¿Qué tal? mis entrañables
lectores y lectoras; luego de dos semanas de “vacaciones” vuelvo a mi columna
para, entre otras cosas, seguir intentando hacer polémica; seguir con mi estilo
y picardía, al momento de tomar el teclado, a fin de que usted tenga una
columna entretenida en manos.
Cuando se dio la disolución del
Congreso, una de las primeras cosas que se me vino a la mente era hacer una
especie de análisis situacional del asunto; pero, sinceramente no pienso
utilizar esta columna, para contarles o hacer un análisis expreso, factico,
democrático o dictatorial, de aquello que ustedes ya saben, han sido testigos,
y es más, hasta lo han analizado. Tampoco pienso usar esta columna para
resaltar las características pormenorizadas, de aquellos que se han convertido
en los y las protagonistas, de lo que fue uno de los días más históricos, en lo
que va del año.
Es cierto que ya pasaron más de
dos semanas de la disolución del Congreso, pero también es cierto que hay
quienes aún no lo asimilan; y, aunque el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ya
ha establecido el cronograma para la elección congresal, existen personajes que
aún se siguen creyendo congresistas; pero, tampoco pienso usar esta columna
para hablar de ello. Por el contrario, estoy dispuesto a usar esta columna
para, intentar, lanzar mis dados y ver el puntaje que alcance, luego de
manifestarles que, aprovechando el nuevo proceso electoral, tengo serías
intenciones de lanzarme al Congreso.
Esto de querer incursionar en el
mundo de la política, no es algo nuevo para mí; de hecho es algo que siempre he
deseado. Tengo serias intenciones de coquetear con ella (ojo, de política
estamos hablando), de alcanzar algún cargo público, de trabajar y aportar en
beneficio de la población que me dé la confianza; como les dije líneas arriba,
me veo en la imperiosa necesidad, de usar estas líneas y por ende la columna,
para, entre otras cosas, intentar hacer algo de campaña, a fin de evaluar si
existen posibilidades de llegar a una curul; claro, con el voto de cada uno de
ustedes.
Les pido tranquilidad, que no
pienso hablarles de usos irrestrictos de la Constitución, tampoco pienso
chambonearme con el uso de tecnicismos, pues lo que menos quiero es confundir a
la población; soy de los que piensan que mientras más sencilla sea la cosa, vale
decir, mientras más clara sea mi campaña, mayor grado de aceptación tendré. Señoras
y señores, si antes ya les hablé de mis intenciones, hoy me atrevo a
oficializar mis pretensiones de querer ser Congresista, y ésta es mi
declaración.
Parto por comentarles que de
profesión soy Técnico en Administración, mi titulé como hace 7 años casi, en un
instituto privado de la ciudad; y adicional a ello, tengo dos diplomaturas en
Políticas Públicas a favor de la Niñez, y una en una en Desarrollo Comunitario.
Menciono esto porque no quiero que tengan dudas sobre mis estudios y los grados
académicos que he obtenido; es más, les aseguro que cada una de las diplomas
que acreditan el grado, no han sido ni adulteradas, ni mucho menos elaboradas
para la ocasión, son absolutamente genuinas; incluso podría atreverme a
relatarles los nombres de mis compañeros y compañeras, que no son fantasmas, y
hasta les podría decir cuál era su ubicación en los asientos.
Otro de los temas por los que
quiero partir es que no pienso, por absolutamente nada en el mundo, ofrecer, a
mis votantes; hospitales o escuelas o puentes o aeropuertos o carreteras o
mercados o cualquier cosa que se les parezca; no porque no apueste por el
desarrollo de la ciudad o del departamento, ni mucho menos porque ello no me
interese, no; es sólo que ello, es decir, la ejecución de las obras y previo a
ello la elaboración de los proyectos, no estaría dentro de mis funciones
congresales, por lo que proponerles ello sería mentirles, una mentira absurda,
que lo único que busca es votos. Sin embargo, lo que sí puedo ofrecerles es
ser, junto con ustedes, el principal veedor de las obras en ejecución, es estar
detrás de las mismas para ver que estas no se paralicen o retrasen; me
comprometo, sí, a fomentar presupuestos que sean destinados a los sectores
salud, educación, turismo, vivienda, comunicaciones… a fin de que contemos con
servicios de calidad en cada uno de esos sectores.
Declaro bajo juramento, que de
bienes tengo: una bicicleta, una laptop vieja y un terreno urbano; el terreno
que tengo, es suficiente para que podamos construir una casita con los
ambientes necesarios, en los cuales podamos vivir mi esposa, mi hija, mis
gatos, mi perra, mis plantas y yo, e incluso nos sobraría espacio para colocar
un negocito y tener una huertita; por lo que no me veo en la necesidad de
contratar o ser parte de bandas de traficantes de terrenos, u otros tipos de
bandas delincuenciales.
Actualmente cuento con un
trabajo remunerado, si quieren saber ¿cuánto es que gano por ello? invítenme un
café y lo conversamos; créanme que aunque tengo cuentas que pagar, lo que gano
es suficiente para mis gastos del mes, pagar las letras de los bancos e incluso
para generar un pequeño ahorro; con esto te puedo asegurar que mi intención de
ganar una curul en el Congreso, no tiene que ver con los jugosos sueldos que
estos se manejan; tampoco me atrevería a decirles que quiero estar allí “por mi
plata” o porque quiero “recuperar lo invertido en campaña”; de hecho, y dado
que la labor Congresal es la de promover y dictaminar leyes, considero
necesario y oportuno, promover una ley que toque el sueldo de los congresistas,
una ley que promueva una reestructuración salarial, no con la intención de
ganar más, sino con la intención de ganar lo justo.
Propondría también, como el paquete
de leyes que tengo en mente: 1. Proponer la Bicameralidad, es necesario que
tengamos un ente que nos controle o cuestione, cuando no vamos bien. | 2.
Revisar el tema de la Inmunidad Parlamentaria, porque no podemos seguir con la
idea de que los congresistas son casi dioses, que nadie los puede tocar; la
cosa es simple si tienes algo pendiente, ve y soluciónalo y luego vuelves a
cumplir tu labor. | 3. Que los sectores de salud y educación, reciban hasta el
triple de lo que ahora reciben, como presupuesto público anual. | 4. Una ley
que promueva y asegure una mayor atención, sobre quienes juramos son el futuro
del país pero que los abandonamos, los niños, niñas y adolescentes, deben ser
protagonistas de su desarrollo. | 5. Y aunque probablemente esto no podría
considerarse una ley, pero sí un cambio necesario; considero que, antes de
tener hasta 6 personales por Congresista; debemos contar con un pool de
asesores, y asistentes administrativos, por bancadas; siento que hay mucha
gente trabajando en el Congreso, para el nivel de eficiencia con el que,
actualmente cuentan.
De hecho que la conversación da
para más; sospecho que usted se preguntará ¿por cuál partido iré? Y la verdad
es que, hasta ahora no me he afiliado a uno en particular y tampoco he recibo
alguna invitación. Mi deseo de ser Congresista se mantendrá pendiente, sí;
pero, si quien me ofrece ser su candidato, pone como condicionamiento algo
chueco, entonces, simplemente saldré de este camino. Siempre he dicho que la
política o que quien se mete en ella, lo debe hacer porque tiene intenciones de
servir al pueblo y no servirse de él.
Simplemente KAJOVEPI
Te apoyo!
ResponderEliminarPero sigo creyendo que en algún momento la IA realizará un trabajo más estricto y con posible solución a los problemas actuales.
Arrepiéntete!atte: Eliderio Angulo
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