sábado, 18 de noviembre de 2017

Paradojas de la Vida

Bien, como ya es conocido por todo quien, el día miércoles 15 de noviembre (paradójicamente la fecha de mi cumpleaños), la selección peruana de futbol, logró un hecho “histórico”, y es que luego de 36 años, por fin nos vamos a un mundial de fútbol; ¿no sé cuánto tiempo logremos estar en ese campeonato?, pero al menos por ahora ya se aseguró nuestra presencia, al menos para la inauguración. 

Está por demás decir, y volver a afirmar, que en más de una ocasión he mostrado mi apatía por el fútbol y por ésta selección en particular; está por demás decir que en más de una ocasión he escrito notas enteras afirmando que Perú no iría a éste mundial; está por demás decir que pese a que ya pasaron a Rusia 2018, aun así no me siento convencido de esos logros; está por demás decir que yo siento que Perú, está en dónde está, no por mérito propio, sino por la ayuda de otros; y está por demás decir, que es muy probable que, a estas alturas del artículo, usted quiera encontrarme para darme una tremenda samaqueada, por ser así de intolerante e incrédulo con la selección pero, como lo dije en mis redes sociales, no creo que sea obligatorio que todo quien esté feliz con éste logro, no a todos nos gusta el fútbol, no todos estamos contentos con lo de Rusia 2018 y por sobre todo, estamos en un país en dónde la libertad de opinión, aún existe. 

En fin, hablemos del partido de esa noche; Sí señoras y señores, aunque parezca increíble, ese día tuve que ver el partido, y lo hice no por interés (y lo recalco) sino porque para aquella noche me encontraba de paseo por Sauce, mi hospedaje quedaba a media cuadra de la plaza, lugar en dónde colocaron una pantalla gigante, con tanta gente haciendo alboroto y no teniendo otra opción, me tuve que plegar al pequeño pero siempre alegre grupo de hinchas de la selección; quienes luego del pitazo final, bailaron un poco de tondero y después cada quien se fue a su casa, y al fin pude dormir tranquilo. 

Luego de las clasificatorias al mundial, hubo un meme que llamó mi atención y, al mismo tiempo me hizo reflexionar un poco sobre ¿cómo nos vemos como país?; el meme se trataba del cuadro en dónde están las banderas de todos los países clasificados, y claro en el puesto 32 estaba el de Perú; y entonces el meme decía “…el peruano como siempre, llegando tarde, pero llegamos…” y entonces me dije ¿es en serio? ¿Tenemos que conformarnos con la idea de que somos impuntuales? Pero no sólo conformarnos, sino que inconscientemente nos estamos diciendo de que, no importa si llegas tarde, lo que importa es que llegues.

Ahora bien, es más que probable que ésta clasificatoria, sea el punto de conversación de todas las tardes de café, de los noticieros matinales y de sus ediciones centrales, es más que probable que se dediquen, no sólo páginas enteras, sino también portadas y diarios completos a éste hecho histórico, se proyecten memes y los videos de los últimos minutos de juego; se siga endiosando a los jugadores, en especial a los que hicieron los goles, y nos vamos a enterar: que es lo que comen, qué visten, cuánto cuesta, que si viven en Perú o el extranjero, los altos montos de su contratación y cosas por el estilo; todo esto al menos por los próximos seis meses. 

Y ese es el problema, en que al menos por los próximos seis meses, el punto de atención será la selección y ¿el resto de cosas? ¿Qué de las declaraciones de Marcelo Odebrecht sobre Keiko Fujimori y Alán García? ¿Qué de las acusaciones a PPK sobre su participación, como consultor de ODEBRECHT? ¿Qué de las normas anti comunidades indígenas, que se están dictando en el congreso? ¿Qué de la intención de vetar al Fiscal de la Nación, por seguirle una investigación a Keiko? ¿Qué de esas ofertas sensacionalistas, que nos están volviendo a los noventa, con medios comprados y que publican flores sobre quienes sabemos, apestan? ¿Qué de los actos de corrupción que se denuncian a diario, pero por los cuales no hay respuesta?, eso en el marco político.

Por otro lado, en algunos días se conmemorará el Día de la No Violencia Hacia la Mujer (Día de la no Violencia de Género), fecha en la que mujeres activistas, y hombres comprometidos con la causa, saldrán a las calles a levantar sus voces de protesta, porque pese a todo lo que se ha denunciado y ha propuesto, las cosas (en términos de prevención de la Violencia hacia la mujer, y de sanción para quienes comenten semejantes atrocidades) no han cambiado, sino que por el contrario pareciera que han empeorado ¿qué estamos haciendo frente a ello? ¿Qué estamos haciendo frente al tema de las violaciones sexuales? En el marco local, ¿qué de los cuestionamientos hechos al Alcalde por sus obras inconclusas o mal hechas? ¿Qué de los planes de seguridad ciudadana, que no se implementan? ¿Qué del hospital, que no hay cuándo nos entreguen?...

Una de las cosas que he cuestionado, a raíz de éste proceso final de las eliminatorias, es que al Estado se le haya ocurrido la grandiosa pero estúpida idea de decretar feriado por tan magna celebración; ¿qué queríamos demostrar con ello? ¿Apatía con los hinchas? ¿No hubiese sido mejor, ver otras formas de celebrar? ¿Acaso no podemos vender otra cara? A ello debemos sumar que, es más que probable, que más de uno esté buscando endeudarse sólo por ir a ver un partido de Perú en el mundial, y nuevamente les diré, hay cosas más importantes que ello. 

El futbol nos ha traído alegría, las generaciones que crecieron desde fines de los 80 en adelante, podemos tener la certeza de que veremos a Perú en un mundial (y ésta vez no será de canicas), con un Director Técnico que se la fajó por la selección, quien decidió apostar por personajes nuevos (esperemos que la prensa no los joda) y que espero siga apostando por nuevos talentos; entendamos que estos nuevos talentos, no siempre juegan para el extranjero, sino que muchas veces están allí relegados en algún pueblo olvidado, por no tener las posibilidades de salir adelante; veremos a Perú en un mundial, y eso nos llena de alegría y de orgullo (incluso a los ateos del fútbol, como en mi caso, y no es que quiera subirme al coche); disfrutaremos de cada partido jugado, independientemente del puesto que logren en el torneo. 

Pero, que esa alegría no sea un paliativo para que nos adormezca, sino que por el contrario sea una motivación para salir adelante, para ponernos la camiseta y, desde nuestras funciones, desde nuestros puestos de trabajo, pero por sobre todo, desde nuestra postura ciudadana; juguemos por un Perú mejor.

Simplemente KAJOVEPI


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