lunes, 4 de junio de 2018

Vamos a comer


Una de las actividades que anticipan la celebración de nuestra, tan anhelada, semana turística es: las vendimias por “Corpus Christi”. El “Corpus Christi” es una actividad bastante tradicional que nos lleva, a propios y extraños, a moler un poco de caña en la plaza de armas mientras te humeas todo tu no sé qué; de pronto vas y te encuentras con un sinnúmero de antojos locales (tacacho con cecina, chorizo, anticuchos, juanes, chuletas y otras innovaciones…), y si quieres unos cuantos traguitos pues anda y disfruta del tradicional “leche de monja” (bebida ideal para esta noche), también hay los dulcecitos regionales y las tradicionales wawas; para ser sinceros, es una actividad bastante interesante y divertida pero, siento que no se la está aprovechando al máximo.

No es por nada pero he visto, con mucho pesar, que todos los años es la misma cosa; las mismas vendedoras, los mismos potajes, los mismos precios, la misma ubicación de los puestos (aunque cada año siento que se están haciendo más pequeños), los mismos ambulantes, el mismo desorden. Me tomaré pues, un par de minutos para escribir unas cuantas líneas que, humildemente considero, podrían ser sugerencias para mejorar la calidad del evento.

Por lo general el “Corpus Christi” se ha caracterizado por ser una especie de feria gastronómica, entonces ¿Qué tal si aprovechamos ese pre-concepto y hacemos de ésta feria, “la feria”? sí, algo como una especie de la gran feria gastronómica que ponga en vitrina las innovaciones de nuestra gastronomía local; ello nos obligaría a pensar en que la organización del evento sea con mucho más tiempo de anticipación del actual, se armaría una especie de “concurso” por etapas, en donde los/las empresarios/as (no importa si vendes en la esquina de tu casa, tienes que pensar que eres empresario/a) presenten su propuesta gastronómica a un primer “jurado” y luego, los platos seleccionados sean los que logren tener un puestito en la plaza.

Me atrevería entonces, a dividir la plaza en cuatro sectores; en el Jr. Pedro Canga colocaría productos hechos a base de café, es más en la plataforma que se encuentra frente al municipio colocaría unas cuantas mesas y revistas para quienes quieren leer o simplemente sentarse a conversar. En el Jr. Callao sería destinado a restaurantes, el Jr. San Martín lo destinaría a productos de panificación y repostería y finalmente en el Jr. Manuel del Águila colocaría aquellos puestos dedicados a licores regionales. Los espacios para cada puesto serían más amplios, a fin de que puedan tener la posibilidad de colocar sus mesas y sillas para sus comensales. Obviamente ello implicaría un menor número de puestos, sin embargo, al ser una proceso selectivo ello me da la posibilidad de poder incrementar “ligeramente” los costos de los puestos.

El proceso de selección de los/las ofertantes (vendedores), se dividiría en dos etapas; en la primera etapa abriría una plataforma virtual, con un determinado número de cupos para postulantes por cada categoría (café, platos regionales, tragos regionales, panadería y pastelería), en la cual el/la postulante llenaría los datos del producto a ofertar, luego de su pre-inscripción on-line iría al municipio y cancelaría su inscripción (S/. 10.00 por ejemplo); este proceso tendría un periodo determinado y luego se pasaría a una segunda etapa. En la segunda etapa, los/las postulantes, se presentarán ante un jurado, dando a conocer sus innovaciones, el jurado deberá evaluar no sólo el producto, sino la presentación del mismo, los ingredientes, la originalidad y cosas por el estilo; la etapa culminaría con una relación de ganadores (por categoría), quienes serán los que participaran en el “Corpus Christi”. Los que hayan sido elegidos, deberán pagar (en el transcurso de las 48 horas siguientes) el valor final del puesto (S/. 60.00 soles por ejemplo). Después de ello, el proceso sería el mismo que se lleva actualmente, vale decir, sesiones de capacitación en “Buenas Prácticas de Manipulación del Alimentos”. Algunas consideraciones básicas que deben tener los/las postulantes es que deben contar (de manera obligatoria) con su carné sanitario; y, como quien queremos hacerlo bastante abierto (es decir, que todo quien tenga la posibilidad de postular), sólo podrán postular a una categoría por postulante.

Para el día del evento, no sólo cerraría el tránsito vehicular una cuadra a la redonda la plaza, sino que adicional a ello redoblaría los niveles de seguridad; vería la posibilidad de poder establecer “la ruta del sabor” vale decir, la posibilidad de establecer una “entrada y salida” de la feria (poco a poco nos vamos ordenando). Para que la motivación sea mayor, podría crear el premio “Del Corpus Christi su Mishquina” ¿En qué consistiría? Pues es simple, entre los/las comensales aplicaría una encuesta sobre los patajes ofertados y, en medio de la noche se haría la premiación, algo como premio al mejor “plato regional”, “trago”, “postre”, “producto a base de café”, “producto de panificación” ¿se imaginan? Ese premio le sirve mucho al ganador o ganadora, porque ello como que es un adicional a su “currículo gastronómico”, obviamente ello contribuiría al posicionamiento de su negocio.

Y finalmente, para que los/las comensales no vayamos al limbo, en esta plataforma virtual, colocaría una sección de “conoce a los ganadores” allí colocaría la lista de todos los/las ofertantes (vendedores) de esa noche, junto con el plato que están ofreciendo (que no debe ser repetitivo entre el uno y el otro) y una breve reseña del mismo; en pocas palabras tendríamos a la mano, La Carta Gastronómica del Corpus Christi”

Puede que esta idea suene un tanto descabellada, e incluso se puede afirmar que va “en contra de nuestra tradición” pero de algo estoy seguro: nuestras culturas cambian, lo que implica que se transforman, y qué mejor si se transforman para bien, y por ende para lograr un mejor progreso.

Simplemente KAJOVEPI



1 comentario:

  1. Excelente idea se me entra a la cabeza el hecho de los ambulantes que puede ser in controlable pero no deja de ser manejable...
    A tu idea colocaria en las cuadras cerradas una especie de feria artesanal donde ellos también tengan la oportunidad de poder ofrecer su talento y productos en otra de las cuadras un espacio dedicado netamente dedicado a la cultura ya sea regional nacional internacional con espacios para expresar el talento artístico (danzas, actuaciones, concursos de pintura, interpretación musical). Los ambulantes pagarían un derecho simbólico ofertar dentro del perímetro de la plaza de lo contrario lo harán fuera.... colocaría guías para que la gente sepa donde carajos esta lo que busca....
    Atte: Benji Fernd :v

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