miércoles, 17 de febrero de 2021

Mi locura, el clima y tú



¿San Valentín? ¿Día de la amistad? ¿Día del Amor? ¿Fecha comercial, meramente consumista? ¿Debemos celebrarlo? ¿Sólo en este día se pueden expresar los sentimientos? ¿Qué expresamos?; en fin, en tanto los estudiosos de la materia, lleguen a conclusiones consensuadas sobre el particular.

Quiero compartir con ustedes unas cuantas líneas que escribí durante la época de cuarentena, y, que, si es posible, algún día será parte de la “Colección 2020”. Disfrute del arte, ubique a quien sería el o la protagonista ideal para esta historia y, no deje de dedicárselo.

Mi locura, el clima y tú

Inicio mi jornada laboral
en mi cuarto-oficina
como es costumbre en este encierro. 

Abro las ventanas
con el fin de escuchar,
a las motos pasar y
a las vecinas chismear. 

El clima,
parece no estar muy decidido;
rayos del sol posan sobre mi cómoda,
pero, gotas de lluvia salpican mi vereda. 

Ese olor a tierra mojada,
mezclado con el polvo de las calles,
ha despertado en mí,
la sensación y necesidad
incontrolable de ir a buscarte. 

Y justo cuando estaba a punto de salir,
el aguacero se embraveció;
no sé, si es por tu bien o por el mío,
pero, gracias a ello
me retuve de hacerlo;
necesito buscarte, sí,
pero, ya no quiero. 

A veces, lo necesario se vuelve inútil
tan inútil como los besos virtuales
que me envías cada que recuerdas;
tan inútil como las excusas tontas
de nuestro último encuentro fallido. 

Pasaron un par de horas, no sé cuántas de verdad
abro mis ventanas y vuelvo a divisar el cielo,
y, como quien no quiere la cosa,
este ha vuelto a despejarse; así también,
mis pensamientos y deseos por encontrarte,
ya se despejaron de mi mente, se han ido. 

A veces, olvidarte es complicado;
reconocerlo es difícil, pero,
después de tantos años
y sin ningún éxito que alardear,
ya me cansé de buscarte. 

De momento, volveré mi mirada
a los archivos de Word y Excel
que debo revisar, corregir y entregar;
regresaré a mi rutinario trabajo de escritorio. 

Redactaré y enviaré un memorándum
al departamento de memorias,
con una severa llamada de atención
por interrumpirme con tus recuerdos,
exigiéndole hacer todo lo necesario
para que esto no vuelva a ocurrir. 

A veces, lo necesario se vuelve inútil,
tan inútil como, esos tus besos virtuales...

Simplemente KAJOVEPI

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