jueves, 22 de agosto de 2019

¡Soy Inocente!


-¡Soy inocente!-

Gritaba Alberto Fujimori, como alegato a su defensa, en medio de un mega-juicio que duró un poco más de dos años. Y, que luego de las evaluaciones del caso, se resolvió sentenciarlo a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad; el Poder Judicial lo sentenció como autor mediato de homicidio calificado de la matanzas de la Cantuta y Barrios Altos, y de los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia.

Es increíble pero, hoy por hoy, luego de más de diez años de esa histórica sentencia tanto Alberto Fujimori, como sus familiares y seguidores, siguen defendiendo su inocencia; al tiempo en que rescatan todas las buenas acciones que realizó en favor de Perú.

Cambiando un poquito de protagonistas, pero no de contexto, me atrevo a pronunciarme sobre ese “terremotito” que sacudió nuestra política local hace más de una semana. Por un lado, resulta pues, que los temibles Barata y Marcelo Odebrecht, dieron sus nuevas declaraciones y, entre otras cosas, dijeron que habían “sobornado” con sesenta mil dólares (en dos armadas) a César Villanueva, actual Congresista de la República y ex Premier, cuando éste se desempeñaba como Gobernador Regional de San Martín; ello con la finalidad de que se les conceda (a Odebrecht) la buena pro para la construcción de la carretera Cuñumbuque – San José de Sisa. Por otro lado, en el ámbito más local, la Corte Superior de Justicia de San Martín, decidió sentenciar con 5 años y 2 meses de prisión efectiva, al ex alcalde de Moyobamba, Mardonio del Castillo, por el caso “Volquetes”.

Está demás decirlo pero, ambas noticias, que coincidieron en el mismo día, han sorprendido a más de uno. Hay quienes efectivamente, sí, esperaban y deseaban que las cosas se den como se están dando; y, han quienes hasta hoy, siguen sin poder creerlo. Así también, como era de esperarse, ambos personajes, en todo caso sus representantes (para el caso de Mardonio), han salido a dar la cara, a fin de “asegurar” que son inocentes de aquello de lo que se les acusa; exigiendo, incluso, que se les demuestren con pruebas (esto nos recuerda a, el ya fallecido, Alán García) dichas afirmaciones.

Si bien es cierto que nuestras leyes dicen que todo quien es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero, en estos casos, como en el de Fujimori (al inicio de su juicio), ese que se demuestre lo contrario está en camino, y al parecer sí se va a demostrar. Para Villanueva, por ejemplo, es necesario que Odebrechet demuestre, con documentación fidedigna, que aquello que ha declarado hace unos días, es totalmente cierto. Ahora, hay que ser bastante cautelosos en el caso de Odebrecht, ya que en anteriores ocasiones, los otros acusados (Keiko Fujimori, Alán García, Luis Castañeda, Susana Villarán y otros) también han jurado ser inocentes y que nunca recibieron dinero alguno (como soborno) sin embargo, llegado el momento indicado, las documentaciones refutaron las acusaciones.

Sospecho que en el caso de Mardonio, la situación es un poquito más complicada, ya que ésta es (si no me equivoco) la segunda etapa del juicio y, si bien es cierto que en la primera salió absuelto; sin embargo para ésta etapa, hubo un “colaborador eficaz” (de los que se sentenciaron antes) que estuvo dispuesto a demostrar que él, Mardonio, también es culpable. Sus representantes han dicho que apelaran y, pues luego de ello, el Poder Judicial tendrá la última palabra de ratificar su culpabilidad o rectificarla.

Hay un dicho popular que dice la cárcel y el hospital, ni al peor enemigo se le desea; es cierto, ambas situaciones no sólo son dolorosas para quienes la viven en carne propia, sino que también es tormentosa para los familiares más cercanos. Sin embargo, estos casos guardan relación con temas políticos, de administración pública, de gobierno y corrupción; valdría entonces pensar, en aquella famosa frase que, en cierta ocasión Nadine Heredia tuiteó:

¿Tan difícil es caminar derecho?

Simplemente KAJOVEPI

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