Iniciamos el final de una
década, sí, aunque hay quienes afirman que con el 31 de diciembre ya le damos
fin a la misma, sin embargo, ya la RAE lo dijo, la década aún no acaba,
así que, todavía no es tiempo de botar la casa por la ventana ni nada por el
estilo, pero, si es tiempo de poder hacer, o en todo caso renovar, nuestra
lista de propósitos, para este nuevo año.
Lo primero que debemos tener en
cuenta es que esta lista no debe ser pesada, tampoco debe ser inalcanzable o
tan tirada de los pelos; no te angusties por llenar todo un testamento, que, si
sólo tienes dos propósitos, nadie te juzgará por ellos, el caso es que aquello
que te propongas, aquello que buscas hacer para el 2020, sea algo que de verdad
puedas cumplir.
Es probable que, como los años anteriores,
te propongas ir al gimnasio y sí, claro, de hecho, es probable que lo hagas por
el primer mes y luego te olvides… je je je; pero también existe gente que no,
que no se olvidará y pues lo logrará. También es probable que te propongas
hacer dieta, pero después te des cuenta que las lechugas no son tan ricas como
el pollo frito; y, descubrirás que el hacer dieta no necesariamente es
limitarte a sólo vegetales.
Quizás digas que este año sí o
sí debes hacer ese viaje del año, y empezarás a ahorrar a fin de que compres el
boleto, aunque antes de ello compres otra cosa o lo inviertas en otras cuentas;
pero también tendremos gente que hará más de un viaje, que nos compartirá sus
fotos, videos y experiencias. Quien sabe y a lo mejor, desees buscar a Dios,
acercarte a él y empezarás a buscar una iglesia, pero, luego te darás cuenta
que las iglesias no son del todo buenas, que muchas veces, antes de acercarte a
Dios te alejan más de él y, entenderás que Dios no está en medio de un
edificio, que lo puedes encontrar al disfrutar al amanecer, en las manos del
mendigo o junto a los pacientes del hospital.
Tal vez, piensas que éste es el
año en que le debes dar la oportunidad a el amor, y entonces, te armarás de valor
y te le declararás; y aquí tendremos dos opciones o bien te aceptan y empezarás
a construir un mundo nuevo y simpático; o bien, te mandarán por un tubo, porque
no eres compatible, y entonces te sugiero, que no te hagas mundos, que no hagas
berrinche ni nada similar, que lo asumas y, que te des una nueva oportunidad.
Por lo pronto, yo ya tengo los
míos, es decir, mi lista de propósitos, te las compartiría, pero, no tiene
caso. Ahora, lo que sí te puedo sugerir es; perdona si tienes que perdonar, ama
si te lo permiten, viaja si es que puedes, haz aquello que mejor te sale (leer,
escribir, cantar, caminar…) pero hazlo con pasión… nos vemos el próximo año.
Simplemente
KAJOVEPI