lunes, 18 de septiembre de 2017

Terrorismo Nunca Más

Durante la presente semana suscitaron dos hechos, que nos ha puesto sobre el tapete la famosa frase “¡Terrorismo Nunca Más!”.


El primer hecho fue la excarcelación de Maritza Garrido Lecca, quien luego de cumplir 25 años de condena por delitos de terrorismo, fue dada en libertad el pasado 11 de setiembre de 2017; días previos a su excarcelación, muchos de los medios de comunicación de alcance nacional (prensa, radio y televisión) empezaron a hacer notas y animar el debate en base a preguntas como ¿Debía salir? ¿Estará arrepentida? ¿Reorganizará Sendero Luminoso? ¿Qué será de nosotros/as?, y claro, era más que lógico que todas esas preguntas generarían varias posturas en relación a dicho personaje, algunas en contra, otras a favor y hay a quienes “no les interesa” pero, ¿Se podía hacer algo más? Es decir, si ya su condena se terminó, ¿Qué más podemos hacer?, ante la justicia ella ha sido procesada, condenada, encarcelada y ha cumplido con su condena y ya no existen razones para que siga en prisión; por muy raro que esto parezca, es el mismo trato que se le da a cualquier reo, luego de cumplir su condena. Aun así, la prensa seguía armando el circo, en torno a esa liberación; con transmisiones en vivo desde la puerta del penal Ancón II, la puerta de la casa de su madre en Miraflores, un informe detallado del “minuto a minuto” con todo lo que ocurría tanto dentro como fuera del penal; ese día, sin querer queriendo, nuestra atención se centró en “la liberación de una terruca”.


Otro de los hechos que ha resaltado ésta semana, en relación al tema del terrorismo, es que el 12 de setiembre se conmemoraron los 25 años de “La Captura del Siglo”; un 12 de setiembre de hace 25 años, miembros del Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN), grupo élite de la Policía Nacional del Perú; luego de una ardua labor de seguimiento y mucha paciencia, logró capturar a Abimael Guzmán (Presidente Gonzalo), máximo cabecilla de Sendero Luminoso; con la curiosa característica de que no hubo enfrentamiento, es decir no se tuvo que disparar a nadie, y de ser una actividad tan pero tan secreta que ni siquiera el mismo Alberto Fujimori, Presidente de la República de ese entonces, sabía del hecho, por eso que ese día se encontraba pescando en un río en Iquitos y recién al día siguiente apareció entre las cámaras queriendo quitar protagonismo a quienes lograron su captura. Luego de 25 años de ésta famosa captura, los miembros del GEIN (hoy disuelto por Fujimori, curiosidades de la vida) han sido condecorados; hemos recordó ¿Cómo fue la captura? ¿Qué se hizo? ¿Quién fue el que dirigió el grupo? ¿Cómo fue el proceso? Y cosas así y claro, hoy por hoy, Fujimori y su partido se atribuyen, descaradamente, dicho logro.


Como mencioné al inicio, estos dos hechos han vuelto a traer a nuestras discusiones del almuerzo el controversial tema del “terrorismo”. Y no sólo hemos recordado “La Captura del Siglo”, sino que al mismo tiempo se han rememorado un solo hecho sangriento de esa época, la explosión de un coche bomba en la calle Tarata en Miraflores – Lima, y, como si Lima representaría a todo el Perú, sólo se ha hablado de ese hecho en particular, con entrevistas a las víctimas directas, análisis situacionales y cosas por el estilo; y nos hemos olvidado de los otros hechos sangrientos, que también enlutaron y pusieron en zozobra al Perú, nos hemos olvidado de que Sendero inició sus operaciones con un coche bomba en Ayacucho, nos hemos olvidado de que Sendero mataba a autoridades comunales tildándoles de “soplones”, nos hemos olvidado de que muchos niños han sido raptados para ser parte de ellos, nos hemos olvidado de las tomas de la comisaría en Juanjui, nos hemos olvidado del boicot de las elecciones generales de 1980, de los apagones y las explosiones de las torres de Alta Tensión; nos hemos olvidado del enfrentamiento armado en Dos de Mayo – Sauce, nos hemos olvidado de los ajusticiamientos públicos en Habana, nos hemos olvidado de hechos como los ocurridos en Lucanamarca o Uchurajay, de la muerte Maria Elena Moyano y otras personalidades; nos hemos olvidado de los otros hechos sangrientos suscitados en esa época, para concentrarnos en Tarata Lima; no digo que no debemos pensar en ello, pero es necesario que, si vamos a hacer memoria, nuestra memoria debe ser colectiva y general, de todos los hechos por muy duros que éstos parezcan.


Recuerdo las palabras de un periodista (José Rocha – Radio Exitosa) quien luego de dar pase al reporte “en vivo” desde el penal sobre la liberación de Martiza Garrido Lecca, decía <<…y después de esto ¿Qué? ¿Es necesario llegar a este tipo de excarcelaciones para recién hablar de terrorismo? ¿Por qué no lo hemos hablado antes? ¿Por qué esperar fechas como éstas para hablarlas? No tengamos un doble discurso señores, si queremos hacer conciencia sobre lo que el terrorismo dejó en nuestro país, pues debemos de discutirlo siempre, debemos hacer memoria, y no hablarlo sólo cuando nos acordamos…>>


Coincido con ello, no podemos hablar del tema, sólo cuando nos conviene o cuando se nos quiera sembrar el miedo, el 11 de setiembre se liberó (luego de 25 años) a una “ex terruca” y, al día siguiente, el 12 de setiembre se celebró la captura del Presidente Gonzalo (también luego de 25 años) y entonces me pregunto ¿Qué tanto hemos avanzado en temas de memoria? ¿Qué tanto hemos hecho para que hechos como los ocurridos en la década de los 80 y 90 no se vuelva a repetir? ¿Estamos dispuestos a hablar del tema? ¿Qué no nos permite hacerlo? ¿Creemos que es necesario?, finalizo con la frase que abre el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación “un pueblo que no reconoce su historia, está obligado a repetirlo” ¿quisiera que se repita?


Simplemente KAJOVEPI

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