Seamos responsables.
En algunas ocasiones, es necesario llegar a medidas extremas como y para que se entienda el mensaje;
como cuando le dices a tu hijo(a) “no hagas tal cosa porque te puede ir mal y
éste no entiende, entonces optas por castigarle quitándole ciertos
privilegios, como el acceso a internet o a un celular o la televisión o a no
salir de casa”, lo que se espera, luego de ese castigo, es que se reflexione
sobre el error cometido y se cambie de actitud.
Hace no más de 15 días; lo que en su momento se
pensó era una cortina de humo, ahora es una cosa seria. Pasamos de tener 01
caso, a 86 infectados (hasta el momento de la redacción de la nota), en menos
de 10 días; desde el Gobierno Central se han ido tomando algunas medidas de
prevención; como la suspensión de clases, la cancelación de eventos grandes y
otros… sin embargo, nos hemos zurrado sobre esas recomendaciones y, lejos de
mostrar seriedad en el caso, simplemente hemos generado todo un desorden.
Nos dijeron, se suspende las clases hasta el 30 de
marzo y algunos colegios decidieron seguir con las mismas; así como padres y
madres que entendieron que esto es una extensión de las vacaciones. Nos dijeron
que no eventos superiores a 300 personas; y, de pronto hubo locales y negocios
que dijeron, “bueno aceptaremos solo 299 personas”. Nos dijeron “tomen
previsiones” y optamos por vaciar los supermercados, acabar con todo el papel
higiénico y demás elementos de salubridad.
¿Qué nos ha ocasionado todo ello? incremento de los
precios en los productos de primera necesidad, así como en los implementos de
salubridad. Multas para las instituciones educativas que decidieron seguir con
sus clases. Y, un gran endeudamiento de quienes han comprado desesperadamente,
sin pensar en el futuro, haciendo uso y abuso del dinero plástico que tienen en
sus bolsillos.
Entonces, frente a este tipo de situaciones, el
Estado ha visto por conveniente establecer un estado de emergencia nacional que implica el aislamiento social obligatorio; las previsiones de los que puede y no
puede hacer, durante estos 15 días de aislamiento, ya han sido explicados de
múltiples formas; se espera que la población haya entendido el mensaje y que,
adicional a ello, esté acatando la norma. Recuerden que el avance del virus y,
por ende, el levantamiento de ese estado de emergencia, depende de nosotros y
nosotras y de nuestra capacidad y voluntad de quedarnos en casa.
Aquí ya no hay opción alguna, aquí solo hay una
orden ¡quédese
en casa!, evite estar saliendo a
cada rato, a no ser que sea necesario (ir al mercado para abastecerse, ir al
banco para un procedimiento o ir al centro de labores, siempre y cuando se
trate del hospital, laboratorio, clínica, posta, o porque va a brindar servicio
de limpieza pública o porque va a atender a personas mayores o con discapacidad,
o porque eres periodista, comunicar social y nos tienes que informar, con
objetividad, todo lo que ocurre afuera); entonces ¿qué podemos hacer por estos
15 días? (o lo que queda)
Bueno, podría cultivar su huerta, pintar su casa,
sembrar o cosechar productos de la huerta, escribir una novela, un libro (uno
de los míos ya está en revisión) o un blog (solo espero que no me quiten el
puesto), leer un par de libros, practicar un instrumento musical o aprender a
tocar uno si desea, si tiene acceso a internet puede ver todas las series o películas que quiera (ya varias bibliotecas
virtuales así como cineastas, han puesto a libre disposición sus servicios:
libros y películas, para contribuir con ello).
Si tiene programado un viaje por ocio (vacaciones)
reprograme pero no cancele, puede inscribirse en un curso virtual para:
aprender a bailar, cocinar, hacer juguetes para sus hijos o sus mascotas e
incluso hasta maquillarse; es cierto que no puede visitar a su familia,
entonces haga sus videollamadas, o simplemente llámeles por teléfono y chismeen
un rato; y si aun así le queda tiempo, tómese todas las siestas que quiera,
pero, ¡NO
SALGA DE CASA!
Simplemente
KAJOVEPI
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