Este año, como el anterior, dejaremos a un lado: las
críticas, opiniones, rumores y otros, para, centrarnos un poquito en San
Valentín; y, quiero compartir con ustedes, unas cortas pero delicadas líneas
que, si les gusta, puedan compartirla o dedicársela a quien deseen, eso sí, no
olviden darme los créditos.
Con
Sabor a Café
Puede
que mi comparación
Resulte
un tanto absurda,
Tonta
e incoherente, pero,
Te
aseguro que lo hago,
Con
la mejor de las intenciones...
Usted:
es lo equivalente a
Una
cafetera andante...
Y
no hablo de cualquier cafetera,
Sino:
de un perfecto moka italiana.
Existe
en usted,
Una
exquisita combinación
De
caracteres, que,
Confirman,
con vehemente certeza,
Aquello
que le acabo de mencionar.
¡Fíjese!...
Que
el negro azabache de sus cabellos:
Es
similar a una taza de café expreso;
¡El
color marrón de sus ojos!...
Me
recuerda al café recién tostado.
¿Sabías?
Qué si en los capuchinos
Se
realizan unos lindos diseños
Como
presentación,
Me
atrevo a confesarle:
Que
ningún barista,
Por
muy profesional que sea,
Podrá
diseñar sobre ellos,
Una
réplica exacta
De
tu bien perfilado rostro...
Ahora,
si me lo permite,
Hablare
de sus labios;
Sus
labios son:
¡Una
poesía sabor a café!...
Sin
exagerar, le afirmo que:
¡Daría
lo que fuera porque endulcen los míos!...
¡Su
mirada!, al igual que el café:
Mantienen
activa mi inspiración;
Siendo
mi dosis necesaria...
Para
despertar mi alma.
Sus
brazos:
son
como las ramas del café en fruto,
Cargadas
de granos, listos para cosechar;
Al
igual que el café,
Siempre
listos para prodigar felicidad.
Perdóneme
usted:
Si
me atreví a
compararla
de esta forma;
pero,
dígame:
¿Hay
para mí, algo mejor que el café?
¿Existe
algo, que me provoque tanta emoción?
Sí,
lo confieso: el café es mi debilidad…
De
la misma forma en que lo son:
Su
risa y su forma de hablar...
¿Por
qué todo se relaciona con el café?
Porque
todo en usted:
Se
parece al delicioso y aromático café;
Incluso:
¡Hasta su forma de respirar!...
Ahora,
que ya conoce mi debilidad,
Juro
frente a estos granos de café:
Que
cada mañana, al despertar,
Tomaré
de mi alacena,
Un
poco de café y
Al
prepararlo y luego beberlo...
en
mis pensamientos
Sólo
usted estará presente
Como
si su aroma y sabor
Me
transportaran a su lado...
Y
así sentirme más cerca de usted
En
cada sorbo de café.
Simplemente
KAJOVEPI
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