En mayo de
1988 el, en ese entonces, Papa Juan Pablo II, hizo su segunda visita a Perú; el
único recuerdo que tengo de aquella visita es: mi nombre. Según la versión de
mis padres, resulta que para ese año ellos trabajaban en un hotel en Moyobamba
y, la dueña del hotel les sugirió que me llamen “Karol Josep” como el Papa,
cuyo nombre real es Karol Jósef Wojtyla, esto en honor a la segunda visita
Papal; mis padres, quienes en ese tiempo eran católicos, accedieron a la
sugerencia, y así me registraron.
En estos
últimos 29 años, no hemos vuelto a tener una Visita Papal, pese a que en más de
una ocasión se lo ha solicitado, aunque no estoy seguro si esas solicitudes han
sido formales pues, se dice que hay todo un proceso para ello. No recuerdo la
fecha exacta en la que se nos informó sobre la visita del Papa Francisco a
Perú, pero estamos próximo a ello; Perú, vuelve a tener una Visita Papal y en
ésta ocasión, el actual Papa, visitará tres ciudades: Lima, Trujillo y Madre de
Dios; de hecho que ésta visita ha sido bien recibida por millones de católicos,
y más que observada por otro grupo de peruanos(as); hay quienes ya tienen sus
“entradas” para ir a escuchar una de las misas y hay quienes se quedaron con
las ganas, hay quienes irán a las calles por dónde recorrerá para poder verlo
(si quiera de pasadita) y hay quienes no tienen el más mínimo interés de ello.
Una de las
noticias que más revuelo ha generado en la ciudadanía, y además es motivo de continuas
críticas en las redes sociales, son los más de 37 millones de soles que el Estado Peruano ha destinado para esta
visita; claro si el titular lo leemos así, tal cual está, obviamente más de uno
tiene una justa razón para indignarse por ello pero, si nos diéramos unos
cuantos minutitos para leer y entender el Decreto Supremo 292-2017-EF, nos enteraríamos que en realidad, todos esos
fondos son básicamente para cubrir los gastos de protocolo, como en cualquier
otra “visita de Estado”. ¿Visita de Estado? Claro, como dijera la abogada y
periodista Rosa María Palacios, ésta no sólo es una “Visita Sacerdotal o
Pastoral” es también, además de ello, una Visita de Estado, ya que quien nos
visita es la máxima autoridad (lo que equivaldría a un Presidente de la
República) de la Ciudad Estado del Vaticano.
Ya la Iglesia
Católica, nos lo ha dicho, en más de una ocasión, que el dinero destinado por
el Estado Peruano no entrará en sus arcas; entonces ¿En qué gastamos? Bueno,
gran parte de ese dinero, aproximadamente 25 millones de soles, están
destinados al Ministerio de Relaciones Exteriores ¿Para? Básicamente para mejorar
nuestra imagen como país ante el mundo; destinar policías para brindar la
seguridad del caso, tanto a los turistas religiosos, a quienes acudan a las
misas, a los periodistas, al mismo Papa y a la ciudadanía en general. Otros 7
millones se han destinado al Instituto Nacional de Radio y Televisión, para
armar centros especializados de prensa, la transmisión en vivo del evento y la
logística que ello implica. Cerca de 800 mil soles, van destinados al
Ministerio de Cultura para el traslado de un promedio de 2000 indígenas que
estarán presentes en la misa de Puerto Maldonado. Y el saldo se ha destinado al
Gobierno Regional de Madre de Dios y a la Municipalidad Provincial de
Tambopata, para el mejoramiento de sus vías de acceso y otras infraestructuras
públicas; como verán, todos esos fondos han sido destinados a obras públicas,
obras que se quedaran en las ciudades anfitrionas y que nos beneficiaran. Por
su parte, la Iglesia Católica, también está destinando fondos, es por ello que
están haciendo colectas y otras cosas similares; ya que la visita Papal, como
lo describí líneas arriba, es considerado una Visita Sacerdotal (para la
Iglesia); por lo tanto, si su principal autoridad eclesiástica los visita, lo
más lógico sería que le den todas las facilidades del caso, entonces los gastos
de la Iglesia Católica están relacionados con el ornato en las sedes, la
asistencia al Papa, y la demás logística del caso.
Si después de
ésta explicación vuestra indignación continúa por el “alto costo de inversión”,
valdría la pena comparar ésta visita con las otras visitas protocolares que
hemos tenido, por ejemplo: durante el gobierno de Alejandro Toledo, el
Presidente de Estamos Unidos, Michael Obama, nos visitó ¿Cuánto se gastó para recepcionarlo,
y durante su estadía? ¿Cuánto hemos gastado en la APEC? ¿Cuánto hemos gastado
en la recepción de mandatarios para la sucesión de mando, de PPK? ¿Cuánto
gastamos en seguridad (policías) cuando juega la selección peruana de futbol o
un clásico? Creo que antes de ver el gasto, debemos evaluar las repercusiones
económicas que ésta visita va a generar; se estimada un ingreso promedio de 90 millones de soles en los cuatro días
que el Papa estará en Perú, obviamente esos millones se distribuirán entre
hoteles, restaurantes, agencias de viaje, transporte… y a su vez, significará
un ingresos en nuestras arcas públicas, a través de los tributos e IGV que se
deben declarar posteriormente.
Y, aunque me
hubiese gustado estar presente, en al menos una de las misas del Papa, o en
todo caso verlo durante su recorrido por las principales calles de las ciudades
anfitrionas; lamentablemente en ésta ocasión, ello no será posible; por otro
lado, no estoy muy seguro y de hecho es algo utópico pensar, que el Papa pueda
leer éste artículo, más aún si se trata de un desconocido como yo y pese a que
si se lo enviara a su cuenta en twitter (@Pontifex_es); sin embargo, tengo una
ligera esperanza y expectativa, sobre sus sermones.
Dado que los
discursos que brinda el Papa, son de alta influencia en el mundo y en todas las
esferas (políticas, religiosas, académicas…) me gustaría que, en su visita a
Perú, pueda pronunciarse y llamar a la reflexión sobre: El Indulto otorgado a
Alberto Fujimori; sobre las víctimas de abuso sexual por miembros del Sodalicio
y de otras esferas de la iglesia (recordemos que un sacerdote está cumpliendo
prisión preventiva en el penal de Moyobamba, por el mismo caso); sobre la tala
ilegal de árboles en Madre de Dios; sobre la minería ilegal e informal; sobre
los bajos presupuestos destinados a educación y a salud; sobre las víctimas de
Trata de Personas; sobre los casos de Violencia Familiar y Abuso Sexual; sobre
esto de la “Ideología de Género”; sobre el abuso que reciben las personas
LGTBIQ; sobre nuestra actual crisis política.
No sé si
cuatro días son suficientes para ello pero, y aunque pueda parecer
contradictorio por mi profesión de fe; de lo que sí estoy seguro es que ésta
visita será y es: una visita de esperanza, una visita en la que nuestros(as)
hermanos(as) católicos(as) serán bendecidos y su fe se verá fortalecida, una
visita que nos dejará desafíos.
Papa
Francisco, el Perú te espera con los brazos abiertos.
Simplemente KAJOVEPI
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