Cafecines, ¿cómo les va?, supongo que, sorprendidos con el saludo inicial y con estas primeras líneas, y tienen razón, yo también me sorprendería de leer a alguien, después de un prolongado tiempo, más aún cuando su silencio no se avisó ni se avizoró.
Pero, vamos, les explico así rápido, como lo mencioné en mi artículo de la semana pasada (publicado sólo y exclusivamente en mi blog personal), por motivos de la segunda vuelta y teniendo una abierta inclinación a una de las dos candidaturas, decidí guardar silencio durante toda esa campaña, a fin de evitar filtrar mis posiciones políticas, evitándote así una influencia de mi parte, en tu voto.
La segunda vuelta ya pasó,
aunque al parecer la campaña electoral se mantiene, al menos eso es lo que
percibo cuando veo las manifestaciones que a diario se dan, por parte de ambos
grupos; de momento, y según las proyecciones, es posible que Pedro Castillo sea
declarado el ganador de esta contienda, aunque el margen de diferencia sea muy
ajustado. De hecho, ya algunas autoridades, escritores, politólogos,
estadísticos, reporteros y otras personalidades, ya han empezado a saludarlo y
a mostrar su predisposición para un trabajo en conjunto (ojalá y no sean
saludos apresurados).
Puedo identificar o en todo caso
sumarme a al menos tres de las razones por la cuales se intuye que Castillo ha
ganado; la primera, porque según el histórico de las proyecciones de IPSOS
(conteo rápido ONPE) siempre han sido similares al resultado oficial; la
segunda, y aunque puede parecer muy contradictorio pero, es interesante como
Keiko Fujimori ha salido a denunciar supuestos fraudes en algunas mesas de
votación, y como les decía, esto puede ser muy contradictorio pero, según
algunos entendidos en este tipo de contiendas, este tipo de declaraciones, por
parte de la candidata Fujimori, sólo demuestra que está aceptando su derrota,
de una mala forma, sí, pero lo está aceptando; y la tercera razón va ligada con
la segunda, frente a las declaraciones de supuestos fraudes, se han presentado
solicitudes de nulidad de actas (de votos contabilizados), y, nuevamente las
proyecciones indican de que el margen que tiene Pedro Castillo le da la chance
de resistir estas impugnaciones, pero, adicional a ello, los organismos
internacionales (observadores), la OEA, los mismo organizadores del proceso y
otros, ya han indicado que no pueden dar crédito a tales acusaciones pues el
proceso se ha llevado con la máxima transparencia y legitimidad.
Ahora bien, como dije hace un
momento, pareciera que aún seguimos en campaña política; la candidata Fujimori
no solo no está aceptando su derrota, sino que adicional a ello, con las
denuncias de los supuestos fraudes, está pretendiendo desacreditar tanto el
proceso como a las mismas instituciones convocantes (ONPE, RENIEC, JNE), pero
además, está poniendo en tela de juicio la honorabilidad de quienes cumplieron
con su roll de ser miembros de mesa, a quienes incluso, de ser admitidas estas
impugnaciones, se les podría abrir procesos judiciales.
Lo curioso de estas
impugnaciones y como ya se ha mencionado en más de una ocasión (no está demás
recordarlo), es que sólo se han observado, al milímetro, aquellas actas en
donde el contendor, Pedro Castillo, tiene un mayor número de votos e incluso
todos los votos de esa mesa; otro de los hechos curiosos es que las
impugnaciones presentadas fueron o a destiempo o sin adjuntar los baucher de
pago de los aranceles correspondientes, haciendo que el proceso sea una pérdida
de tiempo pues se estaría declarando improcedentes ipso facto; adicional a
ello, varios de los y las miembros de mesa, cuyas identidades han sido
violentadas públicamente, ya han salido a desmentir dichas acusaciones, a
demostrar cómo es que firman, a demostrar que no son familia (pese a tener el
mismo apellido) pero además, a pedir una pizca de disculpas públicas, caso
contrario, amenazan con poner denuncias por difamación contra Keiko Fujimori,
un hecho que me parece justo, sin embargo, dudo mucho que estas denuncias
prosperen, de la misma forma en que dudo que se les pida disculpas.
Una de las cosas que no me queda
claro es ¿cómo podría haber fraude sólo en determinadas mesas y no en todo el
proceso? ¿por qué sólo se observan aquellas actas en donde Pedro Castillo tiene
mayor número de votos e incluso todos y no se aplica la misma lógica para con
las actas en donde es Keiko Fujimori la ganadora? ¿es imposible entender que
los votos tienen el mismo valor sea cual sea el lugar dónde se emitieron? ¿es
imposible entender que hay zonas en donde uno de los dos candidatos no va a
tener ningún tipo de aceptación? ¿por qué denunciar fraude sólo en segunda
vuelta y no en la primera, si los electores, los y las miembros de mesa y los
organismos organizadores son los mismos?
Esta denuncia también ha traído
una serie de manifestaciones en redes sociales, y que se concretizaron en
marchas públicas; tenemos por un lado a quienes dicen defender la democracia y
están en contra del comunismo, pero que sin embargo sus actitudes son
grotescas, insultantes, matonescas, fascistas, deliberativas, racistas,
discriminatorias, que no aceptan los resultados, que no aceptan el voto de las
mayorías (así el margen sea de un voto, igual son mayoría), en pocas palabras,
totalmente antidemocráticas; y por el otro lado, a quienes juran que son de
izquierda, pero no comunistas y que exigen se les respete sus votos, aquellos
que con discriminados y acusados de terroristas pero que están haciendo
vigilias pacíficas, aquellos que no tienen los recursos suficientes para
contratar a los mejores staff de abogados de Lima a fin de que les ayuden a
defender sus votos, aquellos que son acusados de que nos quieren quitar todo,
pero que están sobreviviendo con donaciones y que lo poco que tienen (de
comida) lo comparte con ese policía que saben, en cualquier momento los pueden
reprimir.
Lo malo no es protestar, de
hecho, estamos haciendo uso de uno de los tantos derechos que nos resguardan,
lo malo es que las protestas (por ambos grupos) están generando una
inestabilidad política, social y hasta económica; y aunque ambos grupos son
responsables de esto, sin embargo, ello no nos va a limitar ser franco, es el
fujimorismo, al no aceptar la derrota, el que tiene mayor grado de
responsabilidad de la situación.
Ya de por sí, la campaña
electoral nos ha dejado enormes heridas de tipo social, cuya restauración será
uno de los principales retos para el nuevo gobierno; no podemos seguir
enfrascándonos en que determinado grupo es malo o peor, tampoco podemos seguir
bajo la lógica insultante o amenazante; existe una sociedad de por medio que
requiere de nosotros y nosotras y que mientras nuestras rupturas no se
restauren no podremos conseguir progreso comunal (les prometo que en mis
próximos artículos profundizaré sobre esto).
Considero que Keiko Fujimori, ya
debería dejar a un lado toda esta lógica berrinchuda y aceptar, de buena fe,
como lo prometió y firmó en más de un juramento, que una vez más ha perdido.
Pedro Castillo debe seguir mostrando esa actitud pacificadora pero vigilante y
esperar, con calma pero alerta, los resultados finales. Y Cerrón, que también
tiene vela en este entierro, debería ya dar un paso al costado, entender de una
vez por todas que, al igual que a Keiko, a él no lo elegimos y que, por lo
tanto, no puede seguir poniendo condiciones para la gobernabilidad de nuestro
amado Perú.
Simplemente KAJOVEPI
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