miércoles, 19 de agosto de 2020

Gobierno incapaz

 La responsabilidad es compartida. 

Tendencias en el gobierno corporativo" | Antonio Núñez Martín

No es la primera vez que escuché esta frase y tampoco será la última; siempre la oiré, siempre escucharé a alguien o a un grupo en particular, tildar al Gobierno de incapaz y calificar al gobernante de turno como un inepto, traidor y corrupto.

Es cierto que, en más de una ocasión, esos calificativos a nuestras autoridades les calzan perfectamente; pero, también es cierto que en otras ocasiones les queda chico; y, creo que, en pocas ocasiones, no se ajusta a la realidad, pues es todo lo contrario.

En estos tiempos, en donde las malas noticias son seguidas; en donde la información sobre esas malas decisiones, de parte de nuestras autoridades, se hacen más notorias; y en donde esas riñas políticas entre las autoridades y los diversos niveles y sectores del estado son, por demás, innecesarias; tildar de incapaz a nuestras autoridades, sinceramente, es poco.

Nuestra actual situación, que cada día empeora; no sólo nos llena de incertidumbre y desesperación, sino que también trae consigo una gran impotencia por no saber ¿qué más podemos hacer?, y no sólo en el sector salud, sino en todos los aspectos de nuestro andar diario: trabajo, bienestar familiar, alimentación, poder salir de casa (sin restricciones), bienestar social (poder visitar a los amigos y familia), entre otros; dejándonos con ello, las dos preguntas del millón ¿cuándo acabará todo esto? Y ¿seguirá la cuarentena?

Sin embargo, y sin ánimos de ser “abogado del diablo” o de querer contradecirme, es necesario reconocer (si somos conscientes, claro) que esta tormentosa e inestable situación, no sólo es responsabilidad de los gobernantes de turno; sino que también es responsabilidad nuestra, y, mientras no asumamos esa responsabilidad, con conciencia, salir de todo esto será lento y complicado.

El Estado, ¿tiene responsabilidad de nuestra situación?; claro que la tiene, y en gran medida. Basta con ver el desabastecimiento de medicinas en los hospitales, para darnos cuenta de ello; inoperancia en la respuesta rápida y oportuna a los/las pacientes COVID; existencia de trámites burocráticos para brindar o acceder a un determinado servicio; falta de dotación de elementos de protección al personal de primera línea; personal mal remunerado; hospitales mal construidos, con equipos inoperativos, defectuosos o desfasados; productos de años y años de abandono total al sector, así como de tremendos actos de corrupción, archivados en el marco de la impunidad.

Todo nuestro sistema de salud ha colapsado, y sigue colapsando, en tanto las cifras de contagio van en aumento. Ello, sumado a las malas decisiones gubernamentales que, bajo el so pretexto de reactivar la economía, y la flexibilización de las medidas de protección; no sólo han expuesto a la ciudadanía en general, al peligro latente; sino que, todo parece indicar que volveremos a la cuarentena.

Ahora, como ya lo indiqué anteriormente, y si hacemos un análisis consciente de nuestro actual estado, nos daremos cuenta que nosotros también tenemos responsabilidad en el mismo. Nuestros actos los demuestran; como el hecho de negarnos a usar correctamente las mascarillas; salir de casa a cada rato y sin motivo alguno; no respetar el distanciamiento social; realizar tardes de cumpleaños en casa; jugarnos una pichanguita o un partidito de vóley en la cancha del sector; visitarnos constantemente y así, más y más actos irresponsables que, no hacen otra cosa más que seguir agrietando más, nuestro colapso.

Quizás esta recomendación esté por demás y sea trillada, pero, cuídate y cuida a los tuyos, que, queremos volverlos a ver.

Simplemente KAJOVEPI

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