miércoles, 14 de agosto de 2019

Que se vayan todos


Cursaba enero de 2018 y Perú, en especial el pueblo católico, recibía a su visita más importante de los últimos años; el Sumo Pontífice, el Papa Francisco I, decidió incluirnos en su agenda papal y darnos una pequeña visita, esperemos que sea la primera y que pronto vuelva; ésta fue una visita que causó mucho revuelo; hubo gente que se inmutó tratando de encarar al Estado, los millones de soles que se destinaron para el “recibimiento”; hay quienes decidieron destinar todos sus ahorros para ir a cualquiera de las sedes y buscar estar lo más cerca posible; hubo también aquellos y aquellas que criticaban su llegada; se habló de todo y a la vez de nada.

El Papa fue bastante claro al referirse sobre la importancia de la niñez; fue claro al hablar sobre la necesidad de salir a las calles y predicar el evangelio; pero, hubo algo que le preocupaba y, supongo que hasta ahora le preocupa, y, en medio de una reunión de Obispos, no se pudo aguantar más y preguntó; ¿qué pasa en Perú que todos los presidentes (hablando sobre los ex, desde Fujimori hasta Humala) van presos?; esto en tanto que hablaba sobre Política y Corrupción, no sólo en Perú, sino también en América Latina, una américa que se ha visto invadida por malas praxis que, lo único que han hecho ha sido dañar a los países; una américa que se ha visto controlada por la constructora Odebrecht y que ahora, la verdad se viene “revelando”. Efectivamente, y como lo dije líneas arriba, tener un problema como éste sobre el tapete, merece una gran preocupación, acción y alerta a que no se vuelva a repetir; lo afirmé y lo vuelvo a afirmar, estoy consciente que Francisco aún se preocupa por ello.

En nuestro país, el caso de Odebrecht, las declaraciones de Marcelo y de Barata, así como las pruebas que ha presentado y que seguirá presentando, para refutar aquello que se viene declarando, sí que ha movido el piso a más de uno, y, aunque eso era un secreto a voces, a veces nos cuesta creer que los casos de corrupción ligados a Odebrecht, no sólo ha tocado a los expresidentes y figuras de la política nacional, sino que incluso ha llegado a los niveles “más bajos”, tales como los gobiernos regionales y municipales.

Sin embargo, somos conscientes de que en nuestro país la corrupción no sólo está ligada a Odebrecht sino que también está ligada a otras empresas, consorciados y demás; basta con recordar las negras negociaciones que hacía, el hoy prófugo, Hinostroza en relación a las condenas que, como Juez Supremo, tenía que dictaminar; podemos también traer a la memoria todos aquellos reportajes de cobros ilegales, por funcionarios del Estado, para una plaza concursable, para la buena pro en un proceso de adquisición de productos, para la contratación de personal y demás. Estamos tan podridos de corrupción que, a inicios del presente año escolar, un grupo de padres de familia hacían una denuncia pública a un colegio en Tarapoto, cuya secretaria cobraba cinco soles por padre, para poder entrevistarse con su director; estamos tan asqueados de corrupción que, cuando hay batidas, antes de regularizar nuestros documentos, paramos o nos desviamos de la ruta para no “caer” en ella; la hediondez de la corrupción es tan fuerte que, no soportamos ver cómo es posible que Congresistas, con culpas probadas, son blindados por su “inmunidad parlamentaria”; la corrupción en nuestro país, ha llegado a esferas tan inimaginables que, lo único que pedimos a gritos es que se vayan todos y que exista una renovación total de los poderes del Estado.

Es quizás que por eso, por esa necesidad de responder al clamor del pueblo, que Vizcarra, nuestro actual presidente (elegido y no impuesto, porque al votar, votamos por una plancha presidencial y no sólo por uno), en sus reciente discurso a la nación, culminó asegurando que está presentado un proyecto de Ley para el adelanto de las elecciones al 2020 y, cerró su discurso con la frase “aunque todos nos tengamos que ir”.

Obviamente, y, como era de esperarse, esa es la única parte del discurso, que la mayoría recuerda; el hecho de que el mismo Presidente de la República (poder ejecutivo) se pare frente a otro poder (legislativo) para plantear la necesidad de que todos los gobernantes sean renovados, ha sido más que desafiante.

Sin embargo, hay un pequeño problema, nada grave en realidad, es bastante minúsculo pero nada despreciable, y es que si ello se da, vale decir el adelanto de las elecciones, pues volveremos a estar entre la espada y la pared, ya que no tenemos opciones respetables, que puedan servir como base para la reconstrucción de nuestra política; entonces, puede que no estemos frente a las mismas autoridades (ya que no podrán ser reelegidas, si la ley se llegase a aplicar claro) pero sí frente al mismo sistema de gobierno; y eso, aunque existan veinte elecciones más, eso no podrá cambiarse, si es que no se deja de votar por ellos.

Durante esta semana, participé de un Foro Regional de Educación, en el marco de la construcción del Plan Educativo Nacional 2021 – 2036, todas las exposiciones muy interesantes pero, hubo una que me llamó bastante la atención, la del Dr. César Guadalupe Mendizábal, quien hizo un análisis sobre la educación en el país así como el balance del por qué la necesidad de un nuevo plan educativo y qué es lo que queremos lograr con ello.

Quiero hablar un poquito sobre educación, y, hablo sobre la educación porque no sólo creo, sino que esto convencido de que si no apostamos por una buena educación de calidad, entonces no podremos salir de toda esa podredumbre en la que estamos, un pueblo bien educado no es posible que sea engañado. En un momento determinado de su exposición, también hizo referencia al “que se vayan todos” (opiniones personales, que no guardan relación con su cargo); sobre el particular, simplemente manifestó lo siguiente:

<<…cuando decimos que se vayan todos, suena muy bonito; pero, el problema no es sacar a quienes no nos sirven, el problema es que no tenemos con quienes reemplazarlos; a estos, a estas autoridades de ahora, los venimos eligiendo en los últimos 40 años, entonces, algo de responsabilidad tenemos en todo este desastre…>>

¿Qué tan responsables seremos en una próxima elección?

Simplemente KAJOVEPI

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