sábado, 13 de enero de 2018

Bienvenido, Papa Francisco

En mayo de 1988 el, en ese entonces, Papa Juan Pablo II, hizo su segunda visita a Perú; el único recuerdo que tengo de aquella visita es: mi nombre. Según la versión de mis padres, resulta que para ese año ellos trabajaban en un hotel en Moyobamba y, la dueña del hotel les sugirió que me llamen “Karol Josep” como el Papa, cuyo nombre real es Karol Jósef Wojtyla, esto en honor a la segunda visita Papal; mis padres, quienes en ese tiempo eran católicos, accedieron a la sugerencia, y así me registraron.

En estos últimos 29 años, no hemos vuelto a tener una Visita Papal, pese a que en más de una ocasión se lo ha solicitado, aunque no estoy seguro si esas solicitudes han sido formales pues, se dice que hay todo un proceso para ello. No recuerdo la fecha exacta en la que se nos informó sobre la visita del Papa Francisco a Perú, pero estamos próximo a ello; Perú, vuelve a tener una Visita Papal y en ésta ocasión, el actual Papa, visitará tres ciudades: Lima, Trujillo y Madre de Dios; de hecho que ésta visita ha sido bien recibida por millones de católicos, y más que observada por otro grupo de peruanos(as); hay quienes ya tienen sus “entradas” para ir a escuchar una de las misas y hay quienes se quedaron con las ganas, hay quienes irán a las calles por dónde recorrerá para poder verlo (si quiera de pasadita) y hay quienes no tienen el más mínimo interés de ello.

Una de las noticias que más revuelo ha generado en la ciudadanía, y además es motivo de continuas críticas en las redes sociales, son los más de 37 millones de soles que el Estado Peruano ha destinado para esta visita; claro si el titular lo leemos así, tal cual está, obviamente más de uno tiene una justa razón para indignarse por ello pero, si nos diéramos unos cuantos minutitos para leer y entender el Decreto Supremo 292-2017-EF, nos enteraríamos que en realidad, todos esos fondos son básicamente para cubrir los gastos de protocolo, como en cualquier otra “visita de Estado”. ¿Visita de Estado? Claro, como dijera la abogada y periodista Rosa María Palacios, ésta no sólo es una “Visita Sacerdotal o Pastoral” es también, además de ello, una Visita de Estado, ya que quien nos visita es la máxima autoridad (lo que equivaldría a un Presidente de la República) de la Ciudad Estado del Vaticano.

Ya la Iglesia Católica, nos lo ha dicho, en más de una ocasión, que el dinero destinado por el Estado Peruano no entrará en sus arcas; entonces ¿En qué gastamos? Bueno, gran parte de ese dinero, aproximadamente 25 millones de soles, están destinados al Ministerio de Relaciones Exteriores ¿Para? Básicamente para mejorar nuestra imagen como país ante el mundo; destinar policías para brindar la seguridad del caso, tanto a los turistas religiosos, a quienes acudan a las misas, a los periodistas, al mismo Papa y a la ciudadanía en general. Otros 7 millones se han destinado al Instituto Nacional de Radio y Televisión, para armar centros especializados de prensa, la transmisión en vivo del evento y la logística que ello implica. Cerca de 800 mil soles, van destinados al Ministerio de Cultura para el traslado de un promedio de 2000 indígenas que estarán presentes en la misa de Puerto Maldonado. Y el saldo se ha destinado al Gobierno Regional de Madre de Dios y a la Municipalidad Provincial de Tambopata, para el mejoramiento de sus vías de acceso y otras infraestructuras públicas; como verán, todos esos fondos han sido destinados a obras públicas, obras que se quedaran en las ciudades anfitrionas y que nos beneficiaran. Por su parte, la Iglesia Católica, también está destinando fondos, es por ello que están haciendo colectas y otras cosas similares; ya que la visita Papal, como lo describí líneas arriba, es considerado una Visita Sacerdotal (para la Iglesia); por lo tanto, si su principal autoridad eclesiástica los visita, lo más lógico sería que le den todas las facilidades del caso, entonces los gastos de la Iglesia Católica están relacionados con el ornato en las sedes, la asistencia al Papa, y la demás logística del caso.

Si después de ésta explicación vuestra indignación continúa por el “alto costo de inversión”, valdría la pena comparar ésta visita con las otras visitas protocolares que hemos tenido, por ejemplo: durante el gobierno de Alejandro Toledo, el Presidente de Estamos Unidos, Michael Obama, nos visitó ¿Cuánto se gastó para recepcionarlo, y durante su estadía? ¿Cuánto hemos gastado en la APEC? ¿Cuánto hemos gastado en la recepción de mandatarios para la sucesión de mando, de PPK? ¿Cuánto gastamos en seguridad (policías) cuando juega la selección peruana de futbol o un clásico? Creo que antes de ver el gasto, debemos evaluar las repercusiones económicas que ésta visita va a generar; se estimada un ingreso promedio de 90 millones de soles en los cuatro días que el Papa estará en Perú, obviamente esos millones se distribuirán entre hoteles, restaurantes, agencias de viaje, transporte… y a su vez, significará un ingresos en nuestras arcas públicas, a través de los tributos e IGV que se deben declarar posteriormente.

Y, aunque me hubiese gustado estar presente, en al menos una de las misas del Papa, o en todo caso verlo durante su recorrido por las principales calles de las ciudades anfitrionas; lamentablemente en ésta ocasión, ello no será posible; por otro lado, no estoy muy seguro y de hecho es algo utópico pensar, que el Papa pueda leer éste artículo, más aún si se trata de un desconocido como yo y pese a que si se lo enviara a su cuenta en twitter (@Pontifex_es); sin embargo, tengo una ligera esperanza y expectativa, sobre sus sermones.

Dado que los discursos que brinda el Papa, son de alta influencia en el mundo y en todas las esferas (políticas, religiosas, académicas…) me gustaría que, en su visita a Perú, pueda pronunciarse y llamar a la reflexión sobre: El Indulto otorgado a Alberto Fujimori; sobre las víctimas de abuso sexual por miembros del Sodalicio y de otras esferas de la iglesia (recordemos que un sacerdote está cumpliendo prisión preventiva en el penal de Moyobamba, por el mismo caso); sobre la tala ilegal de árboles en Madre de Dios; sobre la minería ilegal e informal; sobre los bajos presupuestos destinados a educación y a salud; sobre las víctimas de Trata de Personas; sobre los casos de Violencia Familiar y Abuso Sexual; sobre esto de la “Ideología de Género”; sobre el abuso que reciben las personas LGTBIQ; sobre nuestra actual crisis política.

No sé si cuatro días son suficientes para ello pero, y aunque pueda parecer contradictorio por mi profesión de fe; de lo que sí estoy seguro es que ésta visita será y es: una visita de esperanza, una visita en la que nuestros(as) hermanos(as) católicos(as) serán bendecidos y su fe se verá fortalecida, una visita que nos dejará desafíos.

Papa Francisco, el Perú te espera con los brazos abiertos.

Simplemente KAJOVEPI

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