Hace algunos
años, no recuerdo cuántos en realidad, una de mis tantas amigas se había
convertido en la flamante “Miss Moyobamba” de aquella época; para ese entonces,
no tenía la más mínima idea de lo que ello significaba, es decir, que no tenía
la más mínima idea del para qué las elegían, ¿Qué papel cumplían dentro de la
sociedad? ¿Cuáles eran las intenciones de la elección? ¿Qué pasaba después de
haber sido elegidas? ¿Cuáles eran los requisitos/condiciones para ello? ¿Cuánto
tiempo duraba su reinado? y cosas por el estilo.
Y, si bien es
cierto siempre he presenciado más de una elección ya sea en la escuela,
colegio, instituto, ciudad; pero esas preguntas seguían en mi interior, hasta
que llegó el día en que me crucé con la flamante reina, y entonces le pregunté
-¿Qué se supone que hacen? ¿Para qué las eligen?- toda sonriente y frustrada al
mismo tiempo, me dijo: -…se supone que nosotras
somos las que debemos representar a Moyobamba, a la belleza moyobambina, a su
gente; se supone que nosotras debemos velar por promover acciones que
despierten el desarrollo turístico de la ciudad…- la interrumpí, y le
pregunté –¿Qué propuestas has hecho?- volvió a sonreír y respondió -…por ejemplo, la calle en dónde vivo, que
está cerca a la plaza, es una calle principal que no está pavimentada (en ese
tiempo); entonces yo hice la propuesta de que la pavimenten, pedí sesión del
Consejo y todo, pero no me hicieron caso; sólo me llamaban para cuando había
eventos en los que tenía que asistir…- entonces, comprendí la razón de su
frustración.
Y es que
claro, si a las jóvenes postulantes al cetro, les decimos que las estamos
eligiendo por la suma de todas sus características y capacidades (oratoria,
cultura general, capacidad de vestirse bien para cada ocasión, capacidad de
baile…); y luego, cuando ellas se nos acercan con sus propuestas, las
rechazamos o las andamos peloteando y, nos acordamos de ellas sólo para actos
protocolares, como si fuesen dignos trofeos de exhibición; entonces en lo único
en lo que puedo concluir es que, no se las eligió por esas capacidades, sino
que se las eligió por el buen derrier, busto y la cara bonita que tienen
(disculpen la expresión y sinceridad).
No tengo la
más mínima idea ¿Quién fue el inventor/ra de éstos “certámenes de belleza”? no
tengo la más mínima idea de ¿Para qué lo inventó? como tampoco tengo la más
mínima idea de ¿Quién establece esos “estándares” de belleza? y para serles
sinceros, no me llama la atención. Pero hago hincapié en éste punto pues
recuerdo varias anécdotas de varias candidatas y soberanas que, en algunos
casos las pusieron en el ridículo y en otros las humillaron; ahora quiero
compartir tres anécdotas.
Anécdota 1. En la escuela, dónde cursaba la primaria, una de las candidatas a “Miss
Aniversario”, cansada por tanto trajín de las presentaciones y bailes, decidió
recostarse en las telas del escenario sin imaginarse que éstos no eran
resistentes y ella cayó al suelo, toda la escuela se burló de ella (alumnos,
padres y madres de familia, profesores…), todos/as los/as presentes la vieron
en ropa interior, pues al caer el vestido se le levantó; al final de la
historia, ella ganó el cetro por ser “la más aclamada”.
Anécdota 2. Pasó en Moyobamba, hace algunos años, nadie pensó que la recientemente
elegida “Miss Moyobamba” tenía un enamorado que un día de esos decidió grabar
uno de sus encuentros sexuales; video que luego se hizo viral en los celulares
y posteriormente se subió a cuánta página pornográfica fuera posible; y allí
estaba ella, disfrutando libremente del sexo; y allí estaba el resto, viendo el
video de principio a fin y colocando denigrantes calificativos a la soberana, ¿Será
posible que una reina esté metida en estos casos? ¿Será posible que una reina
ande “regalándose” por ahí? Y yo me preguntaba ¿Acaso una reina no puede
disfrutar del sexo, de la misma forma en que la disfruta cualquier ser humano?;
las críticas vinieron de uno y otro lado; al punto tal, que dicha reina se vio
obligada a abdicar a su corona y retornarla al municipio.
Anécdota 3. También pasó en Moyobamba, eligieron a una soberana, y al pueblo no le
gustó, aduciendo que el físico que tenía (sobre todo el rostro) no era el
adecuado, que el rostro que tenía se parecía al de una nativa (con el perdón de
mis hermanos/as indígenas) y, que con ese rostro no era posible que haya
ganado, que de hecho que ahí hubo un soborno, y las burlas sobre los rasgos fisiológicos de la nena, no pararon hasta el sábado pasado.
Seguramente
Ud. se preguntará ¿A dónde es que quiero llegar con todo esto? Pues bien, no sé
si en su caso las preguntas iniciales ya han sido absueltas; pero en el mío no,
sigo preguntándome ¿Cuáles son los requisitos para ser elegida? ¿Quién
establece esos requisitos? ¿Sobre qué se basan estos requisitos? Y lo más
importante ¿para qué las eligen?, mejor dicho ¿qué es lo que eligen?
El pasado
sábado 13 de enero, en el marco del patético “Carnaval Moyobambino”, se tuvo un
nuevo certamen de belleza, se tenía que elegir a la “Miss Carnaval Moyobamba
2018”, es probable que de la anterior soberana no se haya escuchado en todo el
año, ya que sólo la tuvimos activa en lo que duró la fiesta para que luego
aparezca con un acto de apertura en la noche del último sábado, y así acabó su
reinado; entregando una corona a quien tendrá el mismo final.
No quiero
parecer un antipático con esto, tampoco quiero que se entienda que no me agrada
destacar la belleza de la mujer moyobambina, pero me sigo preguntando ¿Para qué
las elegimos? Es curioso pero, estos evento siempre pasa lo mismo; viene la
tensión de la noche, las barras que alientan a sus favoritas, las marcas que
las presentan; ellas salen a presentarse, bajo la misma rutina: un baile de
inicio, luego la presentación en traje de noche, sport casual, traje típico,
traje de baño, y la ronda de preguntas; los jurados evalúan (no sé qué, pero
evalúan) vienen las puntuaciones, se elige a la “Miss Fotogénica” luego a la
“Miss Simpatía” y por último a la “Miss Carnaval”, lágrimas aquí y allá,
palabras de emoción, palabras de despedida, palabras de cierre y luego cada
quien a su casa, y después ¿Qué?
Nada, después
viene el desfile “x”, que la actividad “y” que la reunión “z”; y en todas esas
actividades tiene que estar ella, siempre con la sonrisa de par en par,
dispuesta a tomarse fotos con todo el mundo, y saludar a quién sea; no hacerlo
es sinónimo de arrogancia. Y es que al final de cuentas, y por muy duro que
esto suene, es para eso para que las eligieron; para mostrarlas cual trofeo, en
cuanto evento sea necesario; son un “adorno” más de la ciudad, un “adorno” que
camina, un “adorno” cuyos atributos naturales son llamativos, un “adorno” cuyos
sueños no importan, lo que importa es que sepan bailar, maquillarse y sonreír.
Mientras las
sigamos eligiendo y viendo como un “adorno” más; entonces lo único que
seguiremos eligiendo será “cuerpo” y nada más; ello a su vez, seguirá
contribuyendo con esos estereotipos de género con los que tenemos que luchar
día a día, ello seguirá contribuyendo con los prejuicios de que las reinas o
candidatas sólo son “bonito cuerpo y una cabeza hueca” y mientras las sigamos
viendo así, la mujer seguirá siendo humillada, maltrata y expuesta a cualquier
forma de violencia; es necesario que pensemos en otra forma de elección, es
necesario que las empecemos a ver por lo que realmente son: Mujeres que no sólo
tienen “un escultural cuerpo” sino que, adicional a ello, son capaces de promover cambios en
su ciudad; y si las elegimos como reinas, ¿Por qué no darles esa oportunidad?.
Simplemente
KAJOVEPI
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