan haciendo, no sin antes dar a conocer mi punto de vista sobre el particular.


En algunos días, si es que no lo hicieron ya, estaremos dando vueltas y vueltas por las jugueterías o centros comerciales, a fin de buscar el mejor regalo para los pequeños y las pequeñas de casa; pero, como lo dije en líneas anteriores, la idea es que los regalos, mejor dicho, los juguetes, despierten la creatividad en ellos(as), que contribuya con su recreación, deje de angustiarse si aquello es para niños o para niñas, y preocúpese porque esa criatura, sea feliz, realmente feliz.
    
Simplemente KAJOVEPI

miércoles, 18 de diciembre de 2019

¡Hipócritas!


Sin querer queriendo llegó el mes de diciembre, y con él, uno de los meses más hipócritas del año (perdonen, sí, a veces soy medio “Grinch”). Pero es que como decía una amiga, esto del Feliz Navidad, lamentablemente no es para todos; hay quienes sí lo podrán celebrar y ahí quienes no; hay quienes sí podrán llevarle un regalo, un panetón, una taza de chocolate y una “modesta” cena a sus hijos, hijas y demás familiares, y hay quienes los mandaran a dormir temprano, a fin de que no se mueran de envidia, por la vanidad de los vecinos; hay quienes se lucirán con sus prendas de moda y, hay quienes seguirán con el mismo atuendo de hace más de diez años; habrá gente que viajará para visitar a su familia o que vendrá de otros lugares para tan memorable fecha y, hay quienes la pasaran en medio de una cruel soledad quizás porque ya no tienen familias, o porque quizás teniéndolas, han sido condenados al  desprecio y al olvido.

Y sí, la Iglesia, esa Iglesia que durante todo el año criticó las “fiestas paganas” y que te condenó por haber ido, participado o promocionado una de ellas, esa misma Iglesia será la primera en celebrar la navidad, bajo el pretexto de celebrar el nacimiento del Mesías, olvidándose que, en realidad, esta celebración es también otra fiesta pagana, contribuye al consumismo y es, de todas, la más cruel y vanidosa del año. 

Mira si esta fiesta no saca a relucir nuestra hipocresía, ¿no lo crees?, somos hipócritas cuando a medianoche del 24 de diciembre, empezamos a abrazar a diestra y siniestra, dándoles buenos deseos y demás, aún siendo consciente de que esa persona a quien abrazas, es la misma de quien has levantado calumnias durante todo el año (en términos más locales, les has rajado duro).

Somos hipócritas cuando nos llenamos de deudas y deudas, gracias al dinero plástico que nos facilitan las tarjetas de crédito, todo con tal de aparentar que tenemos dinero, todo con tal de mantener nuestro status quo. Y lo somos cuando damos rienda suelta a la gula y glotonería, comiendo en demasía, mientras que a nuestro alrededor hay un indigente o un vecino que, durante el día, apenas y tomó un vaso de agua; pero es más hipócrita, el hecho de que a veces cocinamos para todo un batallón, cuando solo somos cuatro y al final, tiramos la comida que nos sobra. Y lo somos al cantar ese trillado villancico <<…ven a mi casa esta navidad…>> cuando durante todo el año hemos descargado toda nuestra furia en contra de los migrantes venezolanos. Y lo somos cuando, por estas ansias ególatras de “celebrar” reventamos cuetones, avellanas, mamá rata (uno más estruendoso que el otro), generando malestar en el vecindario, ansiedad en nuestras mascotas y desesperación y trauma en las personas con autismo. Y lo somos cuando organizamos chocolatadas y shows infantiles, todo con el fin de posicionar nuestro nombre, entidad o empresa, todo con tal de que la gente diga que somos buenos y más aún cuándo estamos en época de campaña política, como ahora, en dónde aprovechamos el contexto y la situación, para crear un ligero asistencialismo entre quienes asisten a estos eventos, pisoteando así su dignidad.

Mi intención, no es que usted deje de celebrar la navidad, de hecho mi familia y yo lo hacemos; mi intención es que tomemos un poco de conciencia al hacerlo; que si sus ingresos no le permiten tener lujos, no los tenga y disfrute lo poco que tiene; que si puede invitar a un extraño a casa, hágalo, y si por diversas razones no lo puede hacer, pero, quiere compartir con ellos y ellas, entonces vaya y visítelos, ubíquelos en dónde están y lléveles aquello que quiere compartir; que evite el uso de la pirotecnia y vea otras formas de celebrar; que sea el momento preciso para acercarse a su familia o amigos y limar esas asperezas; que sea aquello que decimos, una feliz navidad, o mejor, una feliz y consciente Navidad.   

Simplemente KAJOVEPI