sábado, 3 de febrero de 2018

…Matarina, Matarina, Matarina de Algodón…

“…y éste es el último baile,
El baile del chocolate
Con la barriga se mueve
Con la cadera se bate…”

Éste es parte de la letra de una copla cajamarquina, copla que se canta en sus festividades de carnaval. Todos nosotros sabemos que, pese a que las fiestas del “carnaval” se celebra aquí y en cualquier otra parte del país y en algunas otras ciudades del mundo; Cajamarca, es pues, “la capital del carnaval en Perú”.

A nivel internacional y según el libro Guinness de los récords, la celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro; y la mayor agrupación carnavalesca (comparsa), Galo da Madrugada de la ciudad de Recife, sitio de otro carnaval muy importante. Otros carnavales internacionalmente famosos son los de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz y Águilas (Murcia) en España, del Callao en Venezuela, Colonia en Alemania, Oruro en Bolivia, Venecia en Italia, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto y el Barranquilla en Colombia; en México los carnavales de Veracruz, Mazatlán, Guamúchil, Mocorito, Jalostotitlan uno de los mejores por la zona alteña, Angostura y el de Huejotzingo. Los más largos son el Carnaval de Montevideo, Uruguay, que se extiende por 41 días y los de Corrientes, Jujuy y en Entre Ríos, Argentina, ya que duran desde el primer fin de semana de enero hasta el primer fin de semana de marzo. Los carnavales de La Habana y Santiago de Cuba en Cuba han gozado de igual reputación internacional, comparándoseles con los de Río de Janeiro durante la época republicana (1902-1959).1

A nivel de la región San Martín y, pese a que nos cueste aceptarlo, Rioja es la ciudad en donde ésta celebración tiene un mayor apego; como cualquier otra celebración, comida, fiesta, marca u otro… posicionar la festividad, no ha sido tan fácil pero, poco a poco se ha ido logrando, al punto tal que ahora es considerada como una de las festividades más pintorescas de la región y a nivel nacional. Si bien es cierto, que ésta fiesta se celebra en todo lado, sin embargo cada lugar tiene una peculiaridad y una forma “específica” de celebrarlo que, marca la diferencia entre una y otra ciudad.

Moyobamba también se suma a la celebración, la actual gestión municipal apuesta por recuperar nuestras tradiciones y culturas pero, para el caso de nuestra ciudad, recuperar lo que en su tiempo fue “la fiesta del carnaval” está más lejos que la entrega del hospital. Lamentablemente hemos confundido festividad con vandalismo; basta con recordar el fatídico accidente de Deyli Johana López Villalobos, quien cuando regresaba a casa, a bordo de una moto lineal; un desadaptado les tiró un globo (pese a que no estaban jugando), el impacto hizo que el conductor pierda el control, ella cayó frontalmente al pavimento y, luego de una semana de agonía, lamentablemente falleció. Nadie, absolutamente nadie, quiso hacerse cargo de éste accidente, ¿Sabemos quién tiró ese globo? ¿Tendrá alguna sanción? El municipio se ha librado de responsabilidades, aduciendo que dicho accidente ocurrió fuera de las fechas de festividad, pese a que las autorizaciones para la fiesta social, fiesta que se desarrollaba en el campo de Shango y por donde Deyli pasó, vinieran de esa comuna.

Éste año no es la excepción, en cuanto a vandalismo se refiere; ya que pese a que existen “normas y reglamentos” para estos juegos, simplemente éstos no se respetan. El otro día, mientras miraba una entrevista hecha a la Gerente de Desarrollo Social, sobre el tema de la festividad, ella decía: <<…bueno, tenemos una ordenanza municipal que reglamenta el carnaval, y establece sanciones para quienes no la acaten; de manera que podremos jugar tranquilos, y bueno el que no quiere jugar lo expresará, mientras camina, o simplemente saldrá a ver desde su balcón, o en todo caso se quedará en casa…>>

¿Cómo; si no quiero que me mojen, debo quedarme en casa? ¿Qué de mi derecho al libre tránsito? ¿Tan difícil es entender que debemos jugar sólo con quienes lo están haciendo? Bajo el pretexto del carnaval, se toman por asalto las calles, mojando a cuanta persona ose pasar por sus lados (de éstos vándalos) y, pese a que se les diga “no estoy jugando” (que supuestamente es la clave para caminar tranquilos), esa es letra muerta; entonces me pregunto ¿El vandalismo, es parte de nuestra cultura y tradición? ¿Es eso lo que queremos recuperar?

Simplemente KAJOVEPI


1.       https://es.wikipedia.org/wiki/Carnaval

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