El viernes 10
de mayo, mientras tomaba un café (a la hora del receso del curso que estaba
llevando) la proveedora de los refrigerios nos lanzó una indicación –ese detalle es por el día de la madre-,
resulta que sobre la mesa había un pequeño florero con una rosas cremas y, en
el medio llevaba un globo en forma de corazón con la tradicional frase: -Feliz Día Mamá-; entonces una de las
asistentes, emocionada dijo dos cosas, la primera frase fue algo como: -hay que bonito, muchas gracias-, e
inmediatamente después reflexionó un poco y dijo: -pero esto del “Día de la madre” se ha vuelto más en un negocio que
en otra cosa-.
No podemos
negar que de alguna u otra forma, esta fecha en definitiva, se ha vuelto
altamente comercial. El otro día escuchaba en RPP Noticias que, según las
estadísticas económicas, éste año los/las peruanos/as tendremos un gasto igual
o hasta 10% más de lo que gastaron el año pasado; según Patricia García
(gerente de la consultora GFK) un 54% de los encuestados lo celebrará con
regalos, un 43% con un almuerzo especial en casa y un 31% optará por ir a comer
a la calle*.
Y uno podrá
decir: -oye que bacán que de cada 100 personas, 54 quieran darle un regalo a su
mamá- pero yo me atrevería a preguntar ¿Cuál es el regalo?, no podemos hacernos
de la vista gorda ya que sabemos muy bien que, la mayoría de esos regalos serán
o “canastas de víveres” o “electrodomésticos” o “utensilios de cocina” ¿tiene
algo de malo ello?, bueno, si analizo la fecha y el regalo, a primera vista
quizás no pero, si analizo todo el contexto podría darme cuenta que, existe un
entrelineado, que de alguna u otra manera, estos regalos no hacen más que
alimentar los estereotipos de género que aún cunden en nuestra sociedad; la
canasta me está diciendo: toma mamá, aquí
tienes un poco de víveres para que sigas poniendo la olla –encerrada en tu
cocina-; la cocina con hornos, muy bonita, me está diciendo lo mismo; la sartén
de teflón antiadherente, de igual forma. Ahora, ese otro 43% que tendrá su
almuerzo especial en casa, me preguntaría ¿Quién va a preparar ese “almuerzo
especial”? porque, si lo va a preparar la mamá, es como si te dijera: -mañana vamos a comer en tu casa por tu
cumpleaños pero, la comida la preparas tú- y, en el caso de que no sea la
mamá la que lo prepare, sino los hijos o el esposo u otros más, luego del
almuerzo ¿quién lava los trastes?; ahora, no quiero que se piense que está bien
que la mamá no lave los trastes ese día pero sí el resto del año, no, lo que
quiero que se piense es ¿cómo establecemos responsabilidades en casa, a fin de
que lavar los trastes, cocinar, lavar o planchar… no sólo sea una actividad de
la “madre abnegada”?
Puede que
hasta aquí, mi postura suene un tanto jalado de los pelos pero, no es tan
ocurrente como parece, es decir, sólo como ejercicio de comparación, se han
puesto a pensar en ¿qué le regalas a mamá por su día y qué le regalas a papá?,
se han dado cuenta de que existen diferencias de regalo y que, de alguna u otra
forma, estos regalos siguen alimentando los estereotipos de género; no te estoy
diciendo, no le regales nada a tu madre, tampoco te estoy diciendo que el
regalo que le estás dando sea malo, lo que estoy diciendo es que los regalos
que damos deben tener esa cuota de reflexión que la fecha merece. Ahora, si en
casa hace falta (por las condiciones del momento) una “canasta de víveres” y a
mi mamá le regalan su canasta de víveres, obviamente yo no voy a oponerme a
ello pero, si en casa estamos bien (respecto de víveres) y lo que mi madre
necesita es ir a una tarde de spa y alguien le trae su “canasta” entonces no
hay compatibilidad entre la necesidad y el regalo, y menos entre el regalo y la
cuota de reflexión.
Que la
celebración del día de las madres, no se reduzca a un solo día, sino que sea
todos los días; que la celebración no sólo se enfrasque en regalos, a veces un
tanto absurdos y otras veces necesarios, sino que por el contrario se refleje
en agradecer a éste ser, lo mucho que nos ha dado. Quisiera cerrar, con unas
líneas del poema “Mamá” de César Brandon, ganador del Got Talent España; líneas
que, en resumidas cuotas, reflejan (para mí) toda la labor que las madres
realizan con nosotros/as, y es que lo único que ellas buscan es, vernos
realizados/as y creen, que al enseñarnos ello, nos enseñaron todo.
“Mamá, me
enseñaste que la vida resumía en pedir disculpas, dar las gracias y decir por
favor”**
Simplemente
KAJOVEPI
*http://rpp.pe/economia/economia/dia-de-la-madre-el-90-de-limenos-gastara-igual-o-mas-que-en-el-2017-noticia-1121438
**https://verne.elpais.com/verne/2018/04/12/articulo/1523520600_266084.html
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