martes, 4 de junio de 2019

¡Fuera los venezolanos!



“Yo les pido, por favor, váyanse venezolanos de Caraveli, hoy mismo agarren sus cosas y váyanse”, fueron las palabras de Arturo Montesinos Neyra, alcalde de la provincia arequipeña de Caraveli; esto luego de conocerse que un empresario pisquero y su esposa, fueron cruelmente asesinados, presumiblemente por dos de sus ex trabajadores, quienes coincidentemente son de nacionalidad venezolana. Según refieren varios medios de comunicación.

No es la primera vez que una autoridad, local, provincial o regional, hace un pedido de éste tipo; el alcalde de la provincia de Huancayo, Henry López Cantorín, hizo lo mismo, al declarar que quiere una “ciudad libre de venezolanos”; claro, luego de que se le tildara de xenófobo, lo que indicó es que su intención era la de sacarlos de las calles, vale decir del trabajo informal y, tener una ciudad ordenada. Propuesta que ha sido respaldada por el Gobernador Regional de Junín, Vladimir Cerrón.

Es probable que muchos de nosotros tengamos una intensión similar; es decir, de ver cómo es que los venezolanos y las venezolanas, dejan lo poco que han podido hacer aquí, para emprender una nueva ola migratoria hacia zonas, en dónde quizás aún no hay tanta presencia de ellos y, por lo tanto, su presencia no es tan espesa, ni molesta, ni jodida; como lo es, en estos momentos, en nuestro país.

Dicen que justos pagan por pecadores y, éste no es un caso aislado; no es novedad que la mala imagen que se tiene sobre la población venezolana es gracias al accionar de algunos malos elementos que ellos tienen. A diario se reportan denuncian de robos, asaltos, violaciones, secuestros, asesinatos y otros delitos; lo peculiar de los mismos, es que cuando se da la denuncia o ésta se hace pública, sobretodo en redes sociales, ésta siempre va acompañada de la frase –Julano de tal hizo tal cosa y, es venezolano(a)-  entonces, la población lo único que hace es, llenarse de prejuicios, marcar estereotipos migratorios y, empezar a repeler a dicha población; al punto tal de exigir su expulsión.

Ahora bien ¿se los debe expulsar?, pienso que si son hallados culpables, de aquello de lo que se les imputa, en definitiva deben ser expulsados, de la misma forma en que cualquier peruano o peruana sería expulsado de otro país si se determina que son delincuentes; de hecho, hace algunas semanas, el propio Ministro del Interior, informó sobre la expulsión de venezolanos. Sin embargo, algo de lo cual no se ha hablado hasta el momento, es de la otra cara de la moneda, sí, de esa cara que nos debería hablar de los buenos(as) ciudadanos(as), de aquellos y aquellas que, dejándolo todo, decidieron enrumbar en una nueva aventura y migrar a un país tan hostil, como el nuestro, pero también tan oportuno. Son pocas las noticias que hablan de gente honrada, de gente honesta, de gente emprendedora, que incluso están tributando al país.

A raíz del lamentable episodio registrado en Caraveli, el diario El Comercio elaboró una nota periodística titulada; Inmigración venezolana: Los beneficios y problemas que trae a la economía de Perú[i], en esta se resaltan, según mi punto de vista, tres datos interesantes.  El primero es que, según registros oficiales a la fecha, en el Perú radican más de 750 000 migrantes venezolanos; convirtiéndonos así, en el segundo país, después de Colombia, en recibir el mayor número de venezolanos. El segundo dato, guarda relación con nuestra economía, de la cual se afirma que "Una de las cosas positivas que ha tenido este éxodo masivo de venezolanos es que ha permitido dinamizar las economías de los países receptores. Toda esta gente ha tenido que alquilar vivienda, contratar servicios, pagar impuestos al consumo y, en el caso de quienes han logrado empleo formal, tributan al tesoro público de este país", dice Óscar Pérez, presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú. El tercer punto a resaltar, guarda relación con el tema laboral, sí, con esta discusión que no abandona nuestras mesas, hay quienes afirman que ellos (los venezolanos) han venido a quitarnos trabajo; sin embargo, la nota textualmente dice: "Perú no tiene un problema de empleo, sino de subempleo. Lo que ha mostrado la inmigración venezolana es que el mercado informal tiene una capacidad de absorción bastante significativa. En otras palabras, no es que un venezolano esté desplazando a un peruano, sino que quien está dispuesto a trabajar por menos dinero, va a encontrar un empleo"

 

Hace algunos meses, una emisora local de ésta ciudad, publicitaba el tema de la semana; sin saber qué era lo que se venía, me decidí escucharla, cuando la oí me pareció súper interesante; el tema de la semana, era nada más y nada menos que la canción Me Fui, de Reymar Perdomo. Una canción que, curiosamente se  hizo famosa en el parque Kennedy de Miraflores – Lima, y que poco a poco se ha ido convirtiendo en una especie de himno para los migrantes venezolanos; una canción que relata toda la odisea por la que pasan los migrantes, los peligros a los que se exponen y la cruda realidad en la que viven; pero que por sobre todas esas cosas ésta población es un población que viene con sueños, que viene con metas y que viene con propósitos.

Fue muy lindo escuchar esa canción, fue más lindo saber que era el tema de la semana; me imaginaba a mis amigos(as) venezolanos(as), es sus trabajos o en sus casas, pegados a la radio y gritando a voz en cuello <<…Maduro, coño tu madre…>>. Lo interesante de esto, es que la canción sonaba, el tiempo en que las noticias nos decían que en un colegio del distrito de San Martín de Porres – Lima, en el primer día de clases del año lectivo 2019, como un gesto de bienvenida a los estudiantes venezolanos, se decidió cantar, luego del Himno Nacional, el Himno Nacional de Venezuela.

Es probable que tengamos más noticias de hechos lamentables, protagonizada por venezolanos; es probable que tengamos más gente queriendo verlos fuera; pero, quiero terminar ésta columna, con parte de la letra de esa canción preciosa de Reymar, esa parte en la que dice <<…porque, si todos somos hermanos y somos producto latinoamericano…>>

Simplemente KAJOVEPI

1 comentario:

  1. De echo no todos son delincuentes, de el todos los venezolanos que hasta ahora conozco, conocí pocas buenas personas; así como también me tocó vivir una experiencia muy muy desagradable, y en serio da rabia, hacen quedar mal a todos, yo misma decía que se larguen...

    Pero ahora que leo esto ,....
    Somos hermanos , está bien , pero el Perú no se merece tener más delincuentes, lo otro es como saber quién es malo y quien es bueno, eso ya es tarea del estado, creo.

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