Desde que nos mandaron a una
cruel campaña de camino al segundo balotaje para elegir, por fin, a quien será
el o la responsable de llevar las riendas del país por los ¿próximos? Cinco
años; he tomado la decisión de enfriar este café, y ello básicamente porque,
como le decía a uno de mis lectores [y primo], lo que menos quería era utilizar
este espacio para, de alguna u otra forma, condicionar o direccionar tu voto,
aprovechándome de ese nivel de influencia que esta modesta columna tiene.
Discúlpenme, pero, creí, creo y
seguiré creyendo que la función de los medios de comunicación (hablado,
televisado, escrito o digital), en este tipo de situaciones debe ser, por sobre
todas las cosas, absolutamente neutral. Y ello no solamente compete al
responsable de línea editorial o a los dueños, si acaso su intención no es
comercializar con la información, no; compete también a quienes desde nuestros
espacios nos hemos convertido en colaboradores (reporteros, redactores,
editores, presentadores, analistas, etc.).
Sin embargo, en esta ocasión y
dadas las circunstancias en donde la mayoría de los medios locales y nacionales
[en especial los “gigantes” del gremio] han enfilado, descaradamente y sin
reparo alguno, a favor de Fuerza Popular; intentaré pues, apelar a mi derecho a
la libertad de expresión y pensamiento para mostrar mi postura frente a este
proceso. Aclaro, que el uso de este derecho, no me da la facultad de obligarte
a pensar como yo, ni mucho menos a que emitas tu voto por quien yo lo haré, no;
tú, eres libre y lo seguirás siendo.
Pero, sí debo hacer una denuncia
de tipo pública; y es que medio de todo, este proceso ha levantado lo más vil y
cruel que sociedad teníamos o escondido o aguantando; y esas brechas que nos
han dividido por años, por década diría yo, hoy se han profundizado al punto
tal de llegar a un abismo enorme.
De pronto, el decir que vas a
votar por Pedro Castillo, ha sido la puerta abierta para que recibas insultos
de todo tipo; defender tu voto, un hecho que no debería ser necesario en medio
de una sociedad que se jacta de ser democrática, ha sido una batalla
desgastante que ha multiplicado los niveles de ansiedad, propios del diario vivir;
en mi caso, han cuestionado mi trabajo, y me llamado comunista, terrorista, resentido
social, insensato, mal padre, bruto, ignorante, animal e incluso estúpido. Y no,
no lo soy, no soy estúpido.
Pero carambas, ¿qué tan estúpidos
nos ven los hermanos Fujimori, para hacernos creer que durante todo este tiempo
estuvieron peleados y ahora, oh sorpresa, en el marco de esta segunda vuelta,
se han reconciliado, porque quieren, según ellos, salvar al país?
¿Qué tan estúpidos cree Kenji que somos, al asustarnos con el alza de la cerveza? ¿Acaso cree que somos todos unos borrachos empedernidos y que no podemos vivir sin ella? Y nos asusta diciendo que las importaciones de las “placas madre” para los juegos en línea ya no se darán y por lo tanto ya no podremos jugar dota o fire free o lo que sea ¿acaso pretende insinuar que no tenemos otra cosa más que hacer que jugar?, y se jacta de analista político y te dice que si “el comunismo” llega al poder, vine para quedarse, para destruir la democracia, para saquear las instituciones del Estado rompiendo así la libertad de los poderes y la institucionalidad, pero, se olvida que fue su padre el que hizo todo eso de lo que nos advierte.
Y viene Keiko y nos dice, desde
su lujosa cocina, que el “Plan de Castillo va a afectar nuestros bolsillos”,
que con él en la presidencia el precio del pollo se triplicará, pero, nosotros
responderemos: “no sólo de pollo vivirá el hombre”. Viene y te asusta diciéndote
que “el comunismo” se va a llevar tus casas, te vas a quedar sin ahorros, sin
tu carro, que van a confiscar tu AFP; y la situación será tan terrible que vas
a verte en la necesidad de migrar a otros países para vender tus papas rellenas
en medio de sus plazas principales; pero ¿de qué casas habla?, si conseguir una
nos cuesta una vida, y cuando la conseguimos corremos el riesgo de que sea el
banco la que nos la quite, cuántas familias se han quedado en las calles
porque, literalmente, no han podido cubrir los altos intereses.
¿A qué ahorros se refiere?, si
ya lo perdimos todo por esta maldita pandemia en donde nuestro precario sistema
de salud pública no ha sabido responder y en donde los privados se han
aprovechado de la situación; he visto con dolor como más de un compatriota ha
sido capaz, incluso, de ofrecer sus órganos a cambio de una cama UCI para sus
familiares; ayer mismo, una familia denunciaba que una clínica privada no le
permitía sacar el cuerpo de su familiar, porque antes deben pagar su deuda de
más de un millón de soles. Y ahora de preocupan
de tu jubilación, cuando la ONP te da una miseria y las AFPs se enriquecen con
tu dinero.
Y han sido capaces, de comprarse
líneas editoriales, de poner y sacar a periodistas a su antojo, se han creado
medios periodísticos que no son otra cosa más que panfletos; han manchado la
camiseta y ahora dicen que los discursos de los seleccionados han sido “iniciativas
ciudadanas”; afirman que los paneles deshonrosos e insultantes que invadieron
la capital y otras ciudades, también son iniciativas ciudadanas; los grandes
empresariados, los que están acostumbrados a explotar y coaccionar a sus
trabajadores, ahora los reúnen en asambleas para insinuarles [obligarles] a
votar a favor de Keiko, que si gana se llevaran bonos de hasta 500 soles o de
lo contrario, van a cerrar la empresa y los van a despedir, y sí, se están jugando
cruelmente con el sustento familiar, pero, a ti te venden el humo de que serás
el “héroe de la democracia”; se han aprovechado de un lamentable hecho de
sangre que ha enlutado el país para armarte todo ese psicosocial de que con
Castillo los “coches bomba” van a volver, y ese ha sido el discurso más
miserable que he escuchado hasta ahora.
Nos creen estúpidos y pretenden
comprarnos el voto ofreciéndonos jugosos bonos, bonos que al final de cuentas
son préstamos personales; y te dicen que no te debes preocupar, que tenemos una
economía lo suficientemente rentable, como para endeudarnos hasta el cuello, y
claro, si lo hacen, tú, tus hijos, tus nietos y quizás hasta tus bisnietos, van
a tener que pagarlo con el sudor de su frente ¿no que les importaba la familia?.
Se han aliado con la farándula, con esos programuchos de quinta que sólo embrutecen
a los televidentes, y sus protagonistas creen que amenazándote que dejarán el
país, si acaso Castillo llegase a ganar las elecciones, tu vas a cambiar tu
voto.
Voy a votar por Castillo, sí, y
no soy ningún estúpido; voy a votar por él, porque en medio de todas mis dudas,
albergo una luz de esperanza; y me uno al grito de los que piden un cambio
estructural, aún siendo consciente de que ello no lo lograremos de la noche a
la mañana, pero, estoy convencido de que esto puedo ser el inicio para ello; de
momento, Castillo ya ha demostrado que puede ser moderado, que puede dialogar,
tiene un equipo técnico que apuesta por el cambio.
Finalmente, afirmo que votar por
Keiko no te hace un defensor de la democracia, de la misma forma en que votar
por Castillo no te vuelve terrorista.
Simplemente KAJOVEPI
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